Su cuerpo sudaba, su erección palpitante en busca de atención y su trasero siendo preparado; sentía la respiración del otro en la nuca y sus manos recorriéndolo sin cesar. Era como un sueño.
No. Era un sueño.
La alarma resonó por toda la habitación en la que se encontraba y a regañadientes abrió los ojos para buscar su celular y apagar el molesto sonido. Él no era de los se quedaba pegado a la ropa de cama, solía despertar muy temprano para ir a entrenar casi a diario, pero en esta ocasión detestó el tener que levantarse. Miró por debajo de las sábanas y vio su erección reclamándole atención.
Se levantó y fue hasta el cuarto de baño para darse una ducha fría y calmar su cuerpo, pero estando en ella decidió masturbarse para poder bajar su erección, hacia tiempo que no lo hacía y quizás eso era lo que provocaba tal situación.
―Oikawa-san... ―gimoteó mientras se tocaba a él mismo y trataba de rememorar el sueño húmedo que había tenido momentos antes.
Con el nombre en la boca se corrió. Terminó con una mezcla de culpa y satisfacción y decidió sacarse todo el sudor y demás fluidos en la ducha y salir renovado esa mañana, pues ya se había demorado bastante en comparación con su rutina habitual, pero de todas maneras siempre era el primero en llegar a los entrenamientos matutinos. No es que sus compañeros del Schweiden Adlers fueran perezosos, también llegaban antes de la hora necesaria, pero él llegaba de todas maneras antes.
Mientras se cepillaba los dientes, trataba de encontrarle sentido al porqué del sueño que había tenido. Él había dejado ir el crush que tenía por Oikawa-san cuando supo que este se iba a otro continente a ser jugador profesional de volley, y creía que ya no guardaba sentimientos por él, pero al parecer se equivocaba.
Había escuchado la noticia, mejor dicho, había estado stalkeando a Oikawa por instagram, y se había enterado de que volvería a Japón para la golden week. En la noche había visto una historia de Tooru subiendo al avión. Quizás por eso había pensado en él. Incluso había pensado en ir a recogerlo personalmente al aeropuerto, pero luego de pensarlo, mucho, no veía motivos para hacerlo.
De todas maneras, no debía importarle ni dejar que importunara su vida. Ellos dos ya no eran nada, ni senpai-kohai, ni rivales, ni nada, ni siquiera habían sido amigos como para lamentar la pérdida de una amistad. No eran nada, solo dos conocidos de la infancia y adolescencia.
La mañana pasó sin mayor novedad, al igual que el resto del día. El problema fue cuando el entrenamiento de la tarde llegó a su fin y su entrenador les pidió que se acercaran porque había una sorpresa.
Allí, delante de todos, apareció Oikawa Tooru.
Murmullos se escucharon por toda la estancia, incluso Ushijima dijo algo, todos hablaron menos Kageyama. ¿Acaso su sueño había sido premonitorio? No, imposible, algo como lo que soñó jamás pasaría. Pero no dejaba de ser peculiar que soñara con Oikawa y que luego se encontraran.
El entrenador hablaba sin parar y Kageyama no le prestaba atención, tal vez era algo importante, pero luego se enteraría de ello. Su mirada azulada estaba fija en el rostro del armador del Club Atlético de San Juan, quien sintiendo el continuo escrutinio, le devolvió la mirada mientras sonreía apenas perceptible.
Al parecer, durante esos días estarían entrenando con Oikawa mientras él estaba de vacaciones en Japón, luego volvería a Argentina para seguir jugando allí. Aunque ese día, luego de la presentación, el entrenador les dio permiso para que todo el equipo saliera con Oikawa e intercambiaran opiniones y experiencias. Por supuesto que no podía haber nada de alcohol y que no podían quedarse toda la noche, pero emocionó a todos los presentes excepto a Tobio.
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One Shots y Drabbles de Haikyuu
FanficCompilación de One Shots y Drabbles de Haikyuu como regalo de cumpleaños para ciertas personas... será con amor ❤ Las parejas se mencionaran al inicio de cada capítulo. Algunas historias pueden contenido R+18 o la muerte de algún personaje Los...