One Shots y Drabbles de Haikyuu

Brisa Primaveral (KenHina)

                                                          

Kenma se sentía nervioso e incómodo, caminaba con paso rígido, pero con la mirada gacha, evitando entrar en contacto con la mirada de otras personas que se dirigían al mismo lugar que él o a quienes se le quedaban mirando por su apariencia que, al parecer, era excesivamente formal. Y es que era obvio que destacaría de entre toda la multitud conglomerada ahí si vestía un traje semi elegante. Lo peor, es que aquello había sido idea de su amigo Kuroo, por lo tanto, era lógico que desde el primer momento de su "elaborado" plan, todo fallara. ¿En qué momento se había dejado convencer de ir vestido así desde Tokio hasta Miyagi? De seguro que había sido después de trasnochar estudiando para un examen o de quedarse pegado a alguna consola.

Pero, de todas formas, ahí estaba. Tomó aire mientras se armaba de valor y entraba a la preparatoria Karasuno. Por las indicaciones que le dio el personal del colegio, la ceremonia se llevaría a cabo en el gimnasio del recinto, debido a que era el lugar más amplio y que podía albergar a mayor cantidad de público bajo techo en caso de cualquier imprevisto. Él conocía el camino de memoria hacia aquel lugar, en incontables ocasiones había ido para tener partidos de práctica entre las dos escuelas.

De todas formas, se sentía raro, nostálgico, el volver a hacer el recorrido, pero llevando otra vestimenta más allá de la deportiva, sin el peso del bolso cargado con el equipamiento necesario y sin el ruido provocado por las charlas animadas de sus compañeros de equipo. Todo aquello parecía tan lejano para cuando levantó la vista al cielo y su mirada se posó en lo verde de las hojas de los árboles; pues, así como la flora volvía a renacer año tras año, sus vidas iban cambiando de igual forma que las estaciones. Volvió a suspirar mientras sentía el peso de los fantasmas del pasado de esos días felices y siguió caminando.

Cuando entró en el gimnasio, se sorprendió un poco, pues sabía que lo decorarían y arreglarían con lo necesario para llevar a cabo la ceremonia de graduación, pero él solo esperaba encontrarse con unas cuantas sillas y algunas serpentinas y globos de colores pegados de las paredes. Pero se había equivocado. El lugar contaba con una alfombra de cálido color que cubría todo el piso de madera, las sillas tenían en sus respaldos una tela un tono más claro que la alfombra y habían cubierto las ventanas y algunas paredes con gruesas cortinas color crema, que combinaba a la perfección con los otros dos colores. Se veía elegante pero también cálido.

Buscó con su mirada un lugar en el que pudiese sentarse tranquilo, no muy concurrido, pero tampoco tan alejado del escenario, si había ido a ese lugar, era para verlo. Se decidió en sentarse en la última fila, al lado del pasillo del medio para tener una buena visión hacia el frente, caminó con paso lento pero seguro hacia allá hasta que escuchó que alguien le llamaba por su nombre. Levantó la vista y pudo ver a Natsu, la hermana menor de Hinata hacerle señas con una mano levantada, él no había querido que la familia de Shouyo lo viera. De seguro que le harían preguntas que estaba seguro de no querer responder.

Les saludó tímidamente con una mano y fue a sentarse a donde lo había planeado al entrar al lugar. Allí, ya sentado, sacó su teléfono móvil y revisó la hora, todavía faltaban un par de minutos para que siquiera la ceremonia empezara, todavía la gente estaba llegando y un murmullo general de voces inundaba el lugar, por lo que pensó que tendría algo de tiempo para reanudar la partida del juego que había estado probando en su celular durante el viaje en tren. Conectó el aparato a un cargador portátil y reanudó la partida.

El tiempo pasó volando para él, pero no por el mismo motivo de siempre, el de haberse sumido en la trama del juego, sino que fue debido a la impaciencia por ver a su amigo en la ceremonia. Seguía sintiendo que el traje era incómodo y exagerado para él, de que llamaba demasiado la atención y de que las personas sentadas alrededor no dejaban de mirarlo por algún motivo.