Like Otters (Tanaka x Kiyoko)

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Las nacionales ya habían terminado, él sabía que las actividades extracurriculares de los terceros llegarían a su fin y que las oportunidades de lograr salir con Shimizu también se acabarían. Aunque si era sincero consigo mismo, había perdido todas las esperanzas de salir con ella en algún momento. No era idiota, había tratado de conquistarla durante dos años y ella jamás le había hablado más de lo necesario y todo siempre relacionado con el vóley. Ni siquiera una invitación al cine o para ir a comer algo. Nada.

Su único amor de preparatoria se quedaría en algo platónico, unos recuerdos de juventud que quizás con el tiempo se desvanecerían y solo sería una anécdota que compartir con sus compañeros de vóley más adelante cuando sean adultos. Tal vez debería rendirse y aceptarlo, él no era lo suficiente para salir con una belleza como Shimizu, inclusive su propio club era conocido como quienes tenían la manager más hermosa; y él era tan... normal. No sobresalía en ningún aspecto, no era atractivo y ni siquiera destacaba en los deportes; en cuanto llegaron otros jugadores de primero al club él se había convertido en suplente. Patético.

Era obvio que jamás llamaría la atención de una chica como Kiyoko-san, inclusive estaba dudando seriamente de si alguna vez llamaría la atención de alguna otra chica, y los comentarios sarcásticos de su hermana mayor tampoco ayudaban. El único que parecía entenderlo era su fiel amigo Nishinoya, y aun así este tenía una personalidad más madura pero también más despreocupada que él mismo, por lo que sus comentarios no siempre los entendía o tomaba en serio, pero de todas maneras era un apoyo para él.

Aunque desde el campeonato nacional había vuelto a entablar conversaciones con Kanoka, su amiga de la infancia, y ella siempre trataba de motivarlo e incluso le mandaba mensajes de ánimo todos los días. Era realmente entretenido y agradable poder hablar con una chica de esa manera.

Finalmente los terceros de Karasuno habían decidido que entrenarían un par de semanas más luego del torneo nacional, para ellos retirarse de un día para el otro era muy extraño y además por costumbre terminaban yendo de igual manera al gimnasio. Durante uno de esos entrenamientos matutinos, Tanaka conversaba con Ennoshita sobre saltos de bloqueo.

―Cuando saltas, ¿lo haces doblando tu pie por la mitad o también te impulsas con los dedos del pie? ―preguntó.

―¿Eh? No lo sé, supongo que nunca lo he pensado.

―¡Kageyama! ―gritó Ryounusuke para llamar la atención del número nueve del equipo. ―¿Tú lo haces?

Debido a que el tono de voz y su manera de expresarse no pasaba desapercibido, todos en la cancha habían escuchado su anterior pregunta, por lo que Kageyama contestó sin mayor problema:

―Sí, una de las primeras cosas que aprendí para poder saltar bien fue aprovechar todo de mi cuerpo, por lo que usar hasta el mínimo impulso de los dedos del pie se convirtió en algo básico.

―Ryou, ¿por qué de pronto preguntaste algo así? ¿Tuviste un sueño profético o una revelación acaso? ―preguntó Nishinoya.

―No, nada de eso. Solo fue que Kanoka-san me habló de eso como recomendación para que me fijara en el momento de entrenar.

De pronto, todos los jugadores de Karasuno se encontraban rodeando a Tanaka haciéndole mil preguntas a la vez. ¿Seguía en contacto con Kanoka? ¿Hablaban todos los días? ¿Ella tenía novio? ¿Sus amigas tenían novio? ¿Ya se habían hecho cercanos? ¿Pensaba en invitarla a salir? ¿Cuándo volverían a verse? Fue tan abrumador que Tanaka colapsó tratando de responder cada una de ellas mientras negaba cualquier vínculo amoroso y afirmaba que eran solo buenos amigos.

Los únicos que no se acercaron a la conmoción y se quedaron cerca de la puerta del gimnasio fueron Tsukishima y Kiyoko.

―Sabes, él podría darse cuenta de lo interesada que está ella en él. Tanaka-san es ingenuo pero no tonto. ―habló el rubio.

One Shots y Drabbles de HaikyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora