"Un espíritu peregrino"

325 64 107
                                    

Primero de Noviembre, comúnmente conocido como el día de los Santos. Algo sobrenatural ocurriría al llegar la noche, todos los habitantes de la calle 45 estaban atentos a cualquier señal en los cielos, algo que sería visto que nadie quería perderse.

Una chica llamada Lu esperaba junto a sus amigas el espectáculo, la mayoría tomaba un té especial para el frío no tan habitual que azotaba a la comunidad entera; así que la chica se adentró en su casa para buscar el suyo. Eufórica le vociferó a la mamá que se encontraba en la cocina...

Lu: ¡Mamá! ¡Mi té!

Mamá: ¡Está sobre la mesa!

De hecho había dos tazas, una azul y una roja, la chica tomó la azul y se volvió a salir; su madre le gritó también desde donde estaba...

Mamá: ¡El de la taza azul es el mío, tiene gotas para dormir!

Salió de la cocina y notó que su hija había tomado su taza y llevándose las manos a la cabeza, exclamó...

Mamá: ¡Oh oh! Va a caer rendida apenas se tome el primer trago. Debo avisarle.

Salió lo más rápido que pudo detrás de su hija. Afuera, la chica ya había ingerido la infusión encontrándole un sabor amargo, enseguida arrugó la cara.

Lu: sabe raro.

A la media hora más o menos el sueño comenzó a dominarla; su amiga Libeika, quien se encontraba a su lado, notó los profundos bostezos de su amiga.

Libeika: ¿Qué te pasa? ¿Ya tienes sueño? No me digas eso, estabas eufórica hacía minutos.

Lu seguía bostezando como si con eso pudiese ganar dinero, venían uno tras otro, uno más profundo que el anterior.

Lu: no sé qué sucede.

Su mamá, que no había podido decirle nada porque tuvo que devolverse a terminar sus asuntos en la cocina, se le acercó.

Mamá: te tomaste el té que contenía gotas para dormir, así que mejor anda a acostarte antes de que caigas al suelo.

Lu se molestó.

Lu: ¡No puede ser! ¿Tanto esperar para no ver nada? Me hubieses dicho eso antes de salir con el té en las manos.

Mamá: saliste disparada y no alcanzaste a escuchar cuando te lo dije.

Libeika: grabaré el evento para que luego lo veas. Anda a dormir.

A regañadientes se fue a su habitación. No le dio tiempo ni siquiera de lavarse los dientes, se lanzó en la cama y se quedó profundamente dormida.


💗 💗


Mientras tanto, en algún lugar del universo, un enjambre de luces blancas viajaban a gran velocidad. Había una en particular encabezando el ejército; en sí, lo que se movía adelantado era el espíritu de un joven guerrero llamado Aioros el cual en vida poseyó la armadura dorada de Sagitario; era perseguido por otro espíritu poderoso llamado Alzukamir.

Alzukamir: ¡No podrás escapar de mí tan fácilmente! ¡Pronto voy a capturarte!

De pronto Aioros avistó al planeta Tierra. Su intención era dirigirse hacia allá.

Amor, Armadura Y Espíritu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora