Amor, Armadura Y Espíritu.

"Juicio por amor"

Dando un par de zancadas largas, los dos chicos llegaron en segundos a la residencia, ni un portal los hubiera transportado tan rápido como sus piernas.

Lu: ¿No íbamos a llegar rápido? Tú con tu 1:95 cm.

Aioria: no mido 1:90 cm, son 1:85.

Lu: ¿Qué te falta para llegar pues?

Aioria: no te burles, tú mides como 1:83 cm más o menos.

Lu: no mi amor, 1:78 cm para que te enteres.

Aioria: ¿Qué te falta para llegar pues? Así que no te quejes por mi estatura.

Se echaron a reír por sus ocurrencias. Enseguida pisaron la acera de la residencia y en frente del portón él seriamente le preguntó...

Aioria: ¿Estás lista?

Lu: sí, claro. Aunque no dejo de sentir expectativa.

Respiró profundo y abrió el portón; ella pasó primero. En la sala se escuchaban varias voces, como diferentes conversaciones entre grupos. Al pisarla la primera escena que Lu vio fue a Genkai regañando a Yusuke y él más atrás defendiéndose.

Yusuke: ¡Deja de estar criticándome, no has perdido la costumbre, ya no soy un chiquillo Genkai!

Genkai: pues parece que aún lo eres.

Lu se rió, ver esa escena en vivo y directo la animó. De inmediato los chicos se dieron cuenta que habían llegado e hicieron silencio.

Yusuke: llegaron los novios. Me han salvado de la retahíla de críticas de Genkai contra mi persona.

Aioria: debemos corregir eso de "novios"... Ya no lo somos.

Nadie se sorprendió, sabían que ese momento llegaría más temprano que tarde y por obvias razones.

Saori: ¿Están bien?

Lu: sí, todo bien. Oye Koenma, creo que es hora de que hablemos, ¿Te parece?

Koenma estaba también decidido, de verdad que ya era hora, no podían seguir perdiendo el tiempo.

Koenma: estoy de acuerdo cariño.

Lu: Maestra, quisiera que usted estuviera presente por favor, si no es mucha molestia.

Genkai: para nada muchacha, estoy contigo para apoyarte, para eso he venido.

Lu: gracias maestra. ¿Podemos ir a mi habitación?

Koenma que estaba sentado se levantó.

Koenma: vamos entonces damas.

Lu se fue adelante seguida de Genkai y Koenma. Al llegar se sentó Lu en su cama, la maestra en un sofá pequeño y el chico en una silla, los tres hacían un triángulo perfecto.

Koenma: aquí me tienes dispuesto a escucharte y para ser receptivo contigo.

Lu: gracias por eso, es muy importante para mí. Bueno, empiezo por decirte que siento mucho cómo he venido llevando esta relación contigo. He caído en desesperación por ese muro que tengo enfrente, ese muro que fue construido hace siglos y que había estado invisible ante mis ojos hasta que me metí por este sendero. Yo no pedí estar en esta situación ni mucho menos Kurama, pero ahora que lo veo, siento que ha sido una prueba para probar mi amor, para saber qué tan puro es y estoy dispuesta a saltar ese muro para conocer qué hay detrás. Aunque sé lo que existe, quiero vivirlo con plenitud, sin remordimientos y sin esconderme.
También sé que tuya no es la culpa, solo estás para cumplir la ley, una que no fue impuesta por tí y que fue creada con un propósito, mantener las cosas en control total. Pero siento que en el caso de Kurama y el mío se puede hacer algo, no todo está perdido. Mira cómo ha sido él, ha cumplido correctamente todo a cabalidad y lo más importante, él es un humano Koenma, humano, ¿Me entiendes?