«La decisión más difícil»

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Eran más o menos las dos de la madrugada cuando alguien entró en la habitación de Lu y se acostó a su lado. Estaba plácidamente soñando que se hallaba en un bosque frondoso a plena luz de luna en medio de éste con Kurama haciendo el amor sobre una manta de rosas. Se encontraba tan concentrada y disfrutando de su sueño, que en el exterior se asomó en sus labios una traviesa sonrisa.
La persona se le acercó más para abrazarla y al sentir el tacto se arrimó más a él imaginando que era Shuichi quien tenía detrás. Cuando se volteó, abrió poco los ojos y estaba a punto de decir...

Lu: Kura… Kura…

Cuando abrió completamente los ojos se asustó al ver que no era Kurama sino su novio. Casi la embarraba y al ver la cara de Aioria, lo único que se le ocurrió decir fue...

Lu: ¡El cura! ¡El cura es el asesino!

Al principio él la miró con extrañeza pero después sonrió.

Aioria: ¿Qué soñabas?

Ella gritó su nombre y lo abrazó para liberar la tensión provocada por su casi metida de pata.

Lu: ¡Aioria! ¡Han regresado! ¿Qué ha pasado? ¿Trajeron la armadura?

Él le dijo quedamente tomándole la cara con sus dos manos...

Aioria: cálmate, todo está bien.

Lu: pero habla, dime algo.

Aioria: algo.

Ella resopló lanzándole luego una almohada.

Lu: no seas payaso.

Se levantó.

Lu: quiero verlos a todos.

Aioria la tomó de la mano y la jaló cayendo ella sobre la cama.

Aioria: son las dos de la madrugada. Déjalos descansar.  ¿Y tú estás bien? ¿Alguna eventualidad?

Lu se quedó pensando mirando hacia otro lado, no quería verlo a los ojos. Él al notar el silencio provocado por ella preguntó...

Aioria: ¿Y?

Lu recordó los minutos de pasión con Kurama y se avergonzó de sí misma. Estuvo a punto de poner otra vez la boca para contarle pero él la besó. La chica quería corresponderle el beso pero no podía, sentía remordimiento.

Aioria: me alegro que estés bien, solo quisiera…

Bajó el tirante de su franelilla para besarle el hombro. Ella sin que se viera feo lo apartó suavemente.

Lu: tienes razón, son las dos de la madrugada, será mejor que durmamos. Quédate conmigo hasta que amanezca.

Él no se molestó, más bien le agradó que ella le pidiera que se quedara. Se acomodaron en la cama y él la abrazó. Por su parte, ella seguía sintiéndose muy mal por lo que había hecho.

💗              💗

En la mañana cuando se despertó, su novio no estaba. Ella sintió temor por no haberlo encontrado allí, pensó lo peor.

Lu: ¡Qué raro! ¿Será que dije algo mientras estaba dormida? Ojalá que no, espero que no.

No se detuvo a pensar más sobre el tema, de igual manera iba a enterarse. Se fue al baño apurada para salir al encuentro de los Santos. Estaban todos esperándola en la sala.

Lu: estos casi dos días fueron estresantes al no saber de ustedes.

Saori: Alzukamir nos atacó en el Santuario.

Amor, Armadura Y Espíritu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora