Amor, Armadura Y Espíritu.

"Cambios"

A pesar del atentado, Kurama había hecho que Lu no sintiera temor al haberle prometido otro delicioso té. La tranquilizó tanto, que su examen para ella fue fácil. Amidamaru trataba de decirle las respuestas pero ésta se negaba. Cuando terminó, los Shamanes se encontraron con ella afuera del salón.

Lu: Amidamaru, no trates de ayudarme, debo hacer yo misma mis deberes.

Amidamaru: lo sé, solo quería que salieras rápido.

Manta: oye ¿Ya estás más tranquila?

Lu: sí claro, ahora que lo pienso lo del bus fue emocionante.

Ana: igual que la propuesta de Kurama.

Lu se sorprendió.

Lu: ¿Qué?

Ana: te has sonrojado mucho.

Lu: ¿Se nota tanto?

Todos asintieron a la vez. Mientras que Ana, con cara maliciosa le dijo...

Ana: te gusta.

Lu: a mí no...

Ana: por eso te desmayaste cuando lo viste, no por verlos a todos, no no no, fue al verlo a él.

Lu estaba como un tomate.

Lu: espera, yo...

Una compañera que casualmente pasaba cerca de ella, la llamó. Lu se sintió aliviada.

Carol: oye Lu...

Lu: precisamente contigo quería hablar.

Se fue con su amiga agarrándola del brazo.

Ana: ¡Qué suerte tiene!

Lu trató de estar un poco alejada de Ana deseando que otro equipo los relevara rápido. Ya en casa en su habitación, inquieta por la presencia de Ana preguntó...

Lu: ¿Cuándo serán relevados? Tienen mucho tiempo conmigo, me imagino que tienen cosas que hacer.

Yoh: no te preocupes atenderemos los asuntos luego.

Lu: voy a bañarme entonces, ya regreso.

Eran las 7 cuando salió del baño, los Shamanes ya no estaban allí. Quienes aparecieron luego fueron los chicos de Yu yu Hakusho.

Yusuke: ¿Nos extrañaste preciosa?

Lu sonrió gratamente, su inquietud e impaciencia aminoraron bastante.

Lu: claro, a todos.

Kazuma: ¿Cómo será la jornada de hoy?

Lu: bueno, hay que cambiar los roles ¿No?

Yusuke: creo que por este día debería ser igual que ayer.

Lu: me parece que deben cambiar de posición, es lo más justo, es mejor rotarse.

Yusuke: no te enrolles, Kurama se quedará.

Lu sonrió internamente, sin embargo, era una presión fuerte el tener la oportunidad de estar nuevamente cerca de Kurama.

Lu: está bien. Pero quédense un rato más, aún es temprano. ¿Ya comieron?

Yusuke: de hecho, ya nos van a mandar la comida, pero que se apresuren porque tengo mucha hambre.

Lu: si tú lo dices.

Enseguida entraron unos paquetes volando por la ventana, Lu observaba sorprendida cómo sobrevolaban por sus cabezas no hallando donde aterrizar, estaban como esperando la orden.

Yusuke: pizzas hechas en el Reikai.

Allí cayeron en sus manos; había uno para cada uno exactamente. Se dispusieron a comer; era la mejor pizza que ella había probado nunca.