"Un ataque simultáneo "

25 13 17
                                    

Al día siguiente Lu ya estaba despierta, esa mañana parecía tener un despertador en el cuerpo porque se levantó primero que Kurama, eran las cinco y miraba a su novio con ganas de levantarlo, hasta que no se aguantó y lo sacudió con delicadeza. Él la miró y frunció el ceño un poco; Lu se mordió el labio inferior.

Lu: ya se acabó la magia, ¿Verdad? No rosas, no poesía, no detalles, ya te estoy fastidiando.

Kurama: exagerada. Solamente quiero crear tensión en tí.

Ahora sí le sonrió.

Lu: ¿El vuelo es a las dos?

Kurama: sí, y son las… (miró el reloj) 5:30.

Lu: pero debemos viajar a Caracas temprano.

Kurama: amor, ni que la capital quedara a siete horas de aquí.

Lu: ¿Por qué no usamos un portal?

Kurama: nada de portales señorita, por eso se compraron los boletos. Koenma fue tajante, que debemos disfrutar cada lugar así solo lo veamos de lejos y en eso tiene razón.

Lu se cruzó de brazos e hizo puchero. Kurama se rió al verla así.

Kurama: tengo la novia más exagerada de la historia. Me levantaré para que vayamos a desayunar.

Se levantó.

Lu: ¿Y qué se supone que haremos en Laponia a parte de ver las auroras?

Kurama: tenemos todo un itinerario que seguir, así que relájate.

Se metió en el baño. Lu lo siguió y se entró también.

Lu: ¡Sorpresa!

Se bañaron juntos. Cuando estaban listos salieron a desayunar en la posada. Allí se encontraron al señor amable, el cual se les acercó.

Señor: buenos días. Hoy ya se van, ¡Qué tristeza!

Lu: de verdad que ha sido una experiencia hermosa el haber venido. Muchas gracias por sus atenciones.

Señor: estamos para servirles y ojalá regresen pronto.

Kurama: ¡Oh, claro que sí! Qué no le quepa la menor duda.

Les sonrieron.

Luego de desayunar, recogieron el equipaje, dieron una vuelta por la posada y se despidieron de todos. El ogro ya estaba esperando por ellos en la entrada, dieron un último vistazo en la distancia a la posada y se fueron. Tomando la vía hacia la capital a las nueve de la mañana

Lu: de verdad espero volver.

Kurama: y lo haremos.

Se tomaron el tiempo para llegar a Caracas, iban directo a Maiquetía a esperar su vuelo. Lu casi brincaba de la emoción.

Lu: primera vez en un avión. ¿Vamos directo?

Kurama: sí, aproximadamente de doce a quince horas.

Lu: esto es súper genial. Ya quiero llegar.

Durante el vuelo, Lu trató de dormir un poco, decía que era la mejor manera de pasar el tiempo más rápido.

Al despertar, Kurama le tenía la comida, estaba recién hecha.

Kurama: menos mal te despertaste por tí misma, no quería hacerlo yo. Justo a tiempo para que comas.

Lu: gracias mi vida.

La tomó en sus manos y se dispuso a comer.

Lu: ¿Cuántas horas llevamos de vuelo?

Amor, Armadura Y Espíritu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora