Amor, Armadura Y Espíritu.

"En el Santuario"

Lu se acostó pero estuvo por mucho rato dándole vueltas la cabeza tratando de explicarse qué había sucedido, no supo si fue real o producto de su imaginación. Al día siguiente la esperaban para desayunar, menos Kurama que no estaba. Ella no quiso preguntar por él.

Lu: ¿Se sabe algo de los Santos?
Lo poco que pude dormir me la pasé teniendo sueños extraños, imágenes borrosas de una batalla.

Ana: ¿Por eso tienes esa expresión sombría?

Lu: como te dije, dormí poco. Aprovecharé de ir a casa de mi madre al terminar, no la he visto recientemente.

Estar allí en esas circunstancias le hacía mal, se sentía oprimida, así que ni siquiera terminó de comer, se levantó a la mitad del desayuno y se fue.

Lu: Manta, me alcanzas luego.

El que la alcanzó fue Hiei sin perder tiempo.

Hiei: ¡Espera! Yo puedo explicarte.

Lu: ¿No que no sabías?

Hiei: no lo supe sino hasta hoy en la madrugada. Suzuki le consiguió humo de tiempo, uno que lo paraliza. Nadie supo lo que pasó entre ustedes por ese lapso, como si se hubiesen borrado del mapa por unos instantes.

Lu: ¿No podrá conseguir más?

Hiei: no, es una magia muy compleja, no se puede jugar con eso tampoco.

Lu se sintió decepcionada, bueno, había que intentarlo de todos modos.

Lu: mejor dejo lo que está quieto en paz. Fue tan lindo... (sus ojos se iluminaron con la luz del amor) quería más. Me da rabia que la felicidad sea tan corta y no solo eso, te trae desdicha al final.

Siguió con pesar su camino hasta su casa alcanzada por Manta después.

❤️ ❤️

Muchas horas antes en el Santuario al llegar los guerreros a su mundo, fueron de inmediato al templo para hablar con el resto de los caballeros de bronce sobre lo que presenciaron. Se encontraban en la casa de Aries.

Jabu: Athenas, gracias a Dios han llegado. Lo que pasó nos tiene con los nervios de punta.

Saori: ¿En qué momento sucedió el hecho?

Jabu: suscitó en la madrugada. Estábamos todos de guardia recorriendo el Santuario cuando de repente una intensa luz que venía del cielo se estrelló contra nuestros ojos dejándonos por un momento ciegos. Corrimos de inmediato al salón principal y en efecto, Alzukamir a punto de tomar la armadura de Sagitario. Kiki enseguida reaccionó haciéndoles una atadura a éste y a su gente, más o menos eran veinte pero desafortunadamente Alzukamir fue inmune a la técnica de Kiki y escapó antes de que pestañeáramos.

Kiki: intentó llevársela pero por prueba, para saber qué tan capaces son los guerreros que custodian el Santuario y a la armadura.

Saori: agradezco que hayan estado aquí para defenderla. Ese tipo no es de fiar y tampoco débil. Si Kiki no pudo detenerlo, imaginen el alcance de su poder que aún no ha mostrado.

Shaka: no ha querido mostrarlo pero está a punto de rebelarse y con personas a su servicio.

Saori: ¿Dónde están los custodiados?

Jabu: no muy lejos, en la casa de Géminis custodiados por Kanon.

De repente se oyó un grito aterrador procedente de la casa de Géminis de varias personas quejándose del dolor. Saori exclamó preocupada...

Saori: Kanon, ¿Qué les estás haciendo?

Salieron todos corriendo hacia dicha casa. Cuando llegaron, Kanon estaba agachado observando detenidamente cómo los sirvientes de Alzukamir se retorcían poniéndose rojos como antorchas.