Amor, Armadura Y Espíritu.

"El encuentro de dos almas gemelas"

En la residencia, ya se acercaba la hora del almuerzo. Aioria estaba solo en una de las salas absorto en sus pensamientos. Pensaba que había hecho lo correcto pero no dejaba de pesarle el haberla perdido; en su caso el no haberla tenido realmente, estaba consciente que el amar era también dejar ir, si ese fuera el verdadero significado del amor, él tendría experiencia en el tema. Saori al verle se le acercó, sentándose a su lado.

Saori: estoy muy orgullosa de tí Aioria, de verdad, sé que no fue fácil hacer lo que hiciste. Desprenderte de alguien a quien se ama profundamente requiere de mucho valor y fuerza de voluntad, y eso es lo que has tenido. Eres fuerte.

Aioria suspiró.

Aioria: a veces estamos tan rotos por dentro que nos ponemos una coraza para no preocupar a otros. Ese es mi caso ahora. Ella se preocuparía si supiera cómo me siento. Pero debo tragarme mis sentimientos y emociones, no quisiera cargarle eso a sus espaldas, menos ahora que necesita estar ligera. Debo quedarme con el recuerdo de lo que vivimos, sé que fue feliz y eso basta para mí.

Saori le puso su mano sobre su rodilla y la presionó sutilmente en señal de apoyo.

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Mientras tanto, Koenma y Genkai alcanzaron a las chicas que iban por la calle en búsqueda de un lugar para almorzar. Lu estaba eufórica, con el alma en un hilo y con los pelos de punta. Estaba sudando frío y se estaba mareando, un conjunto de síntomas que pudieran ser sentidos por otras personas a cien metros de distancia.

Botan: cálmate Lu, relájate. Ya lo peor pasó, serénate.

Lu: es que no puedo, simplemente no puedo, estoy ansiosa con enormes expectativas, ¿Y si no está solo? ¿Y si lo encuentro con alguien? ¿Y si se fue a otro lugar?

Koenma y Genkai lograron alcanzarlas casi corriendo.

Koenma: como dicen en tu mundo: relájate y peínate, y vaya que sí necesitas hacerlo.

Arrugando el ceño viéndole el nido en el cabello.

Genkai: no pasa nada muchacha, todo estará bien. En un momento lo localizarán y tú irás a su encuentro, así que contrólate que te va a caer mal la comida.

Lu: no quiero comer, tengo todos los nervios acumulados en mi estómago.

Koenma se le paró al frente y la detuvo agarrándola por los hombros.

Koenma: ¡Ya! Respira.

Lu intentó tomar aire.

Koenma: vas a comer, te vas a relajar, irás con Botan de compras y a arreglarte el nido que tienes en ese pelo, te pondrás bonita e irás con tu chico, ¿Sí?

Lu cerró los ojos y se relajó.

Lu: ya quiero buscarlo, encontrarlo y estar con él, compréndanme. Sé que estoy eufórica pero voy a hacerte caso.

Continuaron su camino al restaurante más cercano.

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Por su parte, Shuichi había ido a casa de su madre a verla ese día. Ella estaba preparándole almuerzo. Mientras cocinaba,  observó que su hijo estaba cabizbajo; se le acercó sentándose a su lado para preguntarle...

Shiori: ¿Qué pasa? Siempre has sido un chico muy callado sumergido en tus pensamientos, pero hoy te veo más circunspecto que todos los días. ¿Es por una chica?

Al recordar el rostro de Lu Genkai, apareció en sus ojos un brillo extraño, uno que su madre nunca había visto hasta ahora. Ella le sonrió con dulzura.