16. ENTRA AL AUTO.
Sentí un leve tirón en el hombro, abrí los ojos y me encontré de frente con esos enormes ojos grizulados.
Oh-oh....
Al parecer me había quedado dormida en la oficina...
Vamos Luce, piensa rápido.
Volví la cabeza hacia la cuna de mis manos y recité:
—En el nombre de Jesús, amén.
Me incorporé de inmediato y me llevé una mano a la frente.
Liam me miró mal. —Te quedaste dormida.
—¡¿Qué?! ¡¿Yo?!
—¿Amén? ¿Enserio? ¿Es lo unico que se te pudo ocurrir?
—Estaba pidiendole a Dios por ti —mentí.
Después de todo era día de acción de gracias.
Rodó los ojos. —Y a Jesús al parecer.
—¡Bien! ¡Es la ultima vez que le pido a Dios que se apiade de tu alma! Ya me vas a pedir que sacrifique un gato negro algún día en un circulo de sal para saldar el pago de tu alma a Satán, pero yo voy a estar muy cómoda tocando el arpa entre nubes, entonces pensarás "Oh, si tan solo hubiese dejado a Luce pedir por mi aquel día que..."
—Terminaste la reseña.
No era una pregunta.
Tenía el borrador de la reseña entre las manos y me miraba confundido, y no era por mi charla sobre Dios, Arpas y Satán.
— Si.
Lo miré buscando un atisbo de ceño fruncido o algún comentario sarcástico. Esperaba que mi reseña no hubiese sido tan mala. Honestamente no recordaba nada de lo que había escrito, nunca lo hacía.
—¿Qué haces todavía aquí? -preguntó confundido.
—Yo... bueno, creo que... no es tan buena... estaba... pensando como podría mejorar eso... y... am... me quedé dormida.... ¡¿Dije dormida?! ¡No! Quise decir que me quedé dando gracias por la...
—¿Piensas mejorarlo?
—¿Crees que a Dios le parecerá muy monótono? —incliné mi cabeza de nuevo— Dios...
—Estoy hablando de la reseña —dijo Liam entre dientes.
—Ah, eso... si, pienso mejorarla, no creo que quieras...
—Creo que la reseña es buena.
Se la pedí con un gesto. La leí e hice una mueca. —No es lo suficientemente buena.
—Tal vez deberías de ir a casa, son las cinco de la mañana.
Miré a la caja de pizza que estaba sobre la mesa... ¡Por supuesto! eso era lo que faltaba.
—¡Ed Sheeran! —corrí hacía la caja de pizza y leí lo que había escrito, tomé el borrador y tomando una hoja nueva comencé a escribir de nuevo.
Quince minutos después estaba la reseña completa.
—Está terminada —le entregué la reseña.
Liam la leyó y asintió con la cabeza.
—Vaya...
Sonreí. —Ya sé.
—Vete a casa.
Abrí los ojos de golpe, me dejé caer al suelo de rodillas y abrí los brazos al cielo. —¡Gracias Dios!
Liam rodó los ojos.
Me puse de pie de inmediato y salí corriendo de ahí... y luego regresé por la ultima rebanada de pizza, lo cual solo fue ligeramente vergonzoso.
El camino era bueno... largo, cómodo, fresco, libre ¡Libre! ... eso hasta que llegó Liam.
—¿Qué haces caminando? —preguntó desde la comodidad de su nuevo auto.
—Voy a casa a ducharme para volver a trabajar en tres horas para mi tirano jefe.
Ya eran las 5:00am. No iba a alcanzar pay de calabaza de la cena.
—No me dijiste que no tenías auto.
—No te dije que a los quince me salió un barro en la lengua, no tienes que saberlo todo.
—Entra al auto.
—Vete al diablo, tengo tres horas para gozar sin tener que verte la cara. Gracias, pero caminaré.
—Vas a llegar mañana. Entra.
Me crucé de brazos y seguí avanzando. Liam también lo hizo con el auto.
—No puedes ordenarme nada, estoy en territorio del gobierno del estado.
—Solo entra al maldito auto.
—¿Con esa boca besas a tu madre? Eso explica su expresión de limón chupado.
No quería meterme con su madre pero honestamente me estaba exasperando.
—¿Estás insultando a mi madre?
—Si.
—Pues yo no digo... sabes, no voy a caer en eso.
No tenía idea de lo que estaba diciendo.
—No entraré al auto.
Pasé por la calle Bromler donde Mickey y Woody, dos vagos muy amigos mios, aguardaban hurgando en la basura.
Liam miró en la misma dirección.
—Enserio Luce, entra al auto —ordenó esta vez mucho mas serio.
—Este es el atajo del que te hablaba. Llegaré en unos minutos a casa, puedes irte tranquilo.
—Maldita sea, entra al maldito auto ahora —gruñó/ordenó.
Me crucé de brazos y lo miré desafiante. Me di la vuelta y caminé hacia la calle Bromler.
—Luce —llamó.
Lo ignoré.
Escuché a Liam gruñir y luego el sonido del acelerador del auto desapareció. Ya no había rastro de Liam.
—¡Lucecita! —saludó Woody.
Pluto, el perro de Mickey (el vago, no el ratón) corrió a lamerme la cara.
—Eres un bonito Chihuahua.
Les dí las rebanadas de pizza que traía en la mano.
—Gracias, Luce.
Me encogí de hombros. —Las pagó mi jefe.
Seguí acariciando a Pluto hasta que me percaté de dos sujetos que se codearon y giraron en nuestra dirección caminando a paso rápido por el estrecho pasillo de la calle Bromler.
Oh-oh...
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N/A: Hola :3
Perdón por actualizar hasta hoy, tenía que editar este capítulo y tenía muchisima tarea :'(
Hey, les prometí que les traería a Katy ( PatyCipriano23 ) la mejor amiga de Luce (:3) pueden ir y hablar con ella, en Role Player es mi mejor amiga y también es mi hermana :3 así que cuidenla y tratenla bonito, estoy segura de que la van a amar :) Le gusta Avicii, estudia psicología, tiene un amigo Potterico (ama HP) (por cierto, saludamelo Paty :3) y también vende empanadas de camote, chicle, chile y Sangre O+ para vampiros... ah y ama a los chicos Marvel... ¡Y a Capitán América!
Por cierto... perdón si me tardo en responder, la universidad me absorbe toda la energía...
Voten, comenten...
=] Alex.
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Reina del Desastre (LR #1) *DISPONIBLE EN LIBRERÍAS*
HumorLIBRO #1 Luce Webber tiene 23 años, mala suerte y una lengua con vida propia. Liam es un importante empresario de 25 años, serio, con enfoque al trabajo y un inexistente conocimiento de la palabra "diversión". Cuando ambos se ven forzados a trabajar...