Cap. 53

65.6K 6K 1K
                                    

53.

*Tres meses después*

Los días en la editorial pasaron sin ningún incidente digno de mención, Wen estaba viva y seguía sin hablarme, al parecer todo el mundo sabía que no era mi hermana. Liam estaba saliendo con América, la pelirroja nueva en la editorial, al parecer después de lo de la fiesta en la que vomité hasta reventar y olvidé mi dirección (por no mencionar que incendié la casa de mi jefe), Liam y América comenzaron a verse más a menudo, no es que importara demasiado, pero incluso Liam dejó de pedirme reseñas en persona, de pronto era Rose quien me daba sus ordenes (lo cual debo decir, era mucho más agradable y al menos ella decía: por favor) No veía a Liam casi nunca, tenía la sensación de que en realidad trataba de evitarme a toda costa. Tengo que admitir que los primeros días me invadió una extraña y pequeña sensación de vacío, tal vez se debiera a que necesitaba estropearle algún material al jefe o sacarlo un poco de sus casillas para estar en armonía con el yin y el yang pero aunque me doliera admitirlo creo que el hueco que sentía de eso no tenia nada que ver. Después de un par de semanas su ausencia se fue amoldando a mi espacio, no es que no doliera, solo dolía menos. Me sentí estúpida sintiendo la extraña necesidad de llamarle, después de días y días de darle vueltas al asunto llegue a la conclusión de que él tenia sus propios ideales y un montón de razones para alejarse, ademas probablemente la nostalgia que sentía se debiera al invierno recién entrado en la ciudad, el cielo nublado y el aire fresco que azotaba con fuerza las hojas de los arboles no eran exactamente un incentivo de paz espiritual. Sip, el clima, apostaba los riñones de Wendy a que aquello se debía al clima y la excesiva cantidad de trabajo... ¿extrañar a Liam? Pff ya, claro.
Sin embargo John solía llamarme todos los días, incluso había entablado amistad con Dorian y Katy... ah, y Mery ya no lloraba cuando yo la tomaba en brazos.

El mundo estaba al revés.

Pero a pesar de los esfuerzos de Liam por ignorarme debía verme la cara en una de las conferencias más importantes en el mundo de la literatura. Quince editoriales (las mejores) iban a presentarse en Canadá a la par de los Quince escritores más importantes, el mundo entero tenía la mirada expectante en esa conferencia.

Lamentablemente esa conferencia era el 24 de diciembre. Así fue como Liam mandó mis sueños de navidad a la mierda. Probablemente la pasaría viendo un reality show barato a las 12:00am en una lujosa habitación de hotel comiendo pollo frito mientras leía a Jane Austen pegada a la ventana durante el resto de la velada y me daba un autoabrazo de navidad antes de ir dormir.

El plan perfecto.

Liam se ofreció a ir por mi a casa de Katy, yo le dije que no era necesario pero él agregó que con mi suerte perdería el vuelo y no iba a arriesgarse.

Pero seamos honestos y justos con Liam.... era un riesgo probable.

—¿Tienes los boletos? —me preguntó Liam mientras aparcaba en el estacionamiento del aeropuerto.

—Sip.

Bajamos del auto y automáticamente comencé a caminar en dirección a la cajuela del auto de Liam, mientras el lo abría y hablaba despreocupadamente con el hombre del valet.

—... no se preocupe, me encargaré de llevar su auto —aseguró el valet.

Comencé a tirar de mi maleta con la poca fuerza que mi pequeño y poco coordinado cuerpo me proporcionaba, pero fue inútil, la maleta estaba atascada.

Reina del Desastre (LR #1) *DISPONIBLE EN LIBRERÍAS*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora