Cap. 38

66.4K 5.9K 870
                                    

38. GREEN HILL.

John tuvo que soportar el extenso interrogatorio de Dorian sobre su trabajo, su número telefónico, su estado de salud y sus ingresos económicos (al parecer el hombre podría tener un helicóptero bajo la manga y me podría llevar secuestrada para el trafico de blancas) Quentin le preguntó si había besado a un hombre y yo enrojecí al instante cuando John respondió que no y Quen le palmeó el hombro diciendo: "ya encontrarás a alguien, viejo", por si fuera poco, Katy le mencionó innesesariamente mis clases de defensa personal y que había ido a la escuela militar.

Eran peor que mi padre.

—Lo siento... son un poco... —ni siquiera supe como describirlos.

Asintió abriendo la puerta del auto. —Te quieren... te cuidan, está bien.

:')

Lastima que fuera Gay.

—Por cierto Luce... te ves increíble, creo que tendré que estar contigo toda la noche, tu hijo me matará si alguien se te acerca. —comentó mirándome a los ojos.

Esos increíbles ojos oscuros.

Por alguna razón recordé que la noche del vomito a Stephen King, Liam solo dijo: "te ves muy bien" y acto seguido, cerró la puerta de golpe antes de que pudiera responder.

John era una historia completamente diferente.

Es gay, Luce, es gay.

—Gracias.... y Quen no es mi hijo.

Y de camino a Brow Hill le conté la historia de Quen.

Se partió de risa y no pude evitar reír con él.

___________________________

Al llegar al Brow Hill entramos por la puerta de la prensa y déjame decirte que es una historia completamente diferente a ir con Liam por la alfombra roja mientras los periodistas te hablaban de las hemorroides de tu hermana.

No tenía que preocuparme por las cámaras... quiero decir, si, estaba rodeada de prensa pero sabía que yo no era su objetivo y si, hasta se veían agradables cuando reían entre ellos y guardaban sus cámaras.

El sitio era enorme.

Todo era oscuro y al centro solo se iluminaba una bonita pista cuadrada sobre la que vagaban dos niños de traje con un par de súper héroes y autos mientras sus despreocupadas madres escuchaban detenidamente la conversación que se desarrollaba a su alrededor. La poca iluminación sobre los candelabros daba la apariencia de estar bajo las luces de pequeñas veladoras. Las mesas, por toro lado, eran enormes.

—¿John? —llamó una anciana elegante en cuanto entramos— ¿Johnny eres tú?

John giró y sonrió abiertamente a aquella mujer.

—Grace.

—Oh, tenía tanto tiempo sin verte muchacho —dijo mientras lo abrazaba.

—Señor Green —saludó John al hombre detrás de Grace con un abrazo de una mano, de esos que se dan los viejos amigos.

—Has crecido muchacho.

Rió leve. —Quiero presentarles a Lucinda Webber, subdirectora de ediciones de Editorial Woodgeth, Luce —los señaló— ellos son Grace y Max Green, periodistas retirados.

—Es un placer  —entrecerré los ojos.—¿Nos conocemos?

Juraría que los había visto antes.

La señora Grace rió leve y me estrechó la mano. —Un gusto... creo que tal vez nos has visto en televisión.

El señor Green besó mi mano con gracia.

Reina del Desastre (LR #1) *DISPONIBLE EN LIBRERÍAS*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora