Reina del Desastre (LR #1) *DISPONIBLE EN LIBRERÍAS*

Cap. 19

19. RUBIAS VS. MORENAS.

Para ser honesta nunca fui a la oficina del director por golpear a alguien.

-Es inaceptable -gruñó Green- Hace cinco minutos te pedí que lo llevaras a terapia y tú... ¿Tú formas una alianza con él? ¿Una pandilla?

Vaya, visto de ese modo bien tenía derecho a mirarme como a un discípulo de Satán.

-Él se lo merecía -se defendió Quen.

-¡No me importa lo que haya hecho! En mi institución tenemos una política de cero violencia y no toleraré más el comportamiento inadecuado de su familia.

-¿Va a expulsarme?

Green suspiró. -No, voy a llamar a las autoridades para revocar la tutela de la familia Webber.

- ¡¿Qué?! -gritamos al unísono.

La directora me miró. -Usted no es apta para cuidar de un menor, Quentin necesita atención.

-Solo le golpeó la cara a un adolescente, eso lo hace todo el mundo.

La directora me miró mal. -Pueden retirarse y Quentin esta suspendido una semana, esperen la visita de las autoridades en cualquier momento.

-Con una semana voy a repetir el año.

-Es una pena -asintió la directora.

-¿Sabe quien se casó con la pena? -preguntó Quentin repentinamente animado- El pe...

-Ya nos vamos -aseguré arrastrando a Quentin conmigo.

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Me acerqué a mi aburrido, descolorido y frío cubículo en la aburrida, descolorida y fría editorial Woodgeth notando una pequeña nota estilo post-it en la pantalla. La palabra "Perra" estaba escrita con labial rojo.

Arqueé las cejas y arranqué el papel.
Vaya, si que era un misterio.

-Maggie ¿Sabes donde está Kennya?

Maggie sonrió aparentemente feliz de que lo hubiese descubierto de inmediato y señaló el cubículo del fondo. -Acabala.

Sonreí e hice ademán de saludar al capitán antes de dirigirme a Kennya.

Caminé por su cubículo y sin detenerme le pegué el papel a la boca. -La próxima vez que vuelva a encontrar uno de estos en mi área te voy a arrancar las extensiones -y continué caminando hacia la cafetera que estaba a solo unos metros del área de Kennya.

Comencé a preparar un poco de café y por el metal brillante de la cafetera pude ver como Kennya corría hacia mi con expresión molesta.

Esperé y me aparté cuando la chica se acercó lo suficiente. Se dio de cara en la cafetera.

-Uy -exclamé tomando un sorbito de mi café.

-Tú maldita zo...

-Cuidado con lo que dices.

Volvió a querer saltar sobre mi, pero esta vez con furia, enserio, podía verle las venas del cuello.

No fue tan difícil, me aparte de ultimo momento y esta vez se dio contra la pared de cristal.

-¡Perra! -gritó sosteniéndose la frete con la mano.

- ¡Webber, McPork! ¡A mi oficina en este instante! -ordenó Hammelton.

Genial apenas el día anterior había ido a parar a la oficina de Green y ahora iré a la de Hammelton.

Pasamos por el largo pasillo hacia su oficina sometiéndonos a las miradas de todas las rubias secretarias. Algunas me fulminaban con la mirada, otras me miraban sorprendidas y otras sonreían abiertamente en mi dirección.