Reina del Desastre (LR #1) *DISPONIBLE EN LIBRERÍAS*

Cap. 26

26- HOSPITAL.

Abrí los ojos y me encontré en una habitación aséptica de paredes blancas y poca iluminación. Una intravenosa me pinchaba el dorso de la mano y un muy cansado Liam yacía en el sofá de piel que...

¡¿QUÉÉÉ?!

-¡¿Liam?!

Liam abrió los ojos de golpe y me miró.

-¿Qué haces aquí?

Bostezó. - Estaba durmiendo.

-¿Por qué?

-Porque el cuerpo humano...

-¿No, por qué aquí?

Me miró. -Me pediste que me quedara. No quisiste que llamara a Wendy ni a tus padres.

-No tenías que quedarte.

No recordaba mucho de la noche anterior después de los sedantes y los antibióticos pero estaba muy segura de que Liam pudo haberse marchado... tal vez mi jefe tenía alma... después de todo.

-¿Cómo se siente señorita Webber? -preguntó el médico irrumpiendo en la habitación.

-Mejor.

-¿Nauseas?

-Sip.

-Normal -aseguró mientras lo anotaba en su libreta.

-Tengo hambre.

-Va a comenzar con cosas ligeras ¿entiende? Nada de chatarra...

- ¡¿Qué?! -pregunté/grité sentándome de inmediato.

Liam comenzó a revisar su móvil.

-Nada de chatarra...

-¿Nachos?

-No...

Comencé a entrar en pánico.

-¿Pizza?

-Bueno, es chatarra.

-¿Helado?

-Eso clasifica como chatarra.

-¿Hot Dog?

-NINGUNA chatarra.

- ¡¿Por qué no me mata de una vez?!

El médico parpadeó. -¿Perdón?

-Lo que quiere decir es que es duro, pero lo hará -aseguró Liam mientras texteaba en su móvil.

-Esto es peor que parir al anticristo ¿Por qué no me da una inyección y ya?

- Como si fuera tan fácil.

Y luego salió murmurando algo parecido a Ocho años>> estudio>> mocosa>> dar ordenes>>

Creo que no se lo tomó muy bien.

Silencio.

(.....)

-Bien señorita Webber, como dije, sin chatarra al menos una semana, solo ingiera comida solida durante tres días y termine su tratamiento -dijo el médico entrando de golpe.

-Intoxicación por mercurio.

-¿Perdón?

-A los quince me retaron a comer una cubeta entera de camarones... sufrí una severa intoxicación por mercurio. Una semana en el hospital. Puedo sobrevivir a esto.

El médico y Liam se miraron.

-No confió en ella.

-Ni yo.