Reina del Desastre (LR #1) *DISPONIBLE EN LIBRERÍAS*

Cap. 41

41.

Un gélido olor invadió mi nariz por completo, el sabor que tenía en el paladar era sorprendentemente aterrador, quería arrancarme la lengua y arrojarla al inodoro junto a mi vómito.

Liam tenía razón, yo era una terca y el ser humano con menor capacidad cetónica en todo el universo. No debí hacer ningún brindis, no debí comer tanta chatarra y sobre todo no debí excederme con las copas de vino.

Vomité.

En el inodoro del elegante baño.

Otra vez.

Pronto un puño fuerte tocó la puerta con ímpetu.

—¿Segura que estás...?

—¡Estoy bien! —más vómito.

Había estado en el baño vaciando cada copa de vino por un promedio de una hora entera. Humillante. John esperaba amablemente fuera del baño mientras yo volcaba todo el estómago.

—Tal vez deberíamos volver... te llevaré a casa y...

Más vómito.

—No.

De ninguna manera iba a arruinarle la cena a una de las personas mas maravillosas que había conocido jamás.

La puerta del baño se abrió y John entró para ayudarme a ponerme de pie, gracias a Dios ya había terminado de vomitar.

—Te llevaré a casa.

Suspiré y recargué la cabeza en su pecho. Realmente creo que no tenía otra opción

—Bien.

John parecía buena persona, en ningún momento me pareció que fuera correcta alguna de las paranoicas sospechas de Liam.

Caminamos por el enorme salón esquivando alrededor de 500 personas de traje y otras 500 con vestidos pretenciosos y elegantes.

De pronto choqué contra un cuerpo blando y un liquido frío corrió al instante por mi brazo derecho.

Elevé la mirada y encontré una enorme melena roja y bien ordenada en risos perfectos a la par de unos bonitos y gigantes ojos verdes.

América, por supuesto.

Había chocado con ella y derramado el vino de su copa en su vestido y en mi mano derecha. Maravilloso.

—Uy, lo siento.

—Descuida —dijo entre dientes.

—Vayámonos Luce.

—Adiós América, guardarme algo de tófu —comencé a reír como loca... Tófu ¿Entienden?.... ya se que no fue gracioso... bebanse 12 copas de vino fino a ver si no le ven la gracia una hora después.

—Luce...

—Si, si... vamonos.

Caminé junto a John hacia la puerta. Erguida, con la cabeza en alto aparentando ser la persona mas sobria en todo Brow Hill.

—Estas sobreactuando —advirtió John.

—Lo siento.

—Luce —llamó Liam.

—Ay no... ¡¿Es en serio?! Dios, ya dime qué te hice.

—Luce, deja de hablar con Dios —susurró john en mi oído—, las personas te están mirando —rió leve.

—No lo dije en voz alta —aseguré tratando de convencerme a mi misma mas que nada.

—Lo dijiste.