Ricitos de Carbón- Finn Wolfhard-

6-El Gran Finn Wolfhard

Narra Lia:

Hace ya unas semanas que nos hemos mudado a Vancouver.

Me he hecho muy amiga de Iris, es un amor de chica y es muy dulce.
Sigo hablando con Dylan, pero no tanto ya que él está muy ocupado con sus clases.

-Y cuéntame más sobre Dylan- insistía Iris mientras estábamos almorzando en las gradas del campus.

-Qué más quieres que te diga Iris? - bufé cansada.

-Pues... a ver enseñame el collar que compartís- dijo ilusionada.

Saqué el collar y se lo mostré por quinta vez! Desde que lo mencioné no para de decir que es muy tierno, muy dulce, que si está ENAMORADO DE MI?! Yo la verdad flipo con sus ideas de fan-girl.

-Lia, esta tarde puedes venir a mi casa, si quieres, claro- dice mientras guarda su botella de agua.

-Obvio si!- respondí bajando los escalones de las gradas- Te das cuenta de lo amigas que nos hemos hecho en tan poco tiempo- dije incrédula.

-Ya! Nos hemos convertido en muy buenas amigas, y eso me encanta! - dice entrelazando su brazo con el mío para dirigirnos a clase.

Después de clases, sobre las 4 de la tarde empecé a arreglarme para ir a la casa de Iris, bueno, arreglarme no es el mismo concepto para todos.
Me puse una sudadera gris y unos vaqueros azules desgastados junto con mis zapatillas blancas de todos los días.
La verdad, como ya habíamos cogido bastante confianza no me importó el aspecto que llevaba.

Unos golpes en mi puerta me sobresaltaron y Lucy entró con la respiración entrecortada.

-Lia, supongo que eres consiente de todos los favores que me debes.- dijo con una cara de perrito mojado.

Mi ceño fruncido y mi silencio lo dijeron todo, así que continuó hablando.

-Hoy te voy a presentar al chico del que siempre te hablo, he quedado con él esta tarde, y como sabes papa y mama me han dejado a cargo de ti, vendrás conmigo a casa de Nick y te quedaras con su hermano, me ha contado que es de tu misma edad, me vas a ayudar y no acepto un no como respuesta!

Y joder con mi hermana, llamé a Iris y le cancelé, tuve que renunciar a mis planes por ayudar a mi estúpida hermana.
Nos fuimos a la parada del autobús, yo iba toda enfurruñada y Lucy...ella era la viva expresión de la felicidad.

-Supongo que estarás contenta- mencioné rompiendo el silencio.

-Lia, gracias de verdad, eres la mejor- seguidamente miró el reloj- Oh mierda, debemos estar ahí en 30 minutos y creo que vamos a llegar tarde...
¡¿Y si Nick se cansa de esperar?!?
¡¿Tu crees que le gusto?!
¿Voy bien?
¿Tengo alguna mancha de salsa?
¡¿Estarán sus padres?!

-Tranquilizate!!! Todo va a salir bien, no? Además si me has convencido de que vaya contigo debe ser por una buena causa. Y...si, tienes una mancha de salsa en tu blusa. - dije intentando parecer seria.

Ella se puso más nerviosa de lo que estaba y comenzó a buscar la mancha inexistente.
No puede contener más la risa y finalmente se percató de que era una broma. Me dió un codazo, me dolió más de lo que me hubiera gustado.

Por fin, llegamos a la casa y joder, era preciosa. Tuve que llamar yo al timbre porque la tonta de mi hermana tenía vergüenza.

Nos abrió un chico alto, piel blanca y cabello negro con un montón de rizos.

-¡Hey Lucy!-después de su gran...recibimiento hacia Lucy, se dió cuenta de mi presencia- Tu debes de ser Lia, un gusto conocerte. Seguro que Finn te caerá bien, pasad.

Entramos y la casa aún era más bonita, paredes blancas, cuadros por todos los lados, me detuve en uno, donde había dos niños pequeños con uniforme, eran muy tiernos.
La voz de Nick interrumpió mis pensamientos.

-Finn te presento Lia, mi cuñada. Os llevareis bien...¡Mierda, se hace tarde!
Finn comportate y no hagáis ningún desastre volveremos en la noche.- se despidió de nosotros y acto seguido salieron de casa dejándonos solos.

La primera impresión que me había dado Nick, era un desastre, era un chico bastante sociable, para nada tímido.

Aún estaba sumida en mis pensamientos... mi cuñada... ¡¿Que mierda?! Estaban saliendo y Lucy no me había dicho nada?!
¡¿Esta mujer se iba a ente-

- Bueno, yo soy Finn, supongo que ya lo sabrás.

- ¿Porqué debería saberlo acaso eres famoso o algo?

El chico carcajeó con ganas.

-Literalmente sí. ¿No has visto Stranger Things o IT?

Me quedé heleda, genial debe parecer que no tengo televisión en casa, pero la realidad es que prefiero leer libros a ver Netflix o cosas por el estilo.

- Lo siento pero la verdad es que no.- dije avergonzada.

- Vaya, creí que serías una fan obsesiva, casi todas reaccionan dándome un abrazo o pidiéndome un autógrafo- dijo con una sonrisa- Aunque no me esper-

-¿Eres consciente de que acabas de arruinar mi primera impresión sobre ti?- lo interrumpí irritada por su actitud.

La verdad es que se tomó muy bien mi comentario, porque esbozó una sonrisita, y se giró de espaldas a mí. No entendía nada, hasta que después de unos segundos se volvió a girar aunque esta vez hacia mí.

-Buenas tardes ma'am, soy el gran Finn Wolfhard.-se arrodilló frente a mí y me cogió la mano.-¿Puedo preguntarle cómo se llama señorita?

¿Porque ahora actúa como una persona diferente?

-Soy Lia Smith. Por cierto, ahora mejor, espero que el resto del día sigas comportándote así de bien.

-Bueno, actúo diferente dependiendo de la persona, contigo he tenido que usar el natural.-giñó el ojo.

-¿Tienes un tic en los ojos?- lo fastidié sonriendo.

Finn se limitó a rodar los ojos con una pequeña sonrisa divertida.

-¿Y bueno, que hacemos?

5-4-2021