Ricitos de Carbón- Finn Wolfhard-

21-Cosa de tres

Narra Lia:

El primer dia de clases, habíamos acordado Iris y yo que nos veríamos en el recreo, ya que ella estaba en otra clase diferente a la mía.
Y daba la casualidad de que a Dylan le había tocado en la misma clase que mi amiga rubia.

-¿Estas segura de que quieres bajar? Es tu primer día, e igual, alguna arpía se mete contigo.-me dijo Nick con falsa preocupación, que se había ofrecido a llevarme el primer día.

-Tus trucos baratos para asustarme no funcionan conmigo. -le respondí segura de mí misma.

-Vaya, con Finn si que funcionaban...

-Ya Lia, baja de una vez, cuando Nick y yo lleguemos a la nueva cafetería ya no quedará nada para almorzar.-se quejó mi hermana hambrienta.

-Tranquilizate bebé, sólo son las 7:30 de la mañana. Ni siquiera habrán abierto aún.

-Me bajo ya, adiós pesados.-murmuré incómoda cerrando la puerta del auto.

Después de varias presentaciones de profesores y explicaciones sobre que haríamos en cada materia, salí al encuentro de mis amigos, intrigada por si ya se habrían conocido o no, después de la insistencia de Iris el año pasado.

Decenas de alumnos hicieron un tapón en las escaleras y...
¿Volví a encontrarme con Emma y su séquito de amigas? Obvio sí, esas son las que no se van ni con quitamanchas. Las ignoré educadamente mientras me miraban de arriba a abajo, y me dirigí al recreo.

Visualicé a mi amiga en una mesa tecleando su teléfono, y cuando me acerqué a ella, la vibración en mi bolsillo, de que me había llegado una notificación, la hizo sobresaltarse.

-¡Liaaaa! Te acababa de envíar un mensaje para avisarte de que estaba aquí.-me abrazó entre sus pequeños bracitos. Que tierna es por favor.

-¡Yo también tenía muchas ganas de verte!-me separé de ella.-Pero ahora mismo tengo muchísima hambre.-murmuré mientras sacaba mi comida y me sentaba a un lado suyo.

-¿Que me cuentas sobre Finn, tienes alguna novedad?-preguntó con la boca llena.-He estado muy distante desde que me fui una temporada con mi abuela.

-¡Eso!¿Como fueron tu vacaciones? -desvié el tema, ya que es muy fácil de distraer a la pobre de mi amiga.

-No me digas nada, que sepas que estuve dos meses sin internet, solo pude leer en la vieja biblioteca que tiene mi abuela ¡Hasta me enseñó a tejer! De echo te hice un-

-¡Hola Lia! Te he estado buscando por toda la cafetería.-saludó alegremente Dylan llamando nuestra atención.

-¡Hola Dy!-le dí un beso en la mejilla.-Puedes sentarte con nosotras.-le dije ya que seguía de pie.

-Esto....hola, creo que vamos juntos a clase, me suenas mucho.-se dirigió a Iris mientras abría su mochila.

-¡Iris!-pasé la mano por delante de su cara- Él es Dylan, mi mejor amigo, del que tanto te he hablado ¿Te acuerdas?

-¿Enserio le has hablado de mí?-le brillaron los ojos a Dy.

-¡Sí! Soy Iris Apatow por cierto.-se presentó ella sonrojada.

-Dylan Eckert a tu servicio.-hizo una pequeña inclinación de cabeza como reverencia.

Aunque al principio Iris tuvo un poquito de vergüenza, se integró perfectamente en la conversación y se llevaron entre ellos muy bien.

A partir de entonces, cada día nos reuníamos los tres en los descansos, o bien en una mesa de la cafetería o en la sombra de un árbol en el pequeño jardín que contaba el instituto.