Ricitos de Carbón- Finn Wolfhard-

30-Muere por tí

Narra Lia:

-¡Creo que merezco un poco más de respeto!-me espetó.

-¿No podríamos ser una familia normal? ¡Os pasáis todo año fuera de casa! ¡Solo tengo el apoyo de Lucy! -pregunté al borde de las lágrimas.

-¡¡No sé como crees que pagamos todos vuestros caprichos!! Si no fueramos a trabajar todos estos lujos se acabarían.-se molestó aún más.

-¡PREFIERO SER POBRE Y TENER UNOS PADRES A MI LADO! ¡Nunca lo entenderás!-cogí mi abrigo dispuesta a marcharme.

-¡Eso! Marchate como siempre, no te puedes enfrentar ni a tu madre. ¡Cobarde! -escupió sin escrúpulos.

Me harté de ella, y me fui.

Esta mañana bajé a desayunar y me la encontré preparando uno de sus batidos de proteínas o no sé qué. Empezamos a discutir cómo siempre. Y para colmo, Lucy se había ido esta mañana temprano con Nick.

Me acordé de Finn, debería volver esta tarde, pero desgraciadamente, no podría ser posible. Eso solo me entristeció aún más.

Después de relajarme un poco mientras paseaba por las calles nevadas y concurridas, decidí ir a aclarar las cosas con Dylan.

Llamé a su puerta, y cómo siempre me abrió él un poco confundido.

-Eh...¡Buenos días! -intenté sonreír.

-Hola...-hizo una mueca.

-He pensado que podríamos salir a...¿pasear? -propuse.

-Sabes que no quiero hacerte sentir incómodo, y bueno, lo de ayer...no quería decir eso...-empecé, mientras ligeros copos de nieve caían sobre nosotros.

-Sé perfectamente lo que querías decir.-me interrumpió mirando al frente.

-A ver...has malinterpretado...-no sabía por dónde empezar.

-No he malinterpretado nada, Lia.-paró en seco y se giró hacia mí.-Sé perfectamente que no sientes nada por mí.-agarró mis manos.-Y está bien, te quiero muchísimo, y sé que-

-Yo también te quiero mucho-lo interrumpí.

-Ya lo sé, me quieres...pero no de la misma forma en la que yo te quiero a ti. De todas formas no era ninguna sorpresa... supuse que te habías dado cuenta.-agachó la cabeza.

-N-no la verdad es qué...

-¡Dios mío! -se pasó una mano por el pelo sin soltarme con la otra.-Si hasta Iris lo sabía.

-Iris lo sabía antes de conocerte en persona.-reí mientras él me secaba algunas lágrimas.

-Sobre Iris..creo que siento algo por ella.-cerró los ojos.

-P-pero creí que...¿te gustábamos las dos? -pregunté confusa.

-Desde que te conocí, tuve un tipo de crush contigo...y Iris, ella...empezamos a hablar hace bastante tiempo, por teléfono, quiero decir. -aclaró.

-Ajá. -lo escuché mientras empezábamos a andar de nuevo.

-Ella es especial, es divertida, cariñosa, es una gran amiga, pero...

-¿...pero? -pregunté curiosa.

-Tampoco me corresponde, es decir, me quiere como una amiga, nada más. -suspiró.

-Dy, se muere por tí. Estoy segura de que si le dices lo que sientes, ella...-me emocioné.

-¡Gracias! -se abalanzó sobre mí para abrazarme feliz.

-¿Te quedas todo el día conmigo? -pregunté ilusionada.

-Es muy buena idea, mi tia no está en casa.

-¡Genial! Vamos, hoy iremos a comer a algún sitio, y creo que esta tarde ya no estará mi madre por casa.-hice una mueca.