34-Una cena no tan romàntica

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Narra Finn:

Después de esa incómoda situación, resulta que ellos no estaban aquí por casualidad, sinó que Lía los había invitado.

¿Es que no podemos tener un momento a solas ella y yo?

Si, lo que acabáis de oír ELLA Y YO, los dos, juntos y SOLOS.

Pues se ve que no, y tendría que esperar hasta encontrar otra oportunidad en la que poder declarar mi amor incondicional hacia mi pequeña bebé.

Finn, basta, esto esta sonando un poco bastante cursi.

Callate de una vez.

-Lia, aquí en el menú esta tu plato favorito.-comentó Daniel apartando la mirada del papel para observar con una sonrisa a Lia.

-¿Ah si?- se entusiasmó.

-Claro, tu comida favorita es-

-El sushi.- acabé por el la frase mientras le lanzaba una mirada asesina.- ¿Era eso lo que ibas a decir Daniel?

-Si.- me sonrió amablemente.- Por cierto Finn, mi nombre es Dylan, me has llamado varias veces Daniel, aunque no te preocupes, seguro lo habías entendido mal.

-Perdona, no me había dado cuenta, ahora ya lo tengo claro.- sonreí falsamente, debajo de la mesa, Lia me pisó el pie intencionadamente.

-Finn, ¿que te ocurre?- me susurró disimuladamente en un momento en el que Dylan y Iris hablaban animadamente.

-Nada mi amor.- ¿porque tenía que verse tan guapa incluso enfadada?

-Bien, porque como vuelva a presenciar otra bromita de mal gusto hacia él...- sonrió tierna.-... te echo fuera.

Dicho esto se unió en la conversación de nuestros acompañantes y yo puse los ojos en blanco.

Yo no pensaba participar en esa conversación y hacer como si nada, los observé con cautela, Lia parecía muy agusto con él, se reía continuamente y lo miraba de una forma...extraña.

O igual son alucinaciones mías.

Él también intentaba hacerse el interesante, yo solo me quería reir en su cara, estaba haciendo el ridículo con sus estúpidas anécdotas de chico bueno.

"El otro día, Iris y yo fuimos a la nueva pastelería que hay justamente en esta calle."

"Si nos ponermos de acuerdo, podemos ir todos juntos estas vacaciones."

"Lia tienes que probar la tarta de zanahoria que hacen allí, ¿a que estaba buena Iris?"

Bla, bla, bla...

¿A quién demonios le importa cuál sea tu tarta-

-Finn, ¿a ti que te parece?- la voz de Daniel me volvió a la realidad.

-¿Qué?- murmuré.

-Dylan te acaba de preguntar si te apetecería venir a tomar algo mañana, todos juntos.- me informa Iris con el ceño fruncido.

Todos esperan mi respuesta, Dylan parece preocupado y al apartar la mirada para ver a Lia, que parece confundida y decepcionada a la vez, se me rompe el corazón.

-No hace falta que respondas ahora mismo, Finn.- Dylan me sonríe apenado al ver que no respondo.- No te sientas presionado.

Y como si me hubieran quitado una venda invisible que tapaba mi visión, me doy cuenta al instante de que estoy arruinando nuestra cena con mis celos.

Me siento horrible, por mi comportamiento y por no haberme dado cuenta de él hasta ver a Lia así.
Sé que esta enfadada conmigo y no puedo negarlo, tengo la culpa de ello.

-¿Puedes acompañarme un momento al baño?- me pide ella sin mirarme.

-¡Os esperamos para comer las patatas con beicon!- avisa Iris riendo.

-¡No por mi parte!- grita Dylan metiéndose varias patatas en la boca.

Ricitos de Carbón- Finn Wolfhard-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora