27-Mentiras

5 0 0
                                    

Narra Finn:

-Pero- ¿Para que le mientes? -oí a Caleb a mis espaldas.

Acababa de colgarle a Lia, le había mentido, le había dicho que no llegaría para Navidad, cuando iba a llegar perfectamente.

Gracias a mis dotes de actuación, había salido todo tan natural, tan real...
Sonreí para mí mismo.

-¿Me vas a responder? -se molestó mi amigo.

-Le voy a dar una sorpresa.-dije feliz. Aunque el moreno no le devolvió la sonrisa.

-¡La has decepcionado! Está triste, va a estar triste las 2 semanas que quedan hasta que la vuelvas a ver y le des la "sorpresa".-hizo comillas con los dedos.

-Caleb, te estás precipitando, todo va a salir bien, de echo-

-Imaginate estar esperando a alguien con ansias y que te mienta diciendo que no vas a poderlo ver. ¿Tan difícil habría sido decirle la verdad? Seguro ella hubiera sido más feliz si-

-¡Ya sé cuál es tu problema!- me molesté.- ¡Estás celoso! No tienes el valor de decirle a Sadie que te gusta, y desde que te he dicho que me voy a declarar a Lia, te has sentido inferior.

-¿¡QUÉ!? -gritó incrédulo.

-No vas a arruinar mis planes, sabes perfectamente que no me vas a hacer sentir mal después de haberle mentido a Lia por una buena causa.

-¡Haz lo que te dé la puta gana!-azotó la puerta con furia.

Pasé varios días enojado con mi amigo, hasta que Gaten nos encerró en su habitación y nos amenazó en que si no arreglábamos las cosas, no nos dejaría salir.

-Siento mi actitud del otro dia.-dije fijándome en la madera del suelo.

-Yo siento haberte hablado así de mal.-me respondió mirándome.

-Perfecto.-sonreí.-Somos bros otra vez.

-Bros para siempre.-me devolvió la sonrisa.

La verdad es que con Caleb siempre había sido todo así de fácil, él y yo nos entendíamos a nuestra manera y eso era lo que contaba.

-Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, ¿verdad? -le dije mientras me tumbaba en la cama de Gaten.

-¿A qué viene eso? -me cuestionó confuso, imitando mi gesto.

-Con la zanahoria.-respondí divertido.

-Espera...-frunció el ceño molesto.-No le llames así, tiene nombre y se llama Sadie.

-Claaaro.-reí molestándolo.-
Querrás decir, tu querida crush "Sads" o como la llames.-hice comillas con los dedos.

-¡Sadie no es mi crush!-gritó como un niño pequeño.-Es mi mejor amiga y punto.

-El otro dia no decías lo mismo.-solté una gran carcajada.

-¡Déjame en paz!-cruzó los brazos.-¡Oh, oh! Me acabo de acordar de alguien... -sonrió maliciosamente.

-Caleb...no empieces.-le advertí.

-¿Porque has llevado toda la mañana encerrado en tu habitación? ¿Estabas hablando con tu novia? ¿Lia?

-Si, yo sí lo admito.-sonreí con superioridad- Estoy orgulloso de hablar todos los días con la chica que me gusta.

-¡Uy! Es verdad, no me acordaba de que tienes que llamarla porque no la puedes ver en persona.-atacó bromeando.- En cambio, yo veo a la que me gusta todos los días.-se acercó a mi oído.-Y no la veo a través de una pantalla.

Dicho esto salió por la puerta riendo como una foca. Yo entorné los ojos y decidí enviarle un mensaje a Lia.

Mañana era el último día de grabaciones, y dentro de dos días volvería a casa.

"Hola bebé. ¿Ya fuiste a comprar la decoración navideña? "

Ricitos de Carbón- Finn Wolfhard-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora