Ricitos de Carbón- Finn Wolfhard-

18-No me lo puedo creer

Narra Lia:

Mi sufrimiento ha empezado.

La alarma suena por tercera vez para avisarme de que ya estamos a lunes, el primer lunes del mes, y el colegio vuelve a abrir sus puertas.

Parecía ayer que había empezado el verano, sin embargo ya estamos en octubre, y toca volver a la rutina.

Salgo corriendo por la puerta con mi abrigo de ovejita, los jeans negros y mis botines del mismo color.
Pero una mano se aferra a mi muñeca impidiéndome que dé un paso más.

-¿A dónde te crees que vas?

-Joder Lucy ¿Pues donde crees que voy a ir? Al colegio, hoy es lunes.

Ella suelta una risita.- El colegio empieza la semana que viene, listilla.- dice todavía riendo.

Eso significa, que...aún no es el primer lunes del mes, y que me he levantado temprano para nada.

-Mierda -digo antes de volverme hacia casa y tirar la mochila de malas maneras al pasillo. Me adentro a la cocina y rebusco en los cajones algo de comida para desayunar.

-En esta casa no hay nada, se supone que hiciste la compra pasado ayer, que diablos compraste?

-Ah, pues no sé, tal vez se me pasó comprar comida. Fue cuando Nick vino conmigo y nos distraímos pues...en casa...

-No me des más detalles. Ahora mismo vamos al supermercado, por cierto pagas tú.

Nos costó llegar, porque una tal Lucy, mi hermana, vaya, se distraía mirando las vitrinas de absolutamente todas las tiendas que nos encontrábamos. Terminamos comprando tres pares de zapatos, que según ella, eran necesarios.

Y cuando por fin entramos en el supermercado, la perdí de vista, literalmente, tuve que ir yo, pasillo por pasillo, buscando todo lo que había que comprar.

Me encontraba en el pasillo de los cereales, cuando una voz conocida hizo que me girara desconcertada.

-¡¡Dios!! ¡¿Se puede saber que haces aquí?!-dije tirándome a sus brazos.

-Acabo de llegar, habíamos parado a comprar algo para comer.No sabes cuanto te he echado de menos!!- respondió mi mejor amigo.

-¿Vas a empezar el curso aquí?

-Sí, mi tía acaba de encontrar trabajo cerca, y nos quedaremos por una temporada. -murmuró Dylan.

-¡NO ME LO PUEDO CREER! -grité emocionada.

-Shh, no grites, ya nos están viendo todos.-dijo avergonzado.

-Parezco yo mas feliz de verte que tú ¿Acaso no me echabas de menos?

-No se trata de eso, es que no me gusta mostrar afecto en público.

-Espera- dije mirando a alguien atrás de él- Ahí está mi hermana, bueno, mi madre- dije con picardía.

-No me lo recuerdes, que vergüenza pasé.

En ese momento llegó a nuestro lado Lucy, y se quedó mirando a mi amigo.

-Oh, hola, me acuerdo de ti, pero, desde cuando estás aquí? -preguntó mi hermana sorprendida pero confusa.

-Soy Dylan, el mejor amigo de Lia; y si, me viste hace varios meses, cuando te confundí con la madre de Lia. -dijo un poco avergonzado.

-Tienes razón- contestó ella divertida- Quieres venirte con nosotras a tomar algo?

-Me encantaría, yo todavía no he desayunado.-respondió él mirándome.