Ricitos de Carbón- Finn Wolfhard-

31-Ella

Narra Finn:

Cuando subí al avión, me dormí inmediatamente, la verdad es que estaba agotado, no me habían sentado nada bien los meses pasados en las grabaciones.

Me desperté sobresaltado, había tenido una pesadilla, sobre el ¿demogorgon?
Por dios, si yo sé mejor que nadie de que no existe. No puedo evitar soñar con monstruos de las películas que veo. Esa es una razón por lo que no me gustan.

-¿Estas bien?-reaccionó mi madre preocupada.

-Si...si, si.-asentí-¿Cuanto falta?

-Cariño, aún quedan dos horas.-me respondió acariciando mis rulos cariñosamente, me revolví incómodo.

-¡Mamá! No me gusta que hagas eso.-me molesté un poco.

-De pequeño te encantaba...-dijo melancólica.

Llegamos a Vancouver sobre las 15:30, estaba muy emocionado de ver al resto de mi familia. Y también a Lia.
Nunca había deseado con tantas fuerzas llegar a casa.

Mi padre y mi hermano aparecieron en mi campo de vista, sosteniendo dos botellas de agua.

No sé si me alegré más de verlos a ellos o de ver a las botellas, estaba muy sediento, en el avión no se nos permitía subir comida ni bebida.

-¡Bienvenido a casa campeón!-saludó mi padre abrazándome.

-¡Finnlard! Por fin llegaste, hacías falta en casa. -me separó de mi padre estrechándome entre sus brazos.

Busqué con la mirada a Lucy y Lia, ni rastro.

Estúpido. Si no saben que vuelves hoy. Ya ni me acordaba de que tenía que darle una sorpresa. Quizá me dejaban acercarme a su casa y verla, o igual mañana por la mañana podría pasarme también...

-¿Pongo musiquita? -preguntó mi padre animado al arrancar el auto.

-¡Papá!-le reprochó Nick.-Nadie en el siglo XXI dice musiquita.

-Hijo, no seas infantil, el caso es si queréis musiquita o no.

-Por mí bien, pon una canción de Doja Cat.-propuso mi hermano.

-¡¡NO PORFAVOR!! TODAS MENOS ESA, LA ODIO.-grité alarmado.

-¡DOJA CAT ES LA REINA!

-Papá porfavor todas menos esa.-me giré hacia mi padre.

-¿Cuál propones tu Finn?-me preguntó.

-No sé, Taylor Swift o...

-¿¡TAYLOR SWIFT!? ¡Finn te has quedado en 2014! -rió Nick.

-¿Y tu cariño? -cuestionó a mi madre que estaba concentrado en su celular.

-¿eh?-levantó la vista hacia nosotros.-Lo que sea.-y volvió a lo suyo.

-Pondremos a Docha Kat.-buscó una canción de ella cuando nos paramos en un semáforo.

-¡Doja Cat papá!-corrigió mi hermano.

Rodé los ojos y desvié mi mirada hacia la ventana.

Parpadeé varias veces pensando que era una alucinación mía.

Pero era real.

Lia junto a un chico rubio, él le sostenía las manos, y parece que estuvieran hablando de algo importante por sus caras serias.

¿Quién era ese chico?

¿Porque Lia nunca me había hablado de él?

¿No me tiene la suficiente confianza?

Segundos después empecé a preguntarme cosas aún peores.

¿Eran pareja?

¿Era su...ex?

¿Era el amigo del que habló el otro dia?

Seguramente sí.

Llegamos a casa, subí mi maleta distraído, me tumbé en mi cama. Visualice mi alrededor, mi escritorio, mi armario, mis cómics, mi guitarra, mi consola...Mi habitación.Cuanto la había echado de menos.

Pero la había extrañado mucho más a ella.