8-Siento La Necesidad De Hacerlo

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Narra Finn:

-Finn!!! Ya estamos aquí!!!! - chilló mi hermano cerrando la puerta.

-No hace falta que grites, estoy aquí, literalmente, a dos metros de ti.- me estiré todavía tumbado en el sofá.

-Donde está Lia?-me preguntó ignorandome. En ese instante apareció ésta.

-Oh, hola, estaba en el baño.-murmuró inocentemente.

-Como os lo habéis pasado?
No habréis hecho cochinadas?- volvió a hablar mi hermano con una sonrisa maliciosa.

Pude notar mis mejillas sonrojadas, por dios, que vergüenza.
¿Porqué Nick hacía este tipo de comentarios?
Lucy soltó una carcajada a su lado.
Y Lia y yo intercambiamos una mirada avergonzada.

-Bueno, nosotras nos tenemos que ir, ya es tarde. -dijo Lucy mirando a su hermana.

-No seas aburrida -contestó mi hermano- Además está lloviendo, y a esta hora no habrá ningún autobús disponible. Podéis quedaros a dormir.

La idea me alarmaba, habíamos pasado una buena tarde, Lia era una chica muy inteligente, bonita, y graciosa. Pero la verdad es que tenía un poco de vergüenza. Ya sé que suena patético, pero me sentía así.

Cenamos pizza que trajeron los tortolitos, y después me inventé la excusa de ir al baño, para ir corriendo a mi habitación y ordenarla lo mejor posible. Supongo que Lia se iba a quedar a mi cuarto a dormir ¿no?

-Bueno, Lucy y yo nos vamos a dormir, que estamos muy cansados.-murmuró Nick mirando a Lucy de reojo.

-Si, muy cansados.-fingió bostezar ésta.

-Perfecto, sólo no hagáis mucho ruido ¿vale? -avisé con una mueca de asco.

Ellos rieron nerviosos mientras subían las escaleras.

En algún momento, me encontré en la mi cama, con Lia. Cada uno a un extremo.

-Si no estás cómodo, puedo dormir en el suelo.-propuso ella.

-Yo estoy bien ¿y tu?

-Yo estoy perfectamente.

-Ah, pues bien.

Esa noche no pude conciliar el sueño, simplemente me limité a mirar fijamente el techo.
Alrededor de las 2 de la mañana, la oí levantarse, no me moví, pero estaba atento a sus movimientos.
Caminó hacía la puerta y frenó antes de salir, se giró levemente para comprobar que yo estuviera dormido, fingí estarlo. Y simplemente salió.
Esperé unos segundos, y silenciosamente me incorporé de la cama y la seguí.

Oí movimiento en la cocina, y me acerqué sin hacer ruido, la localicé rebuscando en un armario. Se preparó un tazón de cereales, y no unos cereales cualquiera sinó MIS cereales, abrí levemente la boca indignado.
Tarareaba una canción mientras buscaba una cuchara. Llevaba un pijama mío de hace tres años de Spider-Man y le venía grande, se veía tierna, esbocé una sonrisita.
Y entonces me vió al girarse, dió un paso hacía atrás asustada.

Solté una carcajada-Perdón si te asusté-susurré riendo.

-Que haces aquí?- dijo sorprendida.

-Debería preguntarte lo mismo- murmuré- Deberías estar durmiendo.

- No puedo dormir, y veo que tu tampoco.-sirvió otro tazón de cereales.

Y no me lo pensé dos veces antes de proponerle si quería ver una película conmigo.
Aceptó, y ahora estábamos en mi habitación, en mi cama, viendo la pantalla de mi gran televisor.

Se acabó la película, una horrorosa película, ya qué a estas horas no hacían nada bueno en la televisión.
Me giré a verla, ya dormida, con el tazón de cereales entre los brazos y el cabello en su cara.
Le aparté el pelo y se lo coloqué detrás de la oreja.
No entiendo porqué la cuido tanto, siento la necesidad de hacerlo. Sé que la conozco de apenas unas horas, pero me siento muy agusto a su lado. Me dormí preguntándome si ella también se sentía igual de bien.

8/4/2021









Ricitos de Carbón- Finn Wolfhard-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora