Capítulo 13 Sam: La tierra tiembla...

63 4 0
                                    

Observaba mientras Natalie se ponía el traje de combate; estaba roto cuando Cerbero la había atravesado pero ella con su magia lo arregló sin problemas. Me sonrió cuando me vio que la observaba con deleite y se acercó para besarme, ya era de noche pero por la adrenalina que sentía por la búsqueda, el sueño quedó atrás. Ella también había reparado mi traje de combate y había perfeccionado la espada de mi padre con magia celestial apta para un Oscuro como yo para así matar demonios más rápido y sin problema. 

Rodeé mis brazos alrededor de su cintura y la miré a los ojos.

- Cuando todo esto acabe quiero que hagamos un viaje, solo nosotros. Te quiero para mí solo, Nut, quiero estar contigo.

Ella sonrió y las mejillas se tornaron rosa al bajar la mirada tímidamente. Extrañaba esas reacciones, así se parecía mucho más a la Natalie que había conocido al principio, pero no me quejaba mucho de la nueva Natalie; puede ser que a veces se le iba el tornillo pero seguía siendo ella. Solo un poco más fría y mucho más fuerte. El dolor cambia a las personas. Ella era la prueba viviente sobre ese dicho.

- Espero que esto acabe lo más pronto –murmuró con cierta tristeza en su voz- pero que acabe con todos nosotros vivos, no muertos. No quiero más guerra y sangre…quiero despertar de esta pesadilla.

Noté el amargo sonido del dolor en su voz. Sabía que seguía mal por Anabel, hacía unos minutos cuando estaba en el baño la había oído sollozar despacio para que no la oyera, tal vez un humano normal no lo hubiese notado. Pero yo no era un humano normal, y ella tampoco. Humanos, seguramente su vida era más fácil que la nuestra; ellos desearían tener nuestros poderes, pero el poder tiene un precio; y ese precio puede costarte la vida. Nosotros tenemos el poder de la oscuridad y los Illuminatis el de la luz. Natalie tenía ambos, y ella siempre pensó que era una humana normal mucho antes de lo sucedido con Luke y el secuestro.

Los ojos de Natalie me estudiaron lentamente.

- ¿En qué piensas? –me preguntó con voz ronca y baja. Le besé suavemente la punta de la nariz y sonreí.

- Nuestro futuro…hijos…

- Creo que es un futuro muy lejano, Sam –repuso ella con una media sonrisa apagada.

- Pero no imposible –repliqué. Ella sonrió abiertamente, pero no llegó a sus ojos. Estaba mal, y lo que más me dolía, era que no podía hacer nada al respecto.

- Bajemos…debo decir algunas cosas.

- ¿Les dirás que ya no eres virgen? –bromeé y ella se giró con los ojos abiertos y muy colorada.

- Yo…emm…no Sam, no seas tonto. Si mi padre se enterase serías un buñuelo Oscuro –respondió.

- Uno muy delicioso ¿no crees? –arqueé una ceja. Ella rió verdaderamente.

- Seguramente. Ya…muévete, Sammy –bromeó y salió de su habitación.

Sonreí. Ella era tan tierna. La seguí escaleras abajo hasta llegar al vestíbulo donde los demás nos esperaban todos listos con bolsos pesados y caras tensas, los del Consejo también iban con nosotros; Claudius Marshall estaba hablando con Mike que éste seguía con los ojos rojos de tanto llorar, jamás había visto a mi mejor amigo tan devastado y quería hacer algo por él pero no sabía qué hacer, nunca me sentí tan inútil como ahora. Natalie tocó mi hombro un segundo sabiendo lo que estaba pensando y se acercó a Mike. Él se giró a ella.

- Quiero hablar contigo –le dijo Natalie cuando Claudius se marchó para hablar con Angelina. Mike asintió y ambos se largaron hacia la cocina. 

- Mis padres me avisaron que hay otros Oscuros invitando a unirse al ejército de Luke –comentó Lía detrás de mí. Mi estómago se revolvió ¿Habían otros Oscuros unidos a él? Me giré a Lía- lo hacen para no morir en la destrucción. Rusia ha caído. Un terremoto destruyó todo y luego salieron los demonios para acabar lo que faltaba ¿no viste las noticias?

Pesadillas Reales La Eternidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora