Capítulo 16 Natalie: Quien la provoca...

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Observar el agua romperse contra el frente del yate no me ayudaba mucho a alejar mis pensamientos. No dejaba de ver su cara en mi mente, su voz y todo…verla me hizo sentir más destruida de lo que ya estaba con su ausencia. Cuando Anabel me había abrazado, yo había caído en sus brazos llorando y pidiéndole que regresara, pero ella dijo que su destino era estar allí, en el Reino de Las Nubes como una gobernante. 

Yo no había muerto, por poco, pero igual había ido al Reino de Las Nubes como un alma más a camino al cielo; al ser una Illuminati podía ir a ese lugar en forma de espectro y luego volver a mi cuerpo, como lo había hecho ahora. Obviamente no podía estar una eternidad allí, solamente unos momentos porque si no moriría y bueno…estaba claro. James había ido en el momento en que quedé inconsciente al Reino para buscarme y ayudarme a volver <porque no sabía cómo hacerlo y no sabía si ya había muerto> estaba tan aterrado que pensó que yo ya había dejado este mundo. Por suerte eso no pasó.

Suspiré. Estaba triste, otra vez. Más por Anabel que por otra cosa. Y también estaba enfadada, por perder la lanza, por no tener el control total de la situación y por Luke, que siempre tenía que estar entrometiéndose en nuestros planes…bufé. Volver con él; quería que volviera con él…imbécil. ¿Qué se pensaba? Iba a matarme, obvio, casi lo hizo. Todavía no tragaba lo que había hecho con él: besarlo, tocarlo...en esos momentos me gustaba, pero ahora tenía el control de mí misma y yo misma no sentía eso por él…no, no lo sentía.

Volví a suspirar con más dolor que antes…unos cálidos y fuertes brazos abrazaron mi cintura y la respiración de Sam revolvió mi cabello de la sien.

- ¿Estás bien, Nut? –preguntó con voz ronca al apoyar la barbilla en mi hombro izquierdo. De mi garganta salió un sonido ahogado- ¿quieres que nos vayamos a dormir?

- Sí…-respondí débilmente y me giré en sus brazos para mirarlo. Sus ojos chocolates me observaron con determinación- vayamos a dormir…

Él me besó con ternura y le devolví el beso, me aparté para respirar entrecortadamente y comencé a dirigirme hacia dentro para ir al camarote; esta noche no tenía ganas de tener acción… ¿desde cuándo era así? Toda mi vida había cambiado, desde el secuestro hasta ahora, y cada vez más. 

Me quité el molesto traje y me puse un pijama lavanda, lavé mi cara, cepillé mis dientes y me arrojé en la cama abatida. Sam no estaba todavía, pero mi intuición decía que estaba a escasos metros del camarote…se abrió la puerta y entró Sam en silencio y con una sonrisa arrebatadora. Cerró suavemente la puerta sin quitar su mirada de mí.

Tapé mi cara con la sábana para ocultar mi rubor…éste Sam me volvía loca. Se recostó a mi lado luego de haberse cambiado, se metió debajo de las sábanas y pasó protectoramente sus brazos alrededor de mi cuerpo, yo le daba la espalda así que él apoyó su cabeza sobre la mía después de darme un beso. Cerré los ojos pero al hacerlo aparecieron imágenes en mis párpados…imágenes de la batalla, de la mirada asesina de Luke y la sonrisa de Anabel al llegar al Reino de Las Nubes. Gemí. Sam me escuchó.

- ¿Qué ocurre? –preguntó asustado.

- No puedo dormir.

- Ven aquí, Nut –me dijo girándome para mirarlo, sus ojos estaban serios y fijos en los míos- no pasará nada, todo va…

- Estar bien –terminé por él. Todos decían lo mismo. Sam intentó sonreír- finjamos que todo terminó y todo está bien… ¿qué haríamos en el día de mañana?

- Tal vez te llevaría a un parque y me arrodillaría ante ti con un precioso y lujoso anillo de compromiso; te pediría que fueras mi eterna esposa –terminó y pasó un dedo sobre mi mejilla. Sonreí débilmente ruborizada- es lo primero que haría…o más bien…si todo termina antes del baile de la graduación te lo pediría allí mismo, ante la vista de todos.

Pesadillas Reales La Eternidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora