Capítulo 14 Natalie: Pesadillas reales...

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“Estaba corriendo, pero no sabía por qué. Seguí corriendo y la respiración empezó a fallarme ¿hace cuánto tiempo había estado corriendo? Seguí corriendo entre los árboles del frondoso y oscuro bosque de Georgia, supuestamente Georgia, y me detuve al llegar al borde de un precipicio que daba a una inmensa laguna.

Traté de recuperar la respiración pero me dolía el pecho cuando inhalaba, miré hacia atrás para saber si me seguían porque hasta ahora no tenía ni idea del por qué estaba corriendo, si se trataba de un demonio siguiéndome o de otra cosa. Volví mi mirada hacia abajo donde la profunda laguna azul se encontraba y de pronto me sentí caer…No podía hacer nada, ni siquiera parpadear. ¿Qué pasaba? Quería gritar pero mis labios quedaron sellados, necesitaba ayuda…alguien…

De pronto traspasé el agua y me hundí hasta el fondo sin poder respirar. Esta vez sí pude mover mis extremidades pero estaban tan pesadas como el plomo, mis manos agarraron mi cuello mientras las burbujas de aire subían a la superficie que tanto deseaba llegar y la vista empezó a desvanecerse…algo se movía en el agua, en la misma profundidad en la que me encontraba: era alguien nadando hacia mí, alguien que no podía notarle la cara, solamente podía divisar el color de su camisa; blanca. 

Tan unos solos metros de distancia pude ver los profundos ojos azules de Luke mientras se acercaba a mí. Ya no escuchaba los latidos de mi corazón, ya no sentía nada, ni siquiera el peligro que él emanaba. Mis pies tocaban el fondo y mis brazos flotando sobre mi cabeza ya no las sentía…Luke llegó a mí y se detuvo frente a mis ojos.

- Sientes que mueres pero no puedes morir –me habló y su voz sonaba tan natural a pesar de estar abajo del agua. Sonrió macabramente como siempre- mi hermosa Natalie…siempre causando problemas. ¿Acaso debo matar a todos los que te importan para que aprendas? ¿No piensas sobre las consecuencias de tus acciones? Haz el favor a todos y regresa conmigo…seamos eternos. Reinemos el mundo…

Quise decir que no pero cuando abrí la boca salía gorgoteos y me ahogaba más que antes. Él puso un dedo frío sobre mis labios.

- Shhh…no trates de decir nada, porque no puedes. Tal vez debería calmar un poco la agonía…-repuso y me besó. Abrió mi boca y succionó toda el agua en mis pulmones para llenármelo de aire, de su aliento mentolado…quería quitármelo de encima porque me daba asco…con solo que me tocara me producía eso. Le mordí la lengua y mi boca se llenó del sabor metálico de la sangre. Luke se apartó enfurecido y nuevamente empecé a ahogarme- maldita perra –masculló Luke.

Quería ascender hacia la superficie pero mi cuerpo parecía no querer, maldición, los ojos de Luke se oscurecieron y de pronto sus ojos se reemplazaron por otros más gélidos y claros…Lucifer. Era como Luke versión adulta y más apuesto.

- No puedes matar a mi hijo…solamente detenerlo –amenazó. Volví a atragantarme, los fríos ojos de Lucifer me miraban fijamente- no significa que lo quiera, pero lleva mi sangre…lo matas y mueres…abandona toda misión contra él, Natalie, no quieres ver morir a tu querido y amado Sam…no quieres que termine como Anabel…

El agua que me rodeaba empezó a burbujear…la ira crecía en mí…nadie iba amenazarme de ese modo…nadie podía hablar de Anabel… ¡¡Fum!! Salí despedida hacia la superficie como un géiser ardiente y aterricé en el borde de la laguna escupiendo agua agria, atrás mío salió con enormes alas de murciélago negras y relucientes Lucifer sin quitar la mirada en mí. Me incorporé una vez que me recuperé del todo y fulminé con la mirada al gran Rey de los Infiernos.

- ¡No te atrevas amenazarme de esa manera! –gruñí- ¡Mataré a tu hijo por todo lo que nos ha hecho! ¡Por aquellos a quienes ha matado! ¡Su alma arderá en tu Hades!

Los ojos de Lucifer eran naranjas y con la pupila vertical, gritó con el peor grito que se pudo escuchar alguna vez en la historia de los gritos y arremetió contra mí…

Pesadillas Reales La Eternidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora