Pesadillas Reales La Eternidad.

Capítulo 33 Sam.Mi preciosa y malvada Natalie...

Había muchas rocas sueltas por el camino que llevaba a la cima y también animales del desierto que se cruzaban corriendo y chillando. Nosotros: Natalie, los dos Arcángeles, los raritos, James, Mike y yo íbamos al frente con nuestras armas blancas preparadas para cualquier sorpresa, Chimerius y sus enormes alas de murciélago volaba cerca de nosotros patrullando el camino que cada vez se ponía más pesado. Eran las 23:00 pm y teníamos una hora para evitar la destrucción total del mundo. Cada tres segundos Natalie se detenía y miraba a todos lados alterada por cualquier sonido o movimiento; en mi mente repetía todos los hechizos que habíamos visto hasta ahora para no olvidarlos y también cantaba una canción para tranquilizarme, James iba muy relajado para la situación y charlaba a lo bajo con Jessie que sí estaba atenta a todo, a mi lado estaba Mike mirando el suelo mientras arrastraba sus pies en la grava así que lo empujo y éste se tambalea para un costado. No pude evitar reírme y él me miró enojado pero al menos sonrió, nervioso y asustadizo. 

Últimamente los Oscuros nos hemos vuelto más vulnerables ¡Qué infierno! ¡Antes éramos los más peligrosos! Ahora era el "gran" Oscuro Luke Lancaster, y solo tenía ese poder por su fastidioso padre Lucifer, si no fuera por él no sería el Nephilim más poderoso de todos. Y eso que yo me creía que era el mejor. Maldije entre dientes cuando pisé mal y casi tropiezo pero me estabilicé al instante y seguí caminando; quedaba poco para llegar a la cima y cada vez hacía más frío. 

Llegamos a una planicie lo bastante grande para tres ejército más del nuestro <y eso que éramos muchos> pero vacío...Natalie ahogó un grito y miró hacia arriba donde la luna sangrienta brillaba con todo su esplendor rojizo, luego miró hacia el frente vacío...que ya no era del todo vacío.

- Mierda –mascullé a lo bajo y Natalie sacó su cuchilla plateada; todos hicimos lo mismo y nos posicionamos para luchar, ya que el ejército de Luke estaba frente a nosotros apenas a cuarenta metros en la planicie.

Luke sonreía perversamente y su mirada brillaba con maldad, era tan extraño de cómo iba vestido: túnica negra con rojo llameante y un traje similar al nuestro pero con dorado y no plateado; su ridículo peinado hacia atrás lo hacía ver más... ¿gay? 

- Llegaron temprano ¿eh? La fiesta está por comenzar –exclamó en voz alta y clara. Vi cómo Natalie apretaba el puño izquierdo tan fuerte que los nudillos estaban blancos- oh, cierto, Natalie...igual de preciosa que siempre.

Ella gruñó e hizo girar la cuchilla en su otra mano, sus piernas apenas flexionadas preparadas para correr.

- Mi preciosa y malvada Natalie –ronroneó Luke y mi interior comenzó a hervir- la muerte te está esperando, pero no temas, yo te traeré de vuelta y estaremos juntos por siempre.

- Sigue soñando, estúpido retrasado –grazné adelantándome unos pasos hasta que Natalie me detuvo. Luke rió.

- Ambos son tan tiernos...pero eso se acabará pronto. En fin ¿te atreves a luchar contra mí, Natalie? Puedo ser piadoso si aceptas voluntariamente...

- Olvídalo, Luke, te mataré –interrumpió Natalie con voz ácida- a ti y a todos tus amiguitos.

- Bájale al odio, Nat, no es mi culpa que todo esto pase...siempre fue cosa del destino.

- Mentiroso –escupió ella y el monte comenzó a sacudirse...ella lo provocaba porque estaba enojada- eres tú y tu mierda de ser. Pagarás por todo.

Joe Kramer estaba atrás de Luke y se reía sin disimular, se burlaba de Natalie...y así fue como ella reaccionó:

- ¡Infernales vires, vires naturales animae ímpetus! –conjuró hacia Joe y éste comenzó a agonizar: le salía sangre por todos lados hasta que cayó al suelo casi muerto. No se murió gracias  a Luke que había bloqueado el conjuro de Natalie.