Capítulo 31 Sam.La flecha de la esperanza...

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Natalie estaba emocionada al saber que los del Consejo Oscuro daban su apoyo, y lo mejor era que tenían tropas preparadas para la guerra; ahora había más esperanza de sobrevivir, de lograr nuestro objetivo. Nuestro pequeño pero leal ejército estaba en la Plaza de San Pedro junto al ejército de Angelina <que era el quíntuple del nuestro> esperando a los demás que faltaban, mientras tanto, Natalie y yo vigilábamos la entrada principal para que ningún turista o extraño entrase; en las noticias anunciaron que se habían cancelado las excursiones al Vaticano por amenazas de atentado en él. Y era cierto pero no perceptible. No para ellos.

Algunos habitantes de Dark Country se ofrecieron para apoyar a las tropas, solamente mayores de dieciochos mientras que los menores, inválidos  y los que no querían luchar, estaban resguardados en el búnker con magia ancestral y demonios guardianes de la ciudad. 

- Hay varias arpías en la tropa de Angelina –comentó Natalie en voz baja y riéndose- obviamente entrenadas... ¿cómo será el ejército de Luke?

- Espero que no tengan Quimeras o mujeres demonios –dije fingiendo estar asustado. Ella me miró frunciendo el ceño.

- ¿Mujeres demonios? ¿Cómo las Sirenas?

- Sí, pero terrestres y muy malditas, como Lilith.

Alguien gruñó detrás de nosotros.

- ¿Disculpa? Soy mala cuando me provocan, Nephilim, como lo estás haciendo ahora.

Natalie y yo nos giramos sorprendidos; Lilith nos miraba con los brazos en jarra...eso la hacía sexy. Sinceramente Lilith era muy, muy, muy atractiva y uno de sus dones era que podía cambiar de apariencia pero sin dejar atrás la belleza irreal que siempre tenía. Suspiró molesta.

- Todos sois iguales que Adán –masculló melodramática- apenas me puse loca se fue con Eva, la tonta que se dejaba usar; desgraciado. Pero así le fue al idiota ¡Mira como están las cosas! ¡Culpa de ella!

- Concuerdo contigo, amiga –repuso Nat. Lilith le sonrió- culpa de ella tenemos el período cada mes.

- Sí...pero ella está en el paraíso, y nosotras pudriéndonos con la tierra misma. Y Adán anda muy culero con ella allá.

Nos reímos; Lilith podía ser un demonio, terrible, maliciosa, de lo peor, pero tenía sentido del humor. Ahora se presentaba como una mujer pelirroja pálida e inocente, pero eso era lo que aparentaba...

- ¿Qué haces aquí? –interrogué serio. Ella rodó los ojos.

- Para vengarme de Luke, por supuesto.

- ¿Lo odias? –preguntó Natalie sorprendida. Lilith rió acaloradamente.

- Todo el mundo lo odia, querida –respondió riéndose- pero yo más. Él me usó como un trapo; el maldito jamás me amó...no es que me importe pero...en fin, él no respeta a las mujeres, así que debemos hacerle pagar por eso ¿no crees? Aunque según él dice que te ama. No le crees ¿verdad?

- Para nada.

Ambas se sonrieron, luego, los ojos ámbar de Lilith se fijaron en mí.

- Sí que eres guapo...en fin, iré a ver al sexy Chimerius... ¡Ah! Antes que me olvide –miró a Natalie con intensidad, yo por las dudas me preparé para cualquier ataque. Ella era muy conocida por tener cambios bipolares de los peores- traje conmigo algunas mujeres demonios, brujas, arpías para ayudar. El poder femenino está en lo alto.

Dicho eso se fue meneando su trasero...la mirada crítica de Natalie me observaba, sonreí inocente. Volvimos a la guardia hasta que llegó la hora de comer. Cuando estábamos en la mitad de la comida, los demás ejércitos llegaron y les invitamos a comer <la comida era esencial> para luego planear la estrategia de combate que nos iba a guiar en la guerra. Natalie tenía muchas ideas, igual Angelina y Chimerius, así que todos expusieron sus técnicas para votar cual era mejor.

Pesadillas Reales La Eternidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora