EDSER

21

EDA

No había querido fijarme demasiado en Serkan cuando llegue al evento ya que antes de eso había ido a hablar en persona con Deniz para dejarle en claro que esto no podía seguir, que yo no quería seguir jugando con algo que para mi era demasiado real y no podía seguir mintiendo hasta llegar hasta quien sabe que punto. Deniz insistió mucho en seguir y cuando no di mi brazo a torcer me confeso que estaba enamorado de mi e incluso trato de besarme, me enoje porque no me lo hubiera dicho desde un principio y también le dije que tal vez era mejor que guardemos las distancias por algún tiempo. 

Por eso cuando di la noticia en el evento no quise mirar a Serkan y mucho menos verlo tomado de la mano de Selin. Ya no aguantaba mas, no podía seguir esperando que él me recordara o que se diera cuenta de que estaba forzándose a estar con Selin porque es a quien conocía sin ni siquiera darnos una oportunidad. No podía permitir que esta situación me siga lastimando así que ya tenia decidido lo que iba a hacer. 

Trate de evitarlo pero Melo, mi amiga creyente en cuentos de hadas lo convenció para que desfilara conmigo y fue peor cuando me vi envolviéndolo en un abrazo apenas bajamos de la pasarela, no podía seguir haciendo eso pero sentirlo corresponderme parecía que mantenía una pequeña llama encendida en mi corazón con la esperanza de que recapacitara, pero esa llama se hacia mas pequeña cada vez como cuando voltee y me encontré con Selin llegando hacia nosotros. 

En el yate no fue del todo diferente, el sentado al lado de Selin pero posando su mirada en mi en cada momento disponible, no sabia muy bien como me hacia sentir pero el sentimiento era horrible, mi corazón dolía incluso mas que cuando se perdió en ese avión. 

Había decido salir a tomar un poco de aire, el lugar me estaba asfixiando y estaba bastante segura que no era por mi claustrofobia y no se muy bien como termine cayendo al agua, lo sentí cuando el frio impacto en mi piel. Nadie se había dado cuenta, nade tratando de llegar otra vez hacia el yate pero cuando me di cuenta de que no podía otro yate me rescato. 

Un hombre muy amable, de esos que te dan confianza en el segundo en el que los conoces, me rescato, me ofreció una toalla para secarme y una taza caliente de café que agradecí mucho mientras el me preguntaba que había pasado. Le conté la situación y enseguida se contacto por medio de la radio con el yate. Quedamos en encontrarnos en el muelle por lo que el señor Kemal (así se llamaba) y yo nos pusimos a charlar, me conto que se dedicaba a los negocios y que aunque era turco había pasado mas de veinte años fuera del pais. 

Cuando llegamos al muelle yo fui la primera en bajar del yate, y enseguida me encontré con la mirada preocupada de Serkan que corrió hasta atraparme en sus brazos por unos segundos antes de tomar mi rostro en sus manos mirándome y preguntándome si me encontraba bien, haciendo que mi tonto corazón lata con fuerza en mi pecho por verlo tan preocupado, sin ninguna señal de querer soltarme. Se fijo en el señor Kemal o eso creí por lo que aun con sus brazos sobre mi me gire encontrándome con la mirada de mi rescatista. 

Ambos se presentaron, Serkan le agradeció por haberme rescatado mientras yo recibía la mirada de odio de Selin que se encontraba mas apartada, esperando. 

Nos despedimos del señor Kemal y ya sin querer acercarme demasiado a Serkan seguí mi camino hasta volver al otro yate donde fui recibida por nuestro anfitriones que también estaban muy preocupados. Y dando por terminada la velada volví a casa donde otra vez volví a llorar pensando en la respuesta que había encontrado a esta situación tan hiriente. 

A la mañana siguiente me desperté con mi idea ya en la mente, me cambie, desayune junto con Melo y mi tía. Mi amiga y yo fuimos en mi auto hacia la oficina donde antes de ir hacia la sala de reuniones, decidí pasar por la oficina de Engin. 

—¿Interrumpo?— le pregunte tocando la puerta viendo su sonrisa. 

—Claro que no Eda pasa— me dijo haciendo una señal con su mano, cerré la puerta y me senté enfrente de él. 

—Engin quería pedirte un favor— le dije seria haciendo que el me imite. 

—Sabes que puedes pedirme lo que quieras— me dijo seguro haciéndome sonreír. 

—Traje esto...— le dije entregándole la carpeta que tenia en mi mano al entrar. 

—¿Que es?— me pregunto el tomándola. 

—Es un poder, firmado por mi para que... puedas hacerte cargo de mis acciones aquí en Art Life— le dije haciendo que eleve su vista sorprendido. 

—¿Que? No Eda, no— me dijo empezando a negar por lo que rápido tome su mano sobre el escritorio. 

—Por favor Engin, necesito irme por un tiempo, necesito dejar... de verlos— le dije y vi su mueca de tristeza mientras sentía su mano apretar la mía. 

—Eda por favor no hagas esto, yo te entiendo te juro que lo hago pero por favor no lo dejes ahora— me pidió él. 

—Es que ya lo intente Engin, intente que el volviera, intente que fuera de nuevo mi Serkan y no lo logre y la verdad es que ya no puedo mas. Por favor firma el poder, yo confió plenamente en ti— le dije y vi la duda en sus ojos. 

—¿Y que harás si firmo este poder?— me pregunto preocupado. 

—Me voy a ir, necesito irme a donde ni Serkan ni nadie me encuentre— le dije segura. 

—Eda yo no se lo puedo ocultar— me dijo el. 

—Lo se y no te pido que lo hagas, yo misma se lo voy a decir al final de este día— le dije convencida mientras que el no lo estaba tanto. 

—Yo... te entiendo completamente y entiendo lo duro que debe ser pero, tu y yo sabemos que el sigue sintiendo todo por ti— me insistió el. 

—Lo se Engin lo veo, pero aun así a la que le propuso matrimonio no soy yo— le dije triste viendo como el tomaba un bolígrafo y ponía su firma en el documento. 

—Soy amigo de Serkan pero también tuyo, si es lo que necesitas vete— me dijo haciendo que mis ojos se llenen de lagrimas antes de que los dos rodeemos el escritorio para fundirnos en un abrazo que solo nos habíamos dado cuando Serkan no estaba, de esos en donde el buscaba a su mejor amigo y yo a mi novio. El me entendía y se lo agradecía porque al parecer no todos lo hacían. 

—¿Que es lo que pasa aquí?— pregunto un Serkan con el ceño fruncido que hizo que deshagamos nuestro abrazo, yo intente ocultar mis lagrimas mientras Engin guardaba la carpeta que contenía el poder en uno de sus cajones. 

—Nada hermano, Eda y yo nos pusimos algo sentimentales— contesto Engin por los dos mientras Serkan parecía cada vez mas enojado, su mirada cayo en mi pero yo no conteste nada, solo le devolví la mirada elevando una de mis cejas. 

—Si me disculpan... gracias Engin— dije antes de cruzar por su lado y salir de la oficina.