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EDA

No me lo esperaba, no justo ahora, no ahora que había decidido irme. Y por muy feliz que me hacia la noticia de que me recordara, de que recordara todos los momentos hermosos que se habían borrado me tomo unos segundos entender que igualmente me quería ir. Como lo había pensado antes era lo que necesitaba, pero ahora era mas difícil, me dolía el pecho de verlo llorar y pedirme por favor que no me vaya, que no lo deje. 

Por eso cuando entro Melo y vi su cara de ilusión nombrando a su cuñado, le pedí por favor que me diera un momento mas a solas con él. Sin decir nada, Melo y Ceren subieron a la habitación mientras yo arrastraba a Serkan hacia la terraza donde alguna vez lo presente formalmente como mi pareja. 

—Me pone muy feliz que recuerdes— le dije sintiendo su mirada en mi espalda. 

—Eda... no te vayas— me repitió mientras me hacia girar para enfrentarnos. 

—Me tengo que ir Serkan— le dije seria notando como su ceño se fruncía. 

—¿Por que?— me pregunto logrando que una triste risa brotara de mi. 

—¿Por que? Porque estoy cansada, porque necesito pensar un poco las cosas, porque desde que te subiste a ese avión y no volviste yo estuve en modo automático, preocupada, llorando, porque no puedo mas Serkan y porque sin importar si recuperaste la memoria o no, todavía Selin sigue siendo un fantasma en mi vida, y es un fantasma que no quiero— le dije siendo totalmente sincera. 

—Yo... yo me voy a separar de ella Eda, yo ni siquiera la amo— me dijo seguro.

—No pero la llamaste a ella— le dije dolida. 

—Mi amor... yo la llame porque..— trato de explicarme pero yo lo corte.

—Es que ese es el problema Serkan, no importa si yo estaba borrada y aunque no lo quiera me duele, me duele que la hayas llamado a ella y no a Engin o a Piril. Y no me lo puedo explicar, no puedo razonar Serkan no puedo cuando se trata de ella— le dije tratando de no llorar otra vez. Porque eso es lo que causaba Selin en mi, y lo entendí cuando volvió con el después del accidente, ella me hacia insegura con respecto a Serkan, por mas fuerte que yo quisiera demostrarme siempre había una parte de él que elegía lo lógico, y ella era eso, la amiga de la infancia que le decía que si a todo, incluso a su adicción por el trabajo, la que aceptaba no vivir con él porque no le gustaba, la que le caía bien a la suegra, ella era... lo lógico. 

—Eda no es asi, te juro que no mi amor yo te amo. La única mujer a la que amo, de la que me enamore como un idiota esa eres tu— me dijo tomando mi cara entre sus manos. 

—Y yo te amo, pero necesito distancia— le dije.

—¿Es por... es por Deniz?— pregunto con ese tono celoso que ya conocía. 

—Deniz no tiene nada que ver, estamos hablando de nosotros. Esto es sobre nosotros y si me voy es por mi— le dije segura. 

—Entonces prométeme que vas a volver— me pidió casi susurrando. 

—Claro que voy a volver— le dije ya que sabia que era cierto, mis amigas, mi tia y el todos los que me importaban estaban aquí. 

—¿Cuando?— me pregunto haciéndome sonreír. 

—No se Serkan— le conteste. 

Nuestra despedida no se pudo extender mas, ya casi era la hora de que me vaya y aunque ofreció llevarme el mismo al aeropuerto pensé que era mejor que no, ya habíamos pasado por una situación similar y no quería tener el mismo resultado, no esta vez. Así que dándose por vencido me prometió recordarme de ahora en adelante todos los días lo mucho que me ama, y lo enamorado que estaba de mi. Y por ultimo, después de tanto me beso, era una silenciosa promesa de que ambos íbamos a estar esperando el momento para volvernos a ver. Cuando los dos hayamos resuelto el caos que se genero en este corto tiempo en nuestras vidas. 

Me despedí de mis amigas y de mi tía, y un deja vu se genero, yo otra vez con lagrimas en los ojos subiendo mis maletas en el taxi y despidiéndome quien sabe hasta cuando. 

Cuando llegue a Italia mi abuela me recibió con los brazos abiertos, ella de inmediato quiso preguntarme que había sucedido, aunque conociéndola ya debería de estar enterada de todo muy bien detalladamente y fue por eso que al principio no quise hablar. El primer día Semiam me lo dejo para descansar, había dejado preparada una habitación enorme para mi, y cuando desperté me sorprendí al encontrar el desayuno y una carta... de Serkan. Y lo entendí, a esto se refería con lo de recordarme su amor, mandaba cartas desde Estambul, cartas hermosas a las que yo solamente le enviaba un corto mensaje agradeciéndole. 

Una semana mas tarde, cuando ya había adquirido un poco mas de confianza con mis nuevos compañeros de casa, ósea mi abuela y Tahir, si le conté todo a mi abuela y aunque ella revelo que ya estaba enterada de todo (como lo sospechaba) me dijo que había hecho bien en darme un tiempo, y que si Serkan seguía enviando esas cartas seguramente volveríamos a estar juntos. 

Esa misma semana Serkan y yo recuperamos uno de nuestros viejos hábitos, las videollamadas, me hacia videollamadas cada vez que teníamos aunque sea dos minutos libres. Nunca me pregunto cuando volvería, ni tampoco me comento nada sobre Selin, me hablaba de Engin y Piril, de su madre, de Sirius, de proyectos en los que estaba trabajando. No me forzó ni intento sacarme información de ningún tipo, y eso se lo agradecía. 

Había pensado en buscar trabajo como arquitecta, pero mi abuela termino convenciéndome de trabajar con ella en la empresa, ya que al tener mis propias acciones en Art Life tenia que aprender sobre negocios y valores y no se cuantas cosas mas. Además de que me dejo en claro reiteradas veces que yo era su única heredera por lo tanto tarde o temprano todo iba a recaer sobre mi. Incluso uso un poco de manipulación psicológica al hablarme de la cantidad de empleados que trabajan en la empresa, y los familiares que mantenían. Y aunque sabia que era manipulación, no podía no informarme al menos sobre lo que debería de hacer el día de mañana. 





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