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Era un día común y corriente para cualquiera, la gente iba y venía y el bullicio de la ciudad se sentía por todas partes. Sakura se dirigía de lo más normal a su trabajo cuando algo hizo que se detuviera antes de entrar a su oficina, la puerta estaba manchada con pintura roja pero lo que más le inquietó, fueron las palabras que parecían estar escritas en sangre.

Roba maridos.

Entró apresurada a su despacho y se encontró con Shizune haciendo un par de llamadas.

--Shizune ¿Qué está pasando? ¿Viste lo que está escrito afuera? --estaba muy alterada.

--Ya lo estoy arreglando --contestó--. La Policía está en camino. --

No sabía porque, pero eso no hizo que la peli rosa se sintiera más tranquila, ya que esas palabras la afectaban gravemente aunque no supiera quién las había escrito, sin embargo, removian una fibra sensible dentro de ella sobre un tema que no quería tocar.

Los días pasaron después del incidente y las autoridades lo catalogaron como bandalismo aunque no pudieron encontrar al culpable. Shizune intentó tranquilizar a la peli rosa diciéndole que todo estaba bien y que no iba a volver a suceder, y por más que Sakura trataba de creer esas palabras, algo en su interior le decía que esto aún no había acabado.

Se concentró en su trabajo para distraer su mente y al parecer eso estaba funcionando, de hecho, ahora mismo se encontraba discutiendo sus ideas con una de sus clientas.

--¿Qué te pareció? --preguntó la peli rosa ilusionada-- Aunque claro, siempre podemos hacer algunas modificaciones si a ti te parece. --esperó la respuesta pero la otra chica pareció no prestarle atención.

--De hecho, Sakura --habló la chica--, vine a decirte que ya no voy a necesitar de tus servicios. --

--¿Qué? ¿Por qué? Si estabas muy emocionada. --estaba muy confundida.

--No quería mencionarlo, pero hay muchos rumores diciendo que te robas a los hombres de tus clientas. --

Y de repente, el mundo se le vino abajo para Sakura.

Hubiera deseado que ahí hubiera terminado, pero estaba muy equivocada, después de aquello una tras otra, sus clientas fueron abandonandola y cancelando sus servicios por culpa de esos supuestos rumores. Sakura al principio intentó mantener una postura positiva ante la situación, sin embargo, encontrar nuevos clientes era mucho más difícil debido a su nueva reputación y cuando menos se dio cuenta, estaba arruinada. Ya no podría hacer realidad los sueños de las futuras novias.

La nueva situación la golpeó más fuerte de lo que esperaba, tanto así que ya no tenía confianza en sí misma ni es sus habilidades, y lo peor de todo es que no podía decir que era injusto porque ella misma sabía que todas las acusaciones eran verdad y eso la destrozaba por dentro.

Se encontraba llorando fuertemente en su almohada hasta que sintió que alguien entraba a la habitación y se sentaba a un lado de ella acariciando su cabello.

--Me odian Naruto --dijo llorando--. Ellas me odian y no puedo culparlas. --

--Ey, no es tu culpa --recargó su cabeza en la espalda de esta--. Es la mía por no haber podido protegerte. --

--Estoy acabada. --

--Eso no es cierto, me tienes a mi. --

Y depósito un pequeño beso en su cabellera rosada.

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Eventualmente se supo que Hinata fue la que comenzó con los rumores y como ella tenía cierta influencia sobre la sociedad, fue fácil que todos cayeran por sus palabras, así que Sakura se quedó sin trabajo y la peli azul se salió con la suya.

La planeadora de bodas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora