La planeadora de bodas.

20

El sonido de la fiesta era potente aunque ambos se encontraran a las afueras en ese momento.
Hacía un poco de brisa y la piel pálida de Sakura estaba fría por el hecho de no contar con algo que la cubriera, pero ella ignoraba ese hecho al estar sentada al lado de Naruto con su cabeza apoyada en su cálido hombro. Al parecer todo en él era cálido y agradable, su sonrisa, sus ojos, sus brazos y sus abrazos...
Ella podía escuchar como en esos momentos se estaba efectuando el famoso brindis y no se preocupo porque alguien saliera de repente de la recepción y los encontrara en esa posición, aunque si tenía un poco de angustia por Hinata, ya que ella podría salir en cualquier momento en busca de Naruto, por lo que de vez en cuando miraba hacía la entrada por si a alguien se le ocurría salir.

A lo que le había contado Naruto, él y Kankuro tuvieron una pequeña pelea que fue detenida por Gaara y el mismísimo Shikamaru. Él peli rojo al preguntar por el motivo, él rubio sólo le contestó que su hermano estaba pasado de copas y lo había tomado desprevenido, él otro sólo guardó silencio y no dijo nada al respecto, por lo que ambos hermanos regresaron a la recepción, sin embargo, la presencia de la peli rosa asustada y con los ojos cerrados no pasó desapercibida por Shikamaru, quien le lanzó una mirada extraña a Naruto por no haber dicho la verdad. Aún así, regresó adentro porque el brindis se acercaba pero no iba a dejar pasar esto.

Sakura sólo se limitaba a escuchar en silencio. Tenía mucho que no hablaba con Naruto desde aquella vez y por un momento se preguntó sí Sasuke le había contado de aquel mal entendido. De cualquier forma no importaba, se alegraba de que estuviera ahí con ella aunque no fuera por mucho.

-Naruto, en verdad quiero agradecerte por lo de... Por todo lo que has hecho por mí. Sin ti no sé qué hubiera pasado conmigo.-

-Descuida Sakura, siempre voy a estar para ti.- Tomó su mano suavemente.

-No, en verdad no sé cómo puedo compensarte por toda la apoyo que me has dado desde lo de Sasuke.- Levantó su cabeza del hombo del chico mirándolo directamente a los ojos.

-No tienes que hacer eso, ya has hecho bastante por mí ¿Recuerdas?-

-Oh.-

Es verdad, el trato que ambos habían hecho para mantener la farsa de Naruto con Hinata e intentar que Sasuke le pida matrimonio. La verdad es que parecía que eso había sucedido hace años cuando en realidad era muy reciente, cuando aún no confiaba en Naruto y le sentía algo de apatía por él.
Ahora mismo no podía sentirse más que agradecida por haber aparecido cuando más lo necesitaba, inclusive creyó que había respondido a su llamado psíquico, lo cual le pareció lindo.

-¿Cómo supiste que K-kan...?- Se le quebró la voz y ni siquiera pudo pronunciar el nombre de su atacante completo. Decir su nombre era como si pudiera sentir otra vez su tosco agarre y su aliento con olor a cerveza en su rostro. Quería eliminar esos recuerdos a toda costa y jamás volver a verlo, aunque eso era prácticamente imposible, teniendo en cuenta que en poco tiempo también sería la boda de Gaara.

-Tranquila.- La tomó por los hombros.- Tenía que contestar una llamada importante y había demasiado ruido adentro. Cuando estaba a mitad de la llamada, escuché un grito ahogado y me pareció sospechoso. Vine a investigar lo que era y cuando lo vi aprisionandote... Digamos que no pude contenerme y todo lo demás ya lo sabes.- Su mirada se oscureció por un momento y su tono se volvió serio, cambiando totalmente su imágen tranquila y serena a una mucho más ruda.

Sakura nunca lo había visto así, para ella él era pura luz, jamás se le había pasado por la mente que Naruto pudiera ser capaz de volverse oscuro y serio cuando se necesitaba. Sin embargo, de alguna forma esa faceta de él le llamaba la atención y quería conocerla más a fondo.

-Es extraño, tus ojos ahora son más profundos.- Dijo casi en un susurro.

-Y los tuyos más brillantes.- Contestó él.

Ambos comenzaron a acercarse poco a poco hasta que sus rostros estaban a escasos centimetros y sus respiraciones chocaron entre sí.

-Deberíamos volver.- Dijo ella no muy segura.

-No quiero hacerlo.- Su voz estaba algo ronca, lo que hizo que la peli rosa se estremeciera ante lo que estaban a punto de hacer.

-¿Por qué tienes que ser así?-

-¿Así cómo?-

-Tan seguro de lo que quieres.-

-Porque siempre te he querido a ti.-

Y cortó la distancia uniendo sus labios en un beso.
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La velada estaba en todo su esplendor pero Sakura no podía quedarse un minuto más.
Entre evitar a Kankuro y tratar de apaciguar el calor que le producía el recordar el beso con Naruto, sus sentimientos eran un total caos en ese momento.

Se acercó con Temari que para su sorpresa, no estaba molesta y tampoco le reprochó el haber desaparecido por tanto tiempo.

-Oye Temari, tengo que irme, no me siento muy bien pero Shizune se quedará aquí por si necesitas algo.-

-Como quieras.- Al verla a los ojos, no pudo evitar recordar todo lo que había pasado ese día, entre el accidente con ella y lo de su hermano... Se preguntó si la rubia estaría enterada de todo eso, o más bien de lo que había intentado hacer su hermano. No se iba a permitir decir ninguna palabra de eso con ella, al menos no esa noche.

-Felicidades y disfruta tu boda.- No sabía si darle un abrazo o si eso incomodaria a Temari, la verdad es que ella también se sentiría incómoda, así que no se quiso arriesgar y se despidió torpemente con la mano.

En cuanto se dio la vuelta, escuchó como alguien la llamaba para después posicionarse en frente de ella.
Era Shikamaru.

-Espera Sakura, antes de que te vayas necesito que me respondas algo.-

-Okay...- Dijo no muy convencida.

-¿Qué sucedió realmente allá afuera con Kankuro?-

-No quiero hablar de eso.- Intentó marcharse pero este se lo impidió.

-Por favor, es importante porque está no es la primera vez que intenta hacer algo como... Eso.-

-¿Y qué harás al respecto? ¿Decirle a Temari? ¿Ahora?-

-Bueno, la verdad es que...- Se llevó una mano a la nuca tratando de disimular sus nervios.

-No compliques más las cosas ¿Quieres? Es tú boda y no deberías de preocuparte por esto, mucho menos preocupar a tu esposa, nunca la había visto tan contenta.- Con mucho dolor suprimió sus sentimientos y sus recuerdos para hacer que Shikamaru deje el tema y la deje irse por fin.

El Nara se resignó y se alejó de ella. Ahora sí podría regresar a casa en paz.

Estaba poniéndose su abrigo y tomando sus cosas cuando sintió una fuerte mirada sobre ella. Aquellos ojos azules que le habían parecido tan eléctricos hace algunos momentos la estaban observando detenidamente. No sabía el motivo de aquel gesto, la verdad es que estaba bastante confundida y el solo recuerdo de sus labios sobre los de ella, inconscientemente llevó a uno de sus dedos hacía su boca mientras el rubio la observaba, pero el bochorno no le duró por mucho tiempo al ver a Hinata a un lado de él, aferrandose a su brazo y sonriendo contenta porque su prometido la había llevado a aquella fiesta. La peli azul se dio cuenta de su presencia y la saludó con la mano, Sakura hizó lo mismo con la mano con la que hace unos segundos se estaba tocando los labios.

Se fue antes de que alguien más intentara detenerla y se subió al auto que había venido por ella.

-¿Ya podemos irnos?- Preguntó Sasuke.

-Sí, vamonos de aquí.-

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Esta es la parte final del especial. Espero que les haya gustado este pequeño especial y muchas gracias por sus votos y sus comentarios.
Nos vemos pronto.