Una vez a la semana, Sakura se escapa del trabajo para ir a la oficina de Sasuke a tener sexo rápido, se ha vuelto una costumbre entre ambos, según ella, para mantener encendida la chispa, aunque sea por un rato.
Ella se estaba poniendo la falda mientras él se abotonaba la camisa.
-Deberíamos salir a cenar esta noche.- Propuso la pelirrosa.
-Esta noche no puedo, tengo junta hasta tarde.- Sakura se le acercó por la espalda y rodeo sus anchos hombros con sus brazos.
-Cancela.- Le dijo al oído con un tono seductor.- Aun tengo ganas de ti.-
-Lo siento, pero no puedo. Ya todo está listo y no puedo cancelar repentinamente.- Dijo el azabache, quitándose los brazos que lo rodeaban.
Sakura estaba por protestar, pero en eso, la puerta se abrió mostrando a un rubio algo sorprendido.
-¿Qué no sabes tocar? Naruto.- Dijo Sasuke.
-Perdón, no creí que estuvieras ocupado.- Dijo mientras se rascaba la mejilla.
-Creí que nos veríamos hasta la reunión más tarde.-
-Lo sé, lo sé, pero quería discutir algo contigo antes.-Se quedó callado mientras miraba a Sakura, en cuanto sintió también la mirada de su novio, supo que era hora de irse.
-Bueno, los dejo para que hablen de lo que sea que tengan que hablar.- Tomó su abrigo y su bolso saliendo rápidamente, pasando a un lado de Naruto.
- Gusto en verlo, Naruto.-
-Igualmente, Sakura.-
El brillo que tenía hace un momento se esfumó gracias a aquella interrupción. Pudo haber convencido a Sasuke de cenar con ella, pero al parecer, él y su amigo tienen cosas más importantes.
Esperando el elevador, se deleitaba con las miradas de envidia que las secretarías y compañeras de trabajo de Sasuke le dedicaban a ella. Se preguntaban cómo había conseguido a un hombre tan guapo y ella solo sonreía para si misma porque ellos nacieron para estar juntos y para eso no hay fórmula secreta.
Las puertas se abrieron y ella entró, pero antes de que estas se volvieran a cerrar, alguien las detuvo. Quedó perpleja al ver quien era.
-Justo a tiempo.- Dijo Naruto.
-Creí que iba a discutir algo con Sasuke.- Dijo Sakura.
-Lo hice.- Dijo mientras presionaba el botón.
-Fue muy rápido.-
-Tendremos toda la tarde para hablar.- Contestó.
Ambos se quedaron en silencio un rato, sin duda ese tipo era raro, creía Sakura, si no iba a tardar tanto entonces no fue necesario que ella se marchara, pudo haberse quedado un rato más con Sasuke.
-¿Te gustaría tomar un café?- Preguntó repentinamente.
-¿Disculpe?- Dijo Sakura sorprendida.
-Bueno, eres la novia de mi mejor amigo, además estás organizando mi boda y nunca hemos tenido tiempo de conocernos, sería la oportunidad perfecta.- Intentó convencerla.
-Me encantaría pero ahora mismo estoy atascada de trabajo.- Lo rechazo sutilmente.
-Claro, claro lo entiendo. Espero que a Sasuke también le haya quedado claro.- Sakura se ruborizo violentamente ante aquel comentario. Él sabía a lo que ella había venido y eso hizo que su apatía hacia ese hombre creciera aun más. Estuvo a punto de reprochar cuando las puertas del ascensor se abrieran y él saliera de ese estrecho espacio.
-Nos vemos pronto, Sakura.- Le dirigió una sonrisa burlona y no despego sus ojos de ella hasta que las puertas se cerraron, dejándola atónita y a la vez aliviada porque su presencia ya no la estaba incomodando.
--
-
Gracias por las treinta lecturas, espero que les guste éste capítulo.

ESTÁS LEYENDO
La planeadora de bodas.
RomanceSakura Haruno siempre ha soñado con una boda de cuento de hadas. Encontró su trabajo ideal como planeadora de bodas , volviendo realidad los sueños de las futuras novias. A pesar de que su novio no muestra interés en pedirle matrimonio, ella aun ti...