La planeadora de bodas.

24

Era un día común y corriente para Sasuke Uchiha, la misma rutina de siempre, salir a correr todas las mañanas, ir a trabajar y después buscar a Naruto o a algún otro amigo para salir a distraerse y finalmente llegar a casa donde su novia lo estaría esperando. Sin embargo, hace semanas que su mente ha estado ocupada pensando en muchas cosas que lo distraen de su vida cotidiana. Primero que nada, el haber perdido su celular fue algo muy estresante, pues aunque suene estúpido, realmente sentía una gran co dependencia hacía ese aparato. Segundo, que haya podido recuperar su teléfono a manos de una chica peli roja no le ayudó en nada a olvidar ese incidente, pues había algo en ella que le llamaba la atención y solo podía pensar en cuando la volvería a ver... Pero comi si se tratara de alguna advertencia, la imágen de Sakura siempre aparecía en su mente cuando pensaba en Karin, así que se obligaba a sí mismo a mantener la cabeza fría y alejar aquellos pensamientos para no hacer nada de lo que pudiera arrepentirse. Aunque en el fondo deseaba que la peli rosa cometiera un error primero para no sentir culpa después.

Se levantó de su escritorio y se asomó por la gran ventana a contemplar el paisaje de la ciudad.

¿En dónde estará Sakura en este momento? ¿Qué estará haciendo ahora?

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El hotel en el que estaban era muy acogedor y elegante. En la entrada, un botones fue el encargado de darles la bienvenida y abrirles la puerta. El lobby tenía una alfombra roja y las paredes estaban forradas con papel tapiz de colores cremas y dorados. En el centro había una pequeña sala de espera con una mesa de cristal y un florero en medio y encima de todo eso había un gran candelabro que iluminaba toda la estancia. Sakura se quedó observando aquel artefacto colgante con total fascinación mientras Naruto hacía la reservación. Cuando terminó, se acercó a ella con cautela y la tomó por el hombro indicándole que ya era hora. Ambos caminaron hasta el ascensor y viajaron en completo silencio, parecía que ninguno de los dos daba crédito a lo que estaba a punto de suceder hasta que llegaron a la habitación y Naruto abrió la puerta, fue cuando Sakura entró en contexto y los nervios se apoderaron de ella. Naruto solo la observaba esperando a que ella entrara primero y después de caer en cuenta, entró rápidamente algo apenada por haberse perdido en sus pensamientos.

La habitación también estaba a la altura de todo lo que había visto con anterioridad, así que por su mente cruzó una inquietud.

-¿Por qué me trajiste aquí?- Preguntó a la defensiva.

-Porque no podía llevarte a mi apartamento sin que alguien nos viera o me fuera a buscar.- Cerró la puerta tras de él. -Además... No quería llevarte a cualquier lugar... Quiero que sea especial.

A Sakura se le encogió el corazón y sus mejillas se encendieron de un rojo intenso. Se sentó en el sillón que tenía la habitación y cubrió su rostro con ambas manos ¿Qué es lo que iba a hacer? Naruto se estaba comportando demasiado tierno y gentil ¿ Por qué tenía que ponerse siempre a la defensiva?

-Oye, está bien, no tenemos que hacer nada si no quieres.- Dijo Naruto sentandose a su lado.

-No, no, no es eso. Es sólo que te has estado portando muy lindo conmigo y yo estoy siendo muy agresiva, siento que no merezco esto.-

-No digas eso, es normal que estés asustada y si te soy sincero, yo también estoy algo nervioso, sobre todo porque no lo quiero arruinar contigo...-

-Naruto...-

Era verdad que el rubio sabía que palaras usar para hacer sentir a la peli rosa especial. Siempre las había utilizado y sin embargo hasta ahora es que se estaba dando cuenta de eso. Ahora ya lo tenía muy claro, ya no había ninguna duda para ella.

Ambos se observaron por un largo tiempo perdidos en sus miradas. Naruto fue el primero en moverse acercando su mano al suave cabello rosa lentamente para después pasarse hacía la mejilla de la chica, aunque sus movimientos eran muy inseguros y delicados, como si tuviera miedo de que ella se arrepintiera. Al ver que no hacía nada para alejarlo, se atrevió a pasar sus dedos por sus labios para después acercarse y juntar sus bocas en un beso. Sakura tampoco se quedó atrás y se atrevió a pasar sus brazos hacía el cuello de él y después llevar sus manos a acariciar su cabello.

Conforme pasaba el tiempo, el beso se volvía cada vez más intenso y ahora sus manos recorrían cada centímetro de cada uno, hasta que Naruto rompió aquel contacto y la peli rosa quedó desilucionada.

-Vamos a la cama.- Dijo con una voz ronca y la peli rosa simplemente asintió y recuperó esa confianza que él le había transmitido.

Caminaron hacía la cama de vuelta fundidos en un beso. Se recostaron aún sin romper el choque de sus labios con el rubio sobre ella teniendo cuidado de no aplastarla. Pronto las prendas de ropa comenzaron a volar y los dos amantes quedaros con su piel casi completamente expuesta.
Naruto observaba el cuerpo de Sakura maravillado y esta solo se limitaba a esperar su siguiente movimiento.

El rubio comenzó a depositar pequeños besos en cada centímetro de su piel, en el cuello, pecho, abdomen y muslos. La chica soltaba pequeños suspiros cada vez que sentía los labios del chico sobre ella. Decidió que era su turno, así que con un movimiento rápido recosto al Uzumaki en la cama y ella se posó arriba de él. También probó la piel del moreno y se deleitaba con las reacciones que este tenía ante su contacto, como si no pudiera creer que ella era la que estaba provocando todo eso.

Después las pocas piezas de ropa faltantes fueron retiradas y dieron paso a una observación mutua donde ninguno de los dos podía creer lo que estaba pasando.

-¿Estás segura de esto, Sakura?- La miraba de una forma tan intensa que la peli rosa no tuvo dudas de que estaba en buenas manos.

-Completamente.- Y se lanzó hacía el.

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Como podrán ver, no soy muy buena escribiendo este tipo de escenas y perdón si esperaban algo un poco más subido de tono, pero pues la intención es la que cuenta.
Espero que les haya gustado y nos vemos en el sigiente cap.