La planeadora de bodas.

17

Una vez a la semana, Sakura salía temprano de trabajar para preparar una sena romántica para ella y su novio. La verdad es que  ponía mucha atención a cualquier detalle, desde que tipo de velas aromáticas hasta su ropa interior. Siempre preparaba la comida favorita de Sasuke y sacaba de la alacena la mejor botella de vino que tenían. No preparaba postre porque era consciente que a él no le gustaban las cosas dulces, en lugar de eso tenía una sorpresa guardada en cada ocasión... 

Pero eso había cambiado desde aquel incidente. Ahora tenía más temor de mostrar sus sentimientos como antes, incluso dejo de visitarlo a su trabajo y solo se limitaba a centrarse en sus deberes y no pensar en su relación. Al parecer eso no había sido ningún inconveniente para Sasuke, pues al igual que ella, actuaba como si no pasara nada, no hacía preguntas y tampoco se quejaba del repentino distanciamiento de la peli rosa, pareciera que estaba bastante comodo con esa situación, o eso es lo que ella creía.

Ya era más de media noche y su pareja nunca llegó a casa, los restos de la cena estaban guardados y la chica se encontraba en pijama. A su lado se posaba su teléfono el cual no contenía ningún mensaje ni llamada que explicaran el porqué de su ausencia. Esta era la segunda vez que ocurría algo así desde aquel malentendido y Sakura no sabía cómo reaccionar. Después de la vez anterior, se prometió a si misma controlar sus emociones para no volver a causar otra escena, pero no sabía qué hacer si algo así se volvía a presentar ¿Debería llamar a Ino para un consejo? O quizás debería llamar a Naruto...

Después de una hora comenzó a ponerse paranoica ¿Por qué tenía esos pensamientos sobre el mejor amigo de su novio? Debería de concentrarse en la ausencia de el azabache¿Y si lo atacaron y ahora está mal herido? ¿Y si está en un callejón oscuro desangrándose poco a poco? Se le ocurrió llamar a la policía inmediatamente porque a pesar de todo, aún era su pareja y planeaba casarse con él en un futuro, pero un sonido proveniente de su propio celular la hizo lanzarse hacia ese objeto.

-Ya es tarde, Sasuke se quedará en mí casa.-

¿En qué casa? ¿Con quién? ¿Con un amigo? ¿Con su hermano? ¿Con otra mujer?

-¿Quién eres?-

-Soy Naruto.-

-¿Qué hacía Sasuke a tan altas horas de la noche contigo?-

-Salimos a divertirnos un rato solamente.-

-¿Por qué tienes su teléfono? ¿Por qué no me llama él mismo?-

-Se paso un poco de copas y ahora mismo parece que está durmiendo.-

-¿Por qué no me dijo nada antes?-

-No lo se, creí  que ya estabas enterada.-

-No, no lo estaba. Estaba comenzando a preocuparme.-

-En verdad lo siento, no lo sabía.-

Eso fue todo, su vida no corría peligro ni la estaba engañando, bueno, por lo menos con otra mujer. A no ser que Naruto lo esté encubriendo y ambos se encuentren ahora mismo en un burdel o en algo peor.

Definitivamente no dormiría esa noche.

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Hoy tenía una cita muy importante, pues era la famosa prueba de vestidos de una de sus clientas y desgraciadamente se había atrasado por no haber podido dormir la noche anterior. La novia tenía contemplado utilizar el vestido de su madre, sin embargo no estaba muy convencida, así que la citó en una boutique de vestidos de novias para opinar si modificarlo o dejarlo tal como esta.