La fiesta de compromiso de los Nara era este sábado y Sakura no podía estar tranquila. Temari había sido muy especifica con lo que quería para está noche. El restaurante italiano, peonias en el centro de mesa, los menús grabados con su nombre y el de su prometido y sobre todo que ninguno de sus dos hermanos se sentara cerca de ella y su pareja ya que estos pudieran arruinarlo todo, es por eso que Sakura les reservo dos asientos al otro extremo de la mesa larga en la esquina.
La fiesta estaba siendo todo un éxito, aún no era hora de cenar pero el ambiente era muy cálido y animado. Sakura tomo una copa de chanpage de una bandeja que iba pasando y se dedico a observar su trabajo.
-Sakura, ven un segundo.- Era la voz de Temari tan autoritaria que la sacó de sus pensamientos. La rubia sin esperarla camino al tocador de damas y la pelirrosa la siguió a paso apresurado.
Cuando ambas mujeres se encontraron en el tocador, Temari ya la estaba esperando con una mano en la cintura.
-Algo no esta bien, arreglalo.- La mujer se distinguía por tener un carácter fuerte y un mal humor, es por eso que Sakura desde que la conoció, se aseguro de que nada saliera mal por miedo a su temperamento y se desconcertó al saber que algo había salido mal cuando a sus ojos, la fiesta iba de maravilla.
-N-no te entiendo ¿A qué te refieres con que algo anda mal? Si la fiesta es todo un éxito.-
-¿Qué acaso no lo puedes ver? Las flores, las bebidas, los invitados... Todo es tan perfecto que estoy segura que algo no esta bien.-
-Oh.- Se quedo muda por un momento, los nervios pre-maritales eran tan comunes, pero esta chica los llevaba al extremo.- No te preocupes, es normal que estés nerviosa antes de tu boda.- Dijo siendo lo más amable que pudo.
-¡No estoy nerviosa! Mis hermanos arruinaran todo o yo qué sé. Si te digo que hagas algo hazlo, por eso te estoy pagando.-
Sakura quedo atónita por su carácter, había sido tan cuidadosa con los detalles que no se imaginó que unas simples palabras pudieran alterar a la futura novia. Temari se recompuso después de un momento y comenzó a acicalarse frente al espejo. Llevaba puesto un vestido negro de manga larga que llegaba hasta la mitad de la rodilla pero con un escote pronunciado en forma de V. Tan bonita pero difícil de tratar.
-Perdón yo... Veré que puedo hacer.-
-Hazlo rápido, la cena esta por comenzar.-
Sakura salió del tocador sintiéndose terrible por el comportamiento de su clienta, ni si quiera se disculpo. Pero también intentaba ponerse en su lugar, estaba próxima al altar, dejar su antigua vida atrás, su casa, su familia, incluso su lugar de origen ya que por lo que ella sabia, Temari no era originaria de Konoha.
Estaba tan distraída que cuando iba en dirección a la cocina, se topo con un rostro familiar, un rostro con cabello rubio y ojos azules. Ambos cruzaron miradas, pero Sakura inmediatamente dio la vuelta en sentido contrario fingiendo que no lo había visto.
-¡Sakura!¡Espera!- Maldijo en su interior tener que encontrarse con él en un momento inoportuno. Se giró hacia él fingiendo que se alegraba de verlo.
-Naruto ¿Qué haces aquí?- Fingió una sonrisa.
-Shikamaru es un gran amigo ¿Cómo no iba a venir? No sabía que tu organizabas su boda.-
-Si... Bueno me dio gusto verte, tengo cosas que hacer.- Dijo para evitarlo pero él la tomó de la mano evitando que escapara.
-Tranquila, todo se ve de maravilla ¿Quieres tomar una copa?-
-Lo siento, pero este no es el momento, acabo de hacer enojar a la novia y ahora tengo que arreglarlo.-
-¿Hiciste enojar a Temari? Ella realmente es difícil.-
-Si lo sé, y ahora no se que hacer para contentarla.-
-Creo que yo se como.- Sin soltarla de la mano la condujo hacia un pequeño grupo de personas, entre ellas se encontraba Shikamaru hablando tranquilamente con cada una de ellas.
-Shikamaru, amigo.- Saludó Naruto dándole un abrazo amistoso.
-Naruto, creí que no ibas a venir.- Correspondió su abrazo.
-No me iba a perder tu boda amigo, ademas, es Temari de la que hablamos. El tipo de mujer con la que dijiste que nunca te casarías.-
-Lo sé, realmente puede ser algo pesada, pero tiene su lado bueno.-
-A propósito ¿puedes hablar con ella? Creo que la vi gritándole a un par de personas hace un momento. Debe estar nerviosa.-
-Iré con ella y gracias por venir.- Se despidió dándole palmadas en el hombro a Naruto.
-Ves. Asunto resuelto.-
-¿Cómo hiciste eso?-
-La única debilidad de Temari es Shikamaru, y viceversa. Los dos se complementan muy bien.-
Eso la dejo pensando. Un tipo tan tranquilo y una chica temperamental podrían causar un gran desastre pero también algo hermoso. Sakura no había convivido con Shikamaru lo suficiente como para que no se le ocurriera ir a pedirle su ayuda. Naruto debe de ser un gran amigo para conocerlo a ese grado, lo que le recuerda que no debe de estar mucho tiempo con él.
-¿Dónde está Hinata?- Preguntó con la intención de incomodarlo.
-Esta en la casa de sus padres.- Contesto sin inmutarse.
-¿Por qué no la trajiste?-
-Dijo que iba a hablar sobre unos asuntos con ellos.-
-Si ese es el caso, entonces es hora de que deje las distracciones y me ponga a hacer mi trabajo.- Volvió a intentar alejarse de él.
-Hey, un momento. Me debes una copa de vino por haber salvado tu trabajo.-otra vez se lo impidió.
-¿Salvar mi trabajo? Para tu información yo hubiese podido resolver esta situación sin tu ayuda-
-Sé que puedes, pero admite que deseas una copa tanto como yo, ademas aún me debes un café.-
La mejor opción para safarse de él es seguir rechazando sus invitaciones, sin embargo después de verlo actuar con Shikamaru se pregunta si podrá hacer lo mismo con Sasuke. No le gusta admitirlo, pero tal vez él sea la clave para que por fin le propongan matrimonio.
-De acuerdo, pero solo una copa.-
Una copa que la puede llevar a su boda soñada.
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Espero que les guste éste capítulo y gracias por las sesenta lecturas.
Algo que quería aclarar es que el Narusaku va a empezar algo lento para desarrollar un poco más su romance por si se preguntaban cuándo iba a comenzar.
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La planeadora de bodas.
RomanceSakura Haruno siempre ha soñado con una boda de cuento de hadas. Encontró su trabajo ideal como planeadora de bodas , volviendo realidad los sueños de las futuras novias. A pesar de que su novio no muestra interés en pedirle matrimonio, ella aun ti...