La planeadora de bodas.

8

-Así que, Naruto ¿Te gusta salir a correr?- Indago la peli rosa.

-Por supuesto, es relajante.- Dijo mientras se metía un gran trozo de waffle en su boca.

-Y de casualidad tomaste la misma ruta que Sasuke esta mañana.- Lo acusó

-Es un parque público Sakura, no hay nada fuera de lo normal.- Contestó Sasuke.

-Bueno, la verdad es que volver a la ciudad me trae muchos recuerdos.- Dijo Naruto.

-¿En dónde estuviste todo éste tiempo?-

-Estuve de viaje por varios lugares, no solo de Japón, también eh estado en China, Londres, Estados Unidos y Brasil.-

-¿Por cuánto tiempo?-

-Dos meses aproximadamente.-

-¿Hinata te acompañó?-

-No, no lo hizo. Este era más un viaje de negocios y ella prefirió quedarse en casa.-

-Naruto cuando terminemos tenemos que discutir el asunto de la candidatura de tu padre ¿qué tal si vamos a un buen lugar para hacerlo?.- Habló Sasuke.

-Por supuesto, claro si Sakura está de acuerdo en soltarte para salir conmigo.- Dijo mirandola.

-Por mi no hay problema, además voy a ver a Ino que por cierto ya se me está haciendo tarde así que los dejo.- Salió de la cocina hacía su cuarto para arreglarse e ir al encuentro con su amiga.

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De camino al lugar acordado se puso a pensar en lo que Naruto había dicho sobre Hinata, ella estaba segura de que si su novio saliera de viaje por tanto tiempo hubiera decidido acompañarlo, ya que por experiencias anteriores sabía que muchas mujeres deseaban a su hombre e inclusive no les importaba que estuviera en una relación, por eso no se sentía muy confiada de dejarlo solo por tanto tiempo.

A poca distancia del café en el que quedaron de verse pudo divisar el largo cabello rubio de su amiga, sentada en una de las mesas al aire libre con sus brazos descubiertos y el sol iluminando su espalda. Lucía radiante, algo bueno le debió de haber sucedido para irradiar tanta luz.

-¿Creíste que te iba a dejar plantada?-Saludó la pelirrosa.

-Estaba a punto de irme.- Le siguió la broma.

-Que bueno que no lo hiciste porque te ves diferente y sé que algo paso así que tengo que saberlo.-

-Bueno...- Levantó su mano enseñando el dorso y un pequeño destello en su dedo anular deslumbró a Sakura. Era un diamante. Un anillo de compromiso.

-¡No lo puedo creer! ¡No lo puedo creer! ¡Te vas a casar! ¡Felicidades!- Dio pequeños saltos de alegría en su asiento.

-¡Lo sé! Yo tampoco lo puedo creer, estoy tan emocionada.- Sonrió ampliamente y un pequeño rubor se extendió por toda su cara.

-Así que Sai finalmente lo hizo.-

-Para ser sincera pensé que nunca lo haría, él es tan reservado con sus emociones y estos días estuvo actuando tan distante que llegue a creer que lo nuestro terminaría, pero ayer en la noche me sorprendió revelándome todos sus sentimientos para al final entregarme este anillo, es tan maravilloso.- Miró dicho anillo con unos ojos llenos de ternura.

-Estoy muy felíz por ti. Mereces está felicidad Ino.- Tomó su mano y le dio un pequeño apretón.

-Gracias, se que algún día también experimentaras lo mismo que yo.-

-Espero que sea pronto, Sasuke me está volviendo loca.- Soltó un gran suspiro.

-Creí que todo iba bien entre ustedes dos.- Comentó la rubia.

-Lo está, pero su mejor amigo está en la ciudad y él parece querer pasar más tiempo con él que conmigo.-

-En estos momentos agradezco que Sai no tenga un amigo tan cercano.- Bromeó la rubia.

-No tienes ni idea, él tipo es tan insoportable y para colmo estoy planeando su boda con una mujer a la que ni siquiera ama.-

-¿Por qué dices eso?-

-Sasuke me lo dijo, además se nota. La chica se muere por él y él es tan indiferente, no sé porque se comprometieron.-

-Debe de haber algo oculto en esa relación, tal vez por conveniencia o dinero. Siempre es por dinero.-

-No lo sé, pero espero terminar con ellos pronto para deshacerme de él y volver a mi rutina otra vez. No quiero que aconseje mal a Sasuke y lo aleje de mi.-

-Hum, necesito conocerlo para dar mi veredicto, no puede ser tan terrible.-

-Pues lo harás pronto, recuerda que estoy planeando su boda.-

-Hablando de eso ¿sabes quién va a planear mi boda?- Le dirigió una mirada cómplice.

-Oh por supuesto que lo sé.- Le devolvió la mirada y ambas dieron un chillido mientras saltaban de la emoción.

Después de ponerse al día y discutir algunos asuntos del trabajo, se despidieron y ambas tomaron rumbos diferentes. En el camino a casa se detuvo a pensar en el compromiso de su amiga, era verdad que se sentía felíz por ella pero no podía evitar sentir celos de que por fin consiguió el anillo y ella aún no. Las dudas se instalaron en su mente ¿Cómo es posible que alguien tan inexpresivo y callado como Sai sea capaz de dar un paso tan importante y Sasuke no? ¿Realmente Naruto estará influyendo en él? Ah, ese rubio que pareciera que solo la quiere molestar, siempre apareciendo en momentos inoportunos y queriéndose acercar a ella ¿Acaso quería arruinar su relación sólo porque la de él era una farsa? ¿Querrá que todos sean miserables como lo es él? De cualquier forma no va a dejar que arruine su vida, ya lo vera, conseguirá que Sasuke le proponga matrimonio antes de que termine el año.

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Espero que disfruten este capítulo y muchísimas gracias por los votos y las casi docientas lecturas.