La planeadora de bodas.

7

Una pelirrosa y un azabache se encontraban sentados frente a frente en un gran restaurante lujoso con iluminación tenue y una gran vista a las estrellas. Sakura le sugirió este lugar por lo romántico que era, además un buen escenario para una propuesta de matrimonio. Utilizando sus poderes femeninos, plantó una pequeña semilla en la mente de su novio para que pareciera que fue su idea y no al revés. 

Ambos se encontraban ahora mismo leyendo la carta considerando las varias propuestas de comida exquisita que se extendía ante ellos. Sasuke había ordenado una botella de champaña para ellos y eso provocó que el corazón de ella se descontrolara. La champaña puede ser utilizada como un disfraz para el anillo, aunque eso es imposible en este caso porque ordenó la botella completa cuando un mesero podría llevar solo sus copas así que tal vez la pidió para celebrar una ocasión especial, todos saben que esa maravillosa bebida burbujeante  se utiliza para celebrar eventos importantes. No podía más con la emoción.

-Sasuke, querido ¿Hay algo qué quieras decirme?- Preguntó lo mas dulce que pudo.

-Mmmm, te ves hermosa esta noche.- Dijo sin siquiera voltear a verla.

-Gracias, pero me refería a otra cosa.- Intentó mantener la calma.

-No logro decidirme entre pollo o langosta ¿Tu qué piensas?-

-Pollo, querido.- Contestó con una sonrisa fingida.

Frustrada, intentó otra técnica. Se quito uno de sus tacones y con su pie desnudo comenzó a acariciar la pierna de Sasuke. Notó que eso le gustaba ya que empezó a respirar de forma entrecortada y a sostener el menú con mucha más fuerza. El momento no duro mucho pues él mesero llegó para tomar su orden.

Después de terminar su cena, Sakura decidió continuar con sus estrategias para sacarle la verdad.

-Y dime ¿De dónde sacaste la imaginación para traerme a este hermoso lugar?-

-Yo solo pienso y actúo como los mejores, esa es la clave de mi éxito.-  

-Oh, eso es muy atractivo, pero ¿hay alguna ocasión especial o alguna noticia importante para haber ordenado champaña?.-   

-Este lugar es muy exclusivo, no iba a limitarme a ordenar cualquier vino.-

-Oh.- No podía estar más decepcionada.

-Pero se lo que tratabas de hacer hace un momento.- Se inclinó más hacía ella y comenzó a acariciar su muslo.- Te gusta jugar ¿cierto?- 

Su sexy tono de voz la hizo olvidarse de su gran decepción de hace algunos segundos, todo lo que sentía era la mano de su novio tocándola como le gustaba. Su mano cada vez fue yendo más adentro de su vestido hasta tocar su centro. Tuvo que aferrarse del mantel para no hacer algo indebido.

-A-aquí no...- Dijo con un hilo de voz, pero cuando se dio cuenta Sasuke ya había pagado la cuenta y tomado sus abrigos. Listos para regresar a casa.

Pareciera que ambos estaban ansiosos por llegar, pues sus pasos eran apresurados y los segundos en el elevador fueron una eternidad para la chica. Cuando llegaron al auto Sasuke condujo con una velocidad increíble y Sakura no perdió el tiempo al ir estimulándolo en su camino a casa.

Al llegar todo fue como un torbellino, ropa volando por todas partes y besos desenfrenados por parte de ambos. El ciclón se detuvo en su habitación donde finalmente fue consumido por la pasión de ambos.  

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Despertó a la mañana siguiente con una gran sonrisa, Sasuke no estaba a su lado en la cama pero no le sorprendió, el siempre sale a correr en las mañanas, así que decidió preparar el desayuno para sorprenderlo cuando él llegara.

Vestida con solo una camisa de su novio, puso música a alto volumen  y bailó al ritmo mientras calentaba la sarten  y el café comenzaba a humear. Una llamada telefónica interrumpió su momento pero al ver de quien se trataba lo dejo pasar.

-Hola frentona ¿Te desperté?-

-Claro que no, tu sabes que soy muy madrugadora Ino.-

-¡Ey! Parece que hoy amaneciste de buen humor. A alguien si le cumplieron la noche anterior.- Dijo con un tono picaron.

-¡Cállate! Es algo privado.- Se sonrojo.

-Tantos años siendo mejores amigas y aún te avergüenzas por hablar de tu vida sexual, de verdad que eres una tonta.-

-¿Para qué me llamaste?- Intentó cambiar de tema.

-¿No puedo llamar a mi mejor amiga?- Intentó sonar ofendida sin lograrlo.

Ino era la mejor amiga de Sakura desde la preparatoria, ambas tenían planes de asistir juntas a la universidad de medicina pero la familia de la rubia experimentó problemas económicos por esa época y no pudieron pagar la colegiatura, por lo que ella termino dedicándose al negocio familiar, una florería. Sakura deserto de la escuela tiempo después y al dedicarse al negocio de las bodas formó acuerdos con el negocio de su amiga para trabajar en conjunto. Ahora su interacción se daba más en el trabajo pero de vez en cuando se tomaban un descanso para recordar viejos tiempos.

-Lo que quiero decir es si hay algún inconveniente para la boda de este sábado u otro detalle de último momento que necesite saber.-

-Tranquila todo esta bajo control, pero necesito verte de inmediato, te tengo una gran noticia.-

-¿Enserio? ¿Qué te parece si nos vemos a medio día para almorzar?-

-Perfecto, no puedo esperar para contarte.- Y colgó. 

Continuo con el desayuno, deseando saber que clase de noticia era la que le esperaba. Terminó de cocinar justo a tiempo cuando Sasuke entraba al apartamento junto con un acompañante.

-Buenos días Sakura, huele delicioso.- Saludó Naruto.

-Espero que no te moleste que lo haya invitado, trotamos juntos hasta aquí.- Dijo Sasuke.

Sakura se quedó muda por un momento y se dio cuenta que solo llevaba puesta una camisa que  le cubría hasta la mitad de sus glúteos. Ambos hombres la observaron por lo que a ella le pareció una eternidad y en especial Naruto, quien no podía ni siquiera disimular en frente de su amigo que estaba recorriendo lentamente con la mirada cada centímetro de piel expuesta de la pelirrosa.

-Discúlpenme un momento, vuelvo enseguida.- Corrió hacia su dormitorio estirando hacia abajo la camisa para que le cubriera un poco más.
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Espero que les guste éste capítulo y de ahora en adelante el Narusaku va a estar mucho más presente.