100% Iᴅɪᴏᴛᴀ » 𝙼.𝚈𝙶

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   ♥︎  Buenas, Noemys  ♥︎
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Atenea - pues… podemos jugar al veo veo… 

Yoongi - ¿veo veo…? 

Atenea - una cosita. 

Yoongi - amh… ¿que cosa..? 

Atenea - no, tienes que decir "que cosita es". 

El chico arrugó la nariz, para terminar diciéndolo. 

Yoongi - ¿qué cosita es? 

Atenea - empieza por la letrita… P 

Yoongi - ah ya sé, es Pene. 

Atenea - ¡No! ¡No es eso! No veo eso. 

Yoongi - pero si hay uno enorme... en la pizarra. 

Habló señalando este, negué con la cabeza en desacuerdo. 

Atenea - era pizarra. 

Yoongi - no me gusta este juego, podríamos hacer otra cosa… 

Se levantó del sofá, y vino directo a mi. Dejó sus manos apoyadas en la mesa, a ambos lados de mis muslos y quedando a centímetros de mi. 

Atenea - no– no deberíamos estar aquí… 

Yoongi - nadie nos ve, así que, no hay problema. 

Puso una de sus manos en mi muslo, inmediatamente desvíe la mirada de la suya. No me atrevía a mirarlo, más que nada porque el sonrojo que llevaba no era leve. 

Atenea - pero no está bien… 

Yoongi - ¿siempre quieres hacer lo correcto, Atenea Sydney..? 

Atenea - amh… 

No podía dejar de pensar en su mano en mi muslo, no salía de mi mente. Este comenzó a reírse, no entendía nada. 

Atenea - ¿de que te ríes? 

Yoongi - nada, Atenea, nada. 

Quito la mano de mi muslo, para ponerla en mi barbilla. Me miró atentamente a los ojos, con su peculiar mirada penetrante. Mi pulso se iba acelerando por momentos, aún más cuando su vista bajo a mis labios. Nuestros labios estaban a centímetros, pero ninguno terminaba de dar el siguiente paso. 

Se me estaba haciendo eterno, el tiempo se había parado. Deseaba ese beso, lo necesitaba y parecía que él lo sabía y por eso no continuaba. Se estaba haciendo de rogar, tanto que al final fui yo quien tomó la iniciativa de besarlo. 

Comprendí que lo hizo a posta, el quería que fuera yo, la que comenzará el beso, ya que él se encargó después de guiarlo y controlarlo. 

Mis manos pasaron por encima de sus hombros, mientras que él, pasó la mano que tenía apoyada en la mesa, por mi espalda, acercándome más a él. Hasta el punto de hacerse hueco entre mis piernas y terminar con toda distancia. 

Fue el beso más largo que nos dimos, pero en parte el más deseado. Cuando nos separamos, me podía la vergüenza, tanto que terminé abrazándolo, para que no pudiera verme la cara toda roja. 

Yoongi - ¿vamos al orfanato? podemos saltarnos las dos últimas clases, total las tenemos aprobadas con buena nota. 

Me gustó la idea, tenía ganas de salir de este ambiente tenso. No era tensión, mala, si no una tensión de otro tipo.