100% Iᴅɪᴏᴛᴀ » 𝙼.𝚈𝙶

Especial San Valentin 1/2

❛⿻۬˖̥ ͭ; Buenas, Noemys ♡⃕ ᨳˎˊ˗

13 de febrero, un día antes de San Valentín. Aún me entendía aún la cama, era viernes y por ende, mi día de descanso. Atenea ya se había ido a trabajar y al ser día festivo, los niños no tenían clase. 

Solté un largo suspiró al escucharles discutir en la planta de abajo. Min Tae-San y Min Ha-Nae discuten hasta por respirar. Creo que es normal, los dos tienen edades bastante diferentes, se llevan seis años y se nota. San cumplió hace nada los dieciséis años y Hanae sus diez años. 

Sin duda, el tiempo pasa volando. 

Sinceramente no quería levantarme, pero si no lo hacía, esos dos terminarían en una pelea a golpes. Lo gracioso es que siempre discuten cuando están a mi cargo. Con Atenea son los mejores hermanos y conmigo parece que se odian. Seguro les doy un palo y se dan de golpes ahí mismo. 

— ¡¡Papaaa!!  ¡San me tiró del pelo! 

— ¡¡Ella empezó primero!! ¡Me pateo, papá!

Me levanté resignado y caminé hacia el baño mientras bostezaba. Aproveche para mear y lavarme los dientes, en lo que seguían discutiendo. Aún queda discusión y todavía no se porque están discutiendo esta vez. 

Salí de mi habitación de forma despreocupada y sin prisa alguna. Baje las escaleras con Tomy, el mini Holly siguiéndome los talones. El pequeño perro ya está mayor. Lástima que holly y channel nos dejan ya. Pero era evidente que no durarían para siempre. 

Llegué al fin a la cocina, los dos niños repararon en mí al instante. Es como si pudieran olerme. Me quedé de brazos cruzados, mientras los dos intentaban que me pusiera de su lado y a la vez seguían insultándose. 

Me empezaban a cansar los dos, todos los días era igual. Pero solo cuando estaban conmigo. Di un fuerte golpe en la encimera, consiguiendo que ambos cerrarán al fin la boca. 

— ¡Paren de una vez! Me tienen hasta los cojones ¿¡Porque discuten ahora!? – los dos seguían en silencio y eso me estresaba. – ahora se quedan en silencio ¿no? 

— Lo siento papá… – San fue el primero en hablar. El chico mantenía su cabeza agachada. 

Me sentí mal por haber gritado, San es muy especial y los gritos hacia él deben ser limitados, por su trágico pasado. Me llevé la mano al puente de la nariz, con frustración. 

— Lo siento San, no pretendía gritarte. Pero me estresan los dos, solo discuten y discuten y siguen discutiendo y ya no aguanto más. ¿Qué pasó ahora? 

Hanae se limitaba a abrazarme, sin decir nada. Sabe jugar bien sus cartas.

— Es una tontería papá. Debí hacer caso a Hanae y haberle hecho el desayuno. 

De nuevo Hanae se aprovechaba de su hermano. Lo hace constantemente, San es un chico que evita los conflictos, pero de vez en cuando saca su carácter. Cosa que enfada y molesta a Hanae, quien siempre debe salirse con la suya. ¿Qué debo hacer? No tengo la menor idea de cómo sobrellevarlo. Atenea lo hace ver tan fácil, pero yo soy inútil con ellos. 

— Van a quedarse los dos en casa de la tía Hae-in. Ya estoy cansado de sus discusiones, ambos pasarán el fin de semana en el orfanato ayudando. 

— Pero papá… – ambos niños se quejaron al unísono. 

— Nada de peros, aprovecharé para salir con vuestra madre. Tenemos que revisar como va el restaurante de Jeju y pasaremos allí el fin de semana.