Buenas florecillas!!!! Que disfrutéis del capítulo!—Y evidentemente no funcionó —contesté para ver si de una vez reaccionaba—. Fingí que lo hizo únicamente para escapar.
Su incredulidad era tal que no salía de su asombro así que clavé un poco más el cuchillo en su garganta de forma que si no lo hacían mis palabras, lo haría el dolor de la hoja afilada.
Vi como alzaba sus manos en señal de paz y comprendí que parecía rendirse realmente ante la amenaza, así que me alejé dando dos pasos hacia atrás sin dejar de apuntarle con su propia arma.
—No quiero hacerte daño —replicó mirándome fijamente—. Nunca fue mi intención hacerte daño —insistió como si tratara de convencerme ahora que yo estaba al mando.
—Ya. Eso cuéntaselo a otra —admití mientras seguía apuntándole con el arma—. Vas a escoltarme hasta el bosque y después ya veré que hago contigo, pero necesito llegar hoy mismo sin más interrupciones.
—No sé como has escapado, ni tampoco como has logrado que el azambar no te afecte, pero si no te entregas será aún peor —concretó siendo cauto—. Escúchame Java, puedo ayudarte...
¿Recordaba el nombre que le había dado?, ¿Cómo era posible?
—Mi nombre no es Java, sino Andra y si vuelves a tratar de darme órdenes o a decirme que debo o no hacer te aseguro que apretaré este gatillo sin ningún remordimiento —advertí con odio—. Por tu culpa Java murió y por tu culpa no pude cumplir la promesa que le hice a mi hermana de que regresaría junto a ella, así que obedece y camina porque ganas no me faltan de partirte el cuello.
Supe que por alguna razón comprendió el odio que le profesaba y asintió mientras bajaba los brazos y parecía admitir su derrota.
Tendría que matarle una vez alcanzáramos el bosque o de lo contrario sabría donde buscarme. Ya me ocuparía de él a su debido tiempo, de momento me servía perfectamente para alcanzar mi objetivo.
Coloqué la pistola dentro de la chaqueta oculta a la vista, de manera que podía apuntarle sin que nadie más pudiera darse cuenta de ello. Caminaba a su lado imitando al resto de mujeres que eran simples marionetas sometidas a la droga, podía ver como me observaba cada poco tiempo, incrédulo de que bajo aquella capa de superficialidad existieran realmente mis pensamientos.
Mis sentidos estaban alerta a cualquier movimiento que pudiera hacer para detenerme o reducirme y así quitarme las armas que llevaba. En cada ocasión que pasábamos cerca de alguna patrulla estaba con la tensión a flor de piel por si se le ocurría pedir ayuda.
¿Tal vez me creía cuando le había avisado de que apretaría ese gatillo sin dudarlo?
Razones no me faltaban para hacerlo, él era el principal culpable de que no hubiera regresado, quien había detenido mi huida hacia mi suicidio, aunque viéndolo desde ese punto de vista jamás habría podido tener una segunda oportunidad como la estaba teniendo en aquel momento, sino que estaría muerta tras haber saltado del edificio.
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C O H I B I D A
Science Fiction"Demostrar que éramos más inteligentes fue el principio del fin. Ahora solamente podíamos aspirar a ser mercancía con la cual traficar o simplemente muñecas de papel en manos desconocidas"