"Demostrar que éramos más inteligentes fue el principio del fin. Ahora solamente podíamos aspirar a ser mercancía con la cual traficar o simplemente muñecas de papel en manos desconocidas"
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—¿Porqué estas tan seguro de que los antagónicos mataron a tu esposa?, ¿Y si no fue así? —inquirí introduciendo la duda en sus pensamientos.
—Dejaron su marca en ella —aseguró tan tajante que incluso su mirada se volvió fría al girarse de nuevo hacia mi—. Marcaron su piel con su sello y dejaron un mensaje amenazador de que la siguiente sería mi hija.
Mi piel se erizó al saberlo, ¿Por eso escondía a Lisa?, ¿Y como había podido hacerlo si conocían su existencia?
—Los antagónicos no sabían que Lisa existía —susurré delatándome yo misma.
—¡Porque fingí su muerte! —gritó alterado—. La hice desaparecer del sistema, el gobierno me respaldo dado el aterrador final de mi esposa. Mi empresa está literalmente vigilada por el sistema, ¿De verdad crees que hago lo que hago porque desee realmente hacerlo? Siento verdadera repulsión de mi mismo por lo que realizó mi familia, pero no tengo otra alternativa si quiero que mi hija tenga una oportunidad y ya pagué un precio muy alto con la muerte de mi esposa.
Había dolor en sus palabras y más que dolor verdadero resentimiento.
—Declan yo...
—¡No! —gritó de nuevo—. No quiero saber nada y menos aún que finjas auto compasión cuando sé de sobra que no es real. A partir de ahora la única relación entre tu y yo será la de científico y sujeto, nada más.
Tal vez me dolieran sus palabras, pero probablemente era lo mejor para ambos. Iba a responder cuando Ryan entró de nuevo acompañado por Josh, parecían hablar animadamente y supuse que si el médico conocía la relación de mi amigo con Sheila, parecía no importarle.
—Debes comer para reponer energías —mencionó Josh sonriente—. La extracción fue exitosa, creo que podremos dejarte en paz durante unos días —añadió tratando de ser simpático.
—¿Sería posible marcharme a mi habitación? —pregunté abruptamente porque lo único que quería era alejarme de allí, pero sobre todo de Declan.
—Si puedes caminar no veo ningún problema —contestó Josh ahora un poco más serio.
Traté de incorporarme e hice una mueca de dolor, aunque de mis labios no hubo ni un solo quejido, Ryan dejó a un lado la bandeja que llevaba en las manos y se inclinó sobre mi para hacer que me incorporase.
—Hagamos un trato. Come algo y te llevaré yo mismo a donde quieras, pero lejos de aquí —susurró como si comprendiera que estaba desesperada por salir de allí aunque no supiera las razones.
Asentí cerrando fuertemente los ojos y colocó la bandeja en mi regazo a pesar de que él la sujetaba con las manos.
En el momento que Ryan me alzó como si no pesara más que una pluma entre sus brazos, sentí que algo dentro de mi se rompía porque sabía que entre Declan y yo jamás existiría un acercamiento. Hasta ese momento había creído que no me importaba, que él no era una prioridad en mi vida, que podría continuar adelante como si solo fuera un recuerdo, pero la presión en mi pecho dictaba algo completamente contrario.
