Podría ser casual, tal vez podría deberse a lo sucedido con la mujer de Declan, en ese caso Lía no parecía estar de acuerdo con el proceder y también era muy extraño que hubiera accedido al secuestro de él y su hija si sabía que eran los culpables de la muerte horripilenta de su esposa.
Algo no cuadraba.
Cuando Lía sugirió que Declan era descartable porque no tenían como sugestionarle a colaborar, mencionó que su esposa había fallecido, como si fuera la única posibilidad. ¿Y si hace siete años intentaron secuestrar a su esposa para coaccionarlo y el resultado fue fatal?, ¿Podría en esta ocasión intentarlo de nuevo con su hija pensando que de este modo colaboraría por saber lo que ocurrió con la madre de esta?
—Entonces, ¿Nadie sabe lo que ocurrió? —inquirí por última vez.
—Sinceramente no sé si alguien pueda saberlo, pero te garantizo que no ha transcendido y con las pocas cosas que suceden aquí, te aseguro que se sabría —comentó con una ligera sonrisa.
—Entiendo... —dije dando por finalizada la conversación.
—Andra, ¿Puedo preguntarte algo sin que te moleste? —mencionó Sheila en un tono que llamó mi atención.
—Por supuesto, te aseguro que no me molestará lo que puedas decirme. —Solo esperaba que no fuera algo referente a Declan o a lo que podría haber sucedido entre nosotros, sinceramente no me apetecía en absoluto tener que confesar que había algo que me empujaba hacia él irremediablemente.
—Ryan y tú sois... ¿Íntimos? —preguntó con cautela.
—¿Íntimos? —exclamé—. ¿Te refieres a amigos íntimos de contarle mis secretos o... —me callé, ¿Tal vez estaba tratando de saber si me acostaba con Ryan?
—Me refiero a si tenéis una relación formal de pareja, si él es tu compañero —contestó directamente.
—No. No. No —negué por completo—. Ryan y yo no tenemos nada de eso, solo nos llevamos bien, pero él no me atrae en ese... sentido.
Por no mencionar que solo un hombre lo había hecho y ahora me repudiaría de por vida.
—¡Oh! Entonces ¿No te sentirás molesta si mantiene relaciones con algunas chicas de la comunidad? —preguntó dejándome boquiabierta—. Al haber tan pocos hombres entre nosotras, solemos compartirlos para ampliar la comunidad aunque alguna estreche relación con uno de ellos, pero como eres nueva, no sabía si te importaría.
—Emmm.... Esto... —No sabía que contestar—. Supongo que es Ryan el que debe opinar al respecto, no yo —concluí algo confusa.
—Desde luego, pero no queríamos que pudiera ofenderte al no conocer nuestro proceder —respondió con una sonrisa dulce.
—Te lo agradezco, pero te aseguro que entre Ryan y yo solo existe una sana amistad, nada más. ¿A ti te gusta él? —pregunté pensando que a ella le atraía Josh, al menos eso había creído cuando les vi.
—Es atractivo, fuerte, leal y posee un buen físico. No puedo negar que me atrae —advirtió mordiéndose el labio.
—Pero, ¡Yo creía que te gustaba Josh! —exclamé y en un tono de voz un poco más alto y después me di cuenta de que podían haberme escuchado—. Lo siento...
—Tranquila... a nadie le resulta desconocido que me he insinuado varias veces a Josh, pero él está más concentrado en sus probetas, ensayos y pruebas que en mi —dijo encogiéndose de hombros—. A veces he pensado que le gustaba, otras simplemente me doy por vencida cuando finalmente no sucede nada.
—Quizá deberías hablar con él sobre esto y exponerle si está interesado o no en ti —insistí si verdaderamente le gustaba Josh.
—Tal vez lo haga, pero en estos momentos mi prioridad es darle un hijo a la comunidad antes de que mi vida pueda ser sesgada. Tengo veintitrés años y con cada año que pase mi fertilidad irá en descenso, así como las probabilidades de seguir con vida cada vez que salimos de patrulla. Si consigo embarazarme Lía no dejará que salga fuera hasta tener a mi hijo y al menos habré podido contribuir con una nueva alma que seguirá luchando por un futuro digno —respondió tan rotundo que supe que esa era su prioridad, por encima de lo que pudiera sentir respecto a Josh.
Había visto al menos una veintena de niños de diversas edades, ciertamente ellos representaban el futuro del mundo libre sin opresión, pero a menos que todo cambiara, jamás verían la luz del sol y vivirían con el miedo constante a ser apresados tal como habíamos crecido nosotros. ¿Era eso justo?, ¿Realmente hacían bien en traer criaturas al mundo que vivieran de ese modo? Bien era cierto que de no hacerlo, la lucha jamás persistiría y todo se acabaría para nosotras.
Decidí no insistir, ¿Quién era yo para juzgar o no su proceder? Había una causa en su forma de pensar y lo comprendía.
La idea de tener hijos no se me había pasado por la mente, hasta que llegué al apartamento de Lisa no había visto a ningún niño desde que mi hermana dejo de serlo, casi me parecía idílica la idea de ser madre puesto que ningún hombre convivía junto a nosotras desde que murió padre, así que ese hecho era simplemente inconcebible. Ahora, dentro de aquel refugio y en aquella comunidad era posible...
Me llevé instintivamente la mano al vientre como si concebir esa idea fuera posible y las imágenes en mis pensamientos de Declan y yo hicieron que esa posibilidad fuera real. ¿Y si...?
—No. Imposible —descarté en un susurró.
—¿Qué no es posible? —preguntó Sheila.
—Nada. No es nada —respondí tajantemente—. En cuanto a Ryan no debes preocuparte por mi, como bien dije antes entre él y yo no existe ningún tipo de relación íntima, incluso puede ser que él este encantado de aceptarte en su cama —sonreí provocando que ella también lo hiciera.
Sheila se despidió rápidamente y supuse que quizá iría a buscar al comandante, no sabía que reacción tendría Ryan, pero esperaba que si los dos se atraían mutuamente; disfrutaran.
Hasta hacía poco había creído que el hecho de yacer con un hombre era un acto odioso por las barbaridades que escuché mientras estaba en el refugio de los actos horribles que cometían hacia nosotras bajo el yugo del azambar, ahora era plenamente consciente de que en plenas facultades ese acto podría ser maravilloso y tenía la prueba por mi misma de las veces que Declan me había hecho suya.
¿Existía una posibilidad de que pudiera esperar un hijo de él?, ¿Sería posible que me hubiera quedado embarazada? No lo había siquiera planteado hasta que Sheila lo había mencionado, ni tan siquiera la idea pasó por mi mente hasta que ella sembró la duda mencionando que deseaba ser madre.
De ser así, ¿Lo deseaba realmente?
Pensar en una pequeña criatura era reconfortante a la par que me daba un miedo atroz por las repercusiones que ello tendría.
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C O H I B I D A
Fantascienza"Demostrar que éramos más inteligentes fue el principio del fin. Ahora solamente podíamos aspirar a ser mercancía con la cual traficar o simplemente muñecas de papel en manos desconocidas"