Buenas florecillas! ES cortito y pensé en subirlo o juntarlo con el de mañana, pero al final preferí hacerlo y ya mañana extenderme con ganas...¡Nos vemos!
¿Por qué era incapaz de anular esa sensación que crecía en mi interior estando cerca de él? Podía ser capaz de racionalizar mis sentimientos y reconocer que lo que él hacía estaba mal e iba en contra de mis principios, pero no podía lidiar con la atracción que sentía, con la reacción que mi cuerpo tenía estando cerca del suyo.
Supe que después de esa noche no volvería a verle nunca más y eso provocaba un desasosiego contradictorio en mi interior. Sería capaz de superarlo, de pasar página estando lejos de allí y de olvidar lo sucedido con el paso del tiempo, sobre todo de las sensaciones que él me había hecho vivir, pero al mismo tiempo mi cuerpo anhelaba una última noche de placer, como si supiera perfectamente que sería el último de mi vida.
¿Podría dejar a un lado mis principios para escuchar únicamente mi instinto carnal? ¿No era un traición a mi misma el hecho de pensar en yacer con alguien que le hacía tanto mal a las de mi especie?
Tal vez era un error pensar en que las estaba traicionando puesto que únicamente pensaba en mi y en mi propio placer cuando lo imaginaba, de ningún modo pensaba en Declan o en complacerle cuando lo pensaba.
Aún así deseché temporalmente la idea de mi mente, al menos lo hice mientras preparaba la cena mientras él parecía hablar con Lisa y regresaba de ayudarla a bañarse, eso intuí por el cabello mojado de la pequeña. Mientras se hacía el pescado.
—Hay algo de lo que quisiera hablar contigo cuando Lisa se duerma, así que espérame despierta en tu habitación tras acabar la cena —comentó a mi lado sin que la niña pudiera escucharnos.
Asentí. Era una forma muy rápida de no mostrar por mi tono de voz algún tipo de nerviosismo o preocupación.
¿Tal vez querría hablar sobre la conversación que había tenido con su amigo y el hecho de entregarme a otra familia?, ¿Quizá estuviera pensando en deshacerse de mi y solo deseaba comunicármelo? No había tenido ningún reparo en mencionarlo en mi presencia, ¿Es que pensó que no ataría cabos? ¿O que no me importaría? Tal vez a una mujer sometida al azambar le daba igual a que hombre pertenecer, quizá no podía desarrollar ningún tipo de afecto hacia su dueño.
«Como odiaba esa palabra, nosotras no teníamos dueño, deberíamos ser libres y pertenecernos únicamente a nosotras mismas. Yo no era de Declan y precisamente por eso me marcharía»
El problema es que la mayoría de mujeres no tenían esa opción, no tenían iniciativa propia debido a la maldita droga y por ende estaban sometidas a la voluntad de otras personas o en este caso; hombres.
¿Por qué no podría haber sido al revés?, ¿Por qué no podía existir una droga que le incapacitase a ellos?
Lisa parecía muy habladora mientras relataba todo lo que habíamos hecho durante el día junto a Margaret. Le había hecho especial ilusión que ella estuviera en casa e imaginé que a pesar de mi ausencia ella estaría bien cuidada, al menos hasta que Margaret se ocupara de sus propios hijos si es que lograba tenerlos algún día.
Hijos. La idea de ser madre era algo que jamás había pasado por mi mente en el refugio. ¿Cómo iba a tenerlos si se necesitaba a un hombre para procrear la especie y carecíamos de ellos? Además, ¿Qué sentido tenía traer al mundo a una criatura para que viviera ese infierno? Si era una niña su destino estaría cruelmente marcado, sería alguien sin voluntad o viviría escondida el resto de su vida. Si era un hombre, la sociedad lo marcaría para reconocer que lo normal era tener a su disposición las mujeres que deseara según su cuenta bancaria y éstas obedecerían todo cuanto deseaba.
Esa no era vida para un niño y menos aún el futuro debía estar marcado por ello, prefería la extinción antes que vivir esa condena eterna.
Tras la cena les dejé a solas y me retiré a mi habitación. Necesitaba una ducha para evaluar de nuevo mi plan. Me había asegurado de esconder la bolsa con lo que había recopilado por casa en el fondo de un cajón, de forma que nadie más lo encontrara. Apoyé mis manos sobre la pared conforme el agua caía por mi cuello relajando los músculos. Era apaciguador y sabía que echaría en falta esa sensación puesto que tendría que decirle adiós al placer que significaba ese chorro de agua caliente constante.
—Java —oí y alcé la vista para contemplar a Declan al otro lado del cristal.
Estaba vestido, aunque no llevaba chaqueta y su camisa estaba parcialmente desabotonada.
Me quedé mirándole mientras el agua caía por mi cuerpo, sabía que estaba desnuda pero no era algo que me importase. Le vi recorrer mi cuerpo por completo y después alzar la vista hasta mis ojos de nuevo.
Supuse que habría venido a hablar como me había comentado, que tal vez esperaba a que yo saliera para tener esa conversación y tuve intención de cortar el agua precisamente para oír aquello que tuviera que decirme, pero no imaginé que se metiera dentro de aquella cabina con ropa incluida mientras el agua empapaba todas sus prendas.
No dejaba de observarme y fue acercándose lentamente a mi como si estuviera retándome. No me aparté sino que le miraba del mismo modo que él hacía conmigo, hasta que sentí sus labios sobre los míos demandando con ansiedad que respondiera sus besos.
«Es tu última noche Andra, la última que pasarás a su lado, la última en la que conocerás el placer carnal, la última para tu recuerdo... disfrútala porque nunca volverás a sentirlo de nuevo»
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Ayayayayyaaya ¿De verdad será tu última noche con Declan? Es evidente que estos dos se tienen ganas... ¡Muchas ganas!
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C O H I B I D A
Ciencia Ficción"Demostrar que éramos más inteligentes fue el principio del fin. Ahora solamente podíamos aspirar a ser mercancía con la cual traficar o simplemente muñecas de papel en manos desconocidas"