Capítulo 4

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Bienvenida Sokolova

DÁNAE

Mi alarma suena por tercera vez, maldigo en un susurro, tengo sueño, de hecho, me muero de sueño, pero los nervios y la ilusión me hace levantarme y sonreír, apago la alarma y veo que tengo un mensaje de un número desconocido.

Soy Seth ponte ropa deportiva nos vemos a las 6.00.

Voy al baño y me ducho rápidamente. Abro el armario, lo que dijo mi padre es verdad, veo toda mi ropa. Sus trabajadores son muy eficaces. Me pongo unos leggins negros que se pega como mi segunda piel, un top negro y por encima una chaqueta, la necesitaré tiene que hacer frio. Voy al baño y me peino con una coleta alta, mi pelo rojo rizado cae de mi cuello hasta mi cintura. Tengo el pelo muy largo. Se que esto no va ser fácil, pero quiero intentarlo. El ballet siempre ha sido un escape a mi vida personal, expresaba lo que no podía con las palabras. No me maquillo, seguramente tendré que hacer ejercicio y se me correría todo no quiero parecer una payasa en mi primer día. No desayuno, casi nunca lo hago, bajo por las escaleras y me encuentro con Seth.

—Un minuto más tarde y ya tendrías tu primer castigo.

—Buenos días a ti también. —Ignoro lo que me ha dicho, la verdad es que me da igual, he llegado bien, entonces porque se queja.

—Tu padre te presentará a las 10.00 a todo el ejército, compórtate, te enseñare lo básico, saludo, modales y respeto.

No contesto solo le sigo hasta un pabellón, está lleno de máquinas de ejercicio y en medio hay un ring, nunca he peleado, sin embargo, tengo mucha fuerza en las piernas y en el abdominal por la rutina de la danza, me exigía hacerla cada día.

—Súbete al ring, te haré una prueba física, quiero que hagas todas las abdominales que puedas sin pausa, luego pasaremos por flexiones y por último saltos de longitud, todo eso en 2 horas. —Me ordena y me coloco en posición.

Hago todos los abdominales que puedo, estoy acostumbrada a hacerlo. Uno, cuatro, diez, veinte... Llego hasta 107 sin pausas, como he mencionado mi abdominal puede soportar eso, pero las flexiones las temo, mis brazos parecen una gelatina, podre pasar todo el tiempo con los brazos en posición, pero al hacer ejercicio con ellos estoy muerta. 130 y paro, respiro agitada.

—No está mal para una bailarina.

—No nos sobrevalores, somos fuertes.

—Flexiones, ya.

Estoy muerta solo llevo 25 y mis brazos se sacuden por el esfuerzo. <<Malditas seas>>. Brazos no me traiciones ahora.

—Esos son tus músculos, una niña de 7 años podría hacerlo mejor que tú. —Se burla. —Si quieres entrar aquí tendrás que esforzarte el doble, debes de ser la mejor en todos los ámbitos para que tu padre este orgulloso de ti. Quieres ser algo pues esfuérzate.

No paro sigo con las flexiones, aunque este agotada. Hago 30, 34 y 40, no puedo más.

—Abdominales 130 y flexiones 40, está un poco desequilibrado. —Me regaña y suspira. —Tenemos mucho trabajo, trabajaremos con tus brazos. Ahora practicaremos el saludo, lo tendrás que hacer delante de todos tus superiores, incluyéndome a mí. Cuando Axel te presente dirás tu nombre y apellido y procederás hacer el saludo. ¿Entendido soldado?

—Si.

—Si que...

—Si, ¿señor? —No sé si tengo que decir eso.

—Dios mío. —Murmuro bajito, pero llego a escucharlo. —Siempre firme, nunca te deben de verte insegura. Aquí hay muchos monstruos que les encanta aprovecharse de la gente insegura, como tú.

Arabesque And Relevé (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora