Arabesque And Relevé (BORRADOR)

Capítulo 26

PACTO

DÁNAE

No dije nada a Seth cuando me vestí para irme a Madrid. Cogí mis cosas necesarias y le dejé una nota diciendo que tenía que irme a Burgos a saludar una amiga mía. De posdata le puse un gracias por la noche y besitos. Para que no se enfadará.

No duró mucho porque ahora me está dando la bronca del año.

—Seth es una amiga importante, va hacer el primer solo y necesito estar allí para tranquilizarla.

—Si, lo entiendo, pero me podrías avisar.

—Lo siento, me enteré ayer y se me olvido de decirte. Estaré allí por la noche.

—Vale, cuídate fuego—hago un sonido con mi garganta—, te quiero.

Cuelga la llamada y enciendo otra vez la música. Me faltan unas horas para llegar a Madrid y estoy de lo más aburrida. Antes de salir me hice un bocadillo y una botella de agua, necesito estar bien alimentada por lo que se acerca. Además de comida, he cogido unas armas: unas navajas que las tendré guardadas en mi bota y en mi cintura y una pistola.

Debo de estar bien armada y muy atenta, porque esta vez no hay nadie para que me ayude. Me he metido yo solita en esto y todo saldrá bien.

Pensaba que Seth se enfadaría conmigo, pero lo único que me ha dicho es donde estaba y porque no le dije nada. Se ha molestado un poco, pero no se ha enojado conmigo, eso lo valoro mucho. Lo menos que puedo decir de él es que no es comprensivo.

Las horas van pasando a mesura que conduzco a máxima velocidad el Bugatti negro.

Pobre Seth, además de dejarlo le llegaran multas.

En mi rostro se dibuja una sonrisa triste.

Todo ira bien y se arreglara.

Mantengo ese pensamiento optimista y paro en la entrada de Madrid.

Saco mi móvil y abro el Maps para ubicarme donde esta ese barrio.

Suspiro por los nervios y unos pensamientos me recorre.

Y si no funciona. Y si no están.

Aprieto el volante y lo golpeo sonando el claxon del coche. No he sido inteligente esta vez, me he dejado llevar por mi estúpida desesperación.

—Estúpida—chillo y esta vez golpeo mis muslos.

Cierro los ojos fuertemente y bajo la cabeza. Por lo menos, ahora que estoy aquí, debo de intentarlo.

A lo mejor es la peor decisión, pero si no lo intento nunca sabre si gané.

Y quiero ganar, necesito ganarles.

Abro los ojos lentamente y visualizo mis piernas temblando.

Y por un momento siento como si me estuvieran observando, sin que se note cojo la pistola que está en entre mis piernas.

Mejor prevenir que cuidar, porque sé que alguien me está observando.

Sujeto la pistola firmemente y a la vez la levanto, al igual que mi cabeza.

Lo sabía. Un sujeto vestido todo de negro me apunta con un fusil. Lleva una máscara y no me permite ver sus facciones.

¿Es la mafia italiana?

No sé, pero no debería haber golpeado el claxon.

Con un movimiento de cabeza me indica que salga del auto. Obedezco, sin embargo, aún sigo sujeta al arma apuntándole.