Capítulo 5

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Ganadora

Seth

La Osipoven, ahora mismo Sokolova, habla con los soldados novatos. La chica de pelo rojo charla alegremente, hasta que el ceño se frunce y me hace prestar más atención, me acerco discretamente, sin llamar la atención de nadie. Puede escuchar algo, están hablando del ministro, con lo que oigo hay varios rumores sobre la hija de Axel. No me sorprende, aquí hay muchos sin una vida interesante y se entrometen en las de demás.

Hay un punto que me vuelve loco esta chica, su personalidad es tan variada, que hay a veces que pienso que padece de trastorno bipolar. Tiene la ceja con una tirita y la nariz morada por el golpe que le di. Necesita espabilar. No sé el motivo, —ni lo quiero saber— del porque está aquí. Tiene potencial, no lo voy a negar, podría convertirse en un gran soldado, he estado evaluando sus puntos fuertes y débiles, tiene flexibilidad y una gran fuerza de las piernas, lo que arruina todo son sus brazos y su fastidioso carácter.

Nuestro enemigo sabe quién es Dánae y que se está convirtiendo en soldado, lo que paso en la mansión aún me sorprende, la inteligencia que mostro fue impecable, mato a alguien en un par de segundos sin ensuciarse las manos. No sé cómo demonios pudo mantener la calma en una situación así, no todo el mundo piensa en electrocutar. En algún futuro será alguien importante. Eso si no la matan antes. La mafia ha recuperado mucha fuerza cuando cambiaron de líder. Cuyo nombre aún no se sabe. Se esconde bajo las sombras y es difícil de localizar. Dentro de poco tendremos una misión donde Dánae estará involucrada, no estoy muy seguro si lo hará bien, pero si no le damos alas ella no puede volar y no puede crecer como soldado. Ira como mi secretaria en un club completamente ilegal. Por eso estoy tan exigente con ella, el primer día no pudo aguantar y ayer pudo mantener mi rimo. Aprende rápido, se memoriza todos los pasos con tan solo mirar, es observadora y analizadora.

—Dánae ven conmigo. —Le ordeno. Ella suspira y se despide de los novatos.

—Si señor.

—Vamos a entrenar, dentro de poco habrá una misión.

—¿Estoy dentro de la misión? —Abre los ojos sorprendida.

—A lo mejor. —Le contesto inexpresivo.

Ella sonríe mientras que sus ojos expresan adrenalina. Sus ojos son tan especiales, es como un libro abierto, expresa todo desde sus ojos, ahora mismo tiene la mirada de un felino —Casi siempre está así—, esos ojos oscuros son tan inusuales que parecen sacados de una diosa, rara comparación, pero es la verdad.

Entramos en el gimnasio, ella se retoca la coleta y la aprieta más fuerte, le ordeno que empiece a hacer abdominales, para luego mandarle a hacer flexiones. Lo hace sin rechistar, odia las flexiones y me encanta ver su cara de sufrimiento.

—Ponte de pie, y golpea al saco de boxeo todas las veces que puedas

Con los golpes que recibe el saco este se balancea. Da patadas, puñetazos, y combinados con sacos.

—Mañana vendrá una mujer para enseñarte las ordenes de la misión. No quiero fallos Osipoven, fallas y te hecho. ¿Entendido?

—Si, señor. —Lo dice sin parar de golpear.

—La misión será dentro de dos semanas. Te juntaré mañana con mi equipo y pelearas con ellos. Tienes un nivel básico, pero eres hábil y tienes una buena coordinación. Aprendes rápido, te adaptaras bien con ellos. —Sigue con lo suyo. —Después de esto descansaras 5 minutos y practicaremos el combate cuerpo a cuerpo.

—¿Cuándo aprenderé a disparar? —Pregunta.

—Cuando estés preparada.

—¿Y eso será...?

Arabesque And Relevé (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora