Alerta

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POV Pietro

- Maldita sea avanza rápido. - Dije a Clint y este me miró frustrado. - Estoy yendo lo más rápido que puedo Pietro. - Alzó la voz y me pasé las manos por el cabello. No daba más de los nervios.

- Trata de comunicarte con Natasha por favor. - Habló una vez comenzó a andar el auto otra vez y asentí. Estaba excesivamente nervioso. Wanda se había descompensado y Natasha solo me había avisado a mí para que les diese el alcance en el hospital.

- Vamos Natasha, responde... - Susurré y Clint sujetó la mano que tenía sobre mi muslo. - Nada, joder, nada. Maldita sea. - Dije exasperado e iba a continuar renegando para cuando Romanoff devolvió la llamaba.

- Pietro, no hables y escúchame. - Oí dijo y asentí aún sin que ella pudiese verme. - Acabamos de llegar al Hospital Central, tu hermana ya ha sido estabilizada, se le bajó un poco la tensión y rompió fuente. Necesito que te calmes, avises a tu padre y a los chicos. Ella está bien Maximoff. - Dijo y suspiré. - Voy a estar con ella, asegúrate de informar eres familiar directo para que puedas entrar en mi lugar. - Concluyó y sin más colgó.

- Está bien, ya la estabilizaron. - Dije mirando pasmado mi celular. - Ya rompió fuente y va a entrar en labor de parto. - Agregué y Clint me sonrió ligeramente. - ¿Qué sucede? - Preguntó cuando mi rostro de ensombreció y no sabía cómo expresar lo que sentía.

- Tengo miedo Clint, la última vez que fuimos a un hospital por ella fue en el accidente, ahora saber que se había puesto mal solo me proyectó a ese momento y sentí una parte estaba siendo arrancada de mí al solo pensar algo le pueda suceder. - Dije y sentí como los ojos se me llenaron de lágrimas.

- Amor, joder sé que nada de lo que te diga puede contra ese recuerdo pero esto es diferente, los partos suelen ser un poco movidos y Natasha hará que todo esté bien con Wanda. - Dijo y asentí. Apreté aún más la mano que me daba. - Ella dijo algo de yo entrando a la sala de parto, no quiero quitarle eso Clint. Ella lo merece más que yo. - Dije y él sonrió. - No creas es un gesto, en parte sí, pero ella ha asumido yo debo entrar, Wanda ya había hablado conmigo sobre querer únicamente a Natasha en ese momento. - Aclaré y él hizo un gesto de entendimiento.

***

POV Natasha

- Ahhhhhh me duele - Comenzó a levantar la voz Wanda y no dejaba de apretar mi mano. Ni siquiera sabía si aún circulaba sangre en ella. - Wanda intenta respirar. - Susurré y ella me miró enojada en medio de una contracción. - Respira con una maldita sandía partiendo tu interior en dos. - Dijo exasperada y una de las enfermeras nos veía enternecida.

- La Doctora ya viene para revisar la dilatación. - Dijo y asentí mirándola de forma rápida y volviendo mi mirada a Wanda que parecía haber encontrado la forma de controlar un poco las sensaciones. - Natasha entra conmigo. - Dijo y la miré sorprendida.

- Siento que serán solo unos segundos más de calma antes de que las contracciones vuelvan. - Habló otra vez entre jadeos. - ¿Lo dices en serio? - Cuestioné mientras secaba los ligeros rastros de sudor en su frente. No habló más pero solo asintió y cerró sus ojos.

- Lo que quieras será entonces. - Dije sincera y abrió de golpe los ojos. - Quiero que tú también quieras. - Añadió y besé una de sus manos. - No hay nada que quiera o desee más Wanda. - Dije sin saber si sentirme feliz o preocupada porque veía las expresiones de dolor cruzar su rostro.

- Bien Wanda, veamos si la pequeña Lizzie ya te quiere poner a trabajar y venir a por Nat. - Dijo Carol apareciendo y acercándose a revisar a la mujer que aún sujetaba mi mano. - Enfermera, que preparen sala, esto está más avanzado de lo que esperaba. - Concluyó y Wanda sin poder controlarlo más se quejó en medio de otra contracción. Carol solo me dio una ligera sonrisa y volvió a hablar. - Ya es hora de que le inyecten la epidural. - La enfermera a la que le hablaba asintió.

- ¿Usted entrará a sala con ella? - Cuestionó otra enfermera y asentí. - Bien, debe ir a cambiarse entonces. - Dijo y miré hacia Wanda. - Entre más rápido lo haga antes volverá con ella, nosotras cuidaremos a su esposa. - Añadió e iba a responder que no lo era cuando el quejido de Wanda hizo dirigiera toda mi atención a ella. - Ve a cambiarte Romanoff. - Casi gritó y asentí.

Cuando salí con la enfermera e hice todo lo que ella me indicaba sentía que el tiempo no pasaba, mi reloj se volvería a echar a andar una vez estuviese con Wanda. Al volver ella no se quejaba tanto, las contracciones seguían pero estaba bastante más calmada. No hablaba pero podía saber todo lo que sentía y lo mucho que se estaba esforzando en este momento.

Luego de ello, es como si todo hubiera sucedido rápido y en cadena. Al mismo ritmo que respiraba Wanda, lo hacía yo, en cada contracción y momento de dolor, también lo sentía yo, mi mano sobre todo. Veía sus ojos vidriosos y el sudor en su rostro. Cuando Carol le pidió que comenzara a pujar ver su rostro me hacía tener miedo, morirme de amor y admirarla como nunca antes. El esfuerzo físico que estaba haciendo era tremendo y aún así lograba verse maravillosa y extrañamente hermosa.

Escuchar a Carol decirle que solo hacía falta un poco más, hizo que un frio me recorriera toda la columna vertebral y cada maldita arteria y vena de mi cuerpo. El "ya casi" y un grito ahogado de Wanda se mezclaron con un pequeño llanto que en solo segundos se incrementó. Con el llanto de la bebé de fondo, el rostro cansado de Wanda y su sonrisa descubrí que no tenía idea de si habían sido horas o minutos, mi reloj se había echado a andar estando con ella sí, pero no había sido consciente del tiempo. Las lágrimas hicieron acto de presencia y cuando me pidieron corte el cordón umbilical y la vi, aún bañada en sangre y la vérnix caseosa era lo más perfecto que habían visto mis ojos hasta ese momento.

Sin embargo, en el momento que la limpiaron un poco y la enrollaron para ponerla en mis brazos para que se la entregue a Wanda, esa perfección de la que hablaba antes, fue reemplazada. Verla a ella con la bebe, escuchar el llanto apaciguado de una y notar el llanto de felicidad de la otra, me hizo no poder contenerme.

- Está completamente sana y es realmente hermosa, Wanda. Felicidades. - Dijo Carol y ella solo agradeció, yo también lo hice y Carol se acercó a mí a darme una palmada en el brazo. - Felicidades a ti también Nat. - Dijo y sonreí sin poder dejar de mirar a Wanda y a Lizzie.

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Sé que no hace mucho lo mencioné, pero al escribir desde el celular puede suceder se me vayan algunas faltas ortográficas, así que, desde ya, disculpen por ello.

Me gustaría saber qué opinan de la historia. Fui sincera al decir que no era nada sorprendente, la mayoría de las interacciones son producto de lo nada fácil que resulta el propio día a día y ya. Aunque eso no quita, me gustaría sabe qué percepción tienen.

Real e Ideal  - Scarletwidow / WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora