POV Natasha
Decir que estaba feliz era quedarse corto para hablar realmente de cómo me sentía luego de que Wanda me dijera le gustaba. Por Dios, ella era la mujer de mis sueños, mi maldito crush, mi mejor amiga y la mujer que amaba. No era felicidad nada más lo que había en mí, sentía orgullo, dicha, me sentía poderosa de alguna forma incomprensible e incluso también llena de adrenalina.
Sabía que el gusto no era amor, lo tenía súper claro, pero quería pensar que podía lograr me amara también. Mientras tanto, esto era más de lo que algún día pensé podía conseguir, así que iba a aferrarme tanto como pudiera y disfrutarlo.
- Bien, parece que aún seguirá durmiendo un poco más. - Dijo Wanda apareciendo debido a que la bebé había llorado hace unos minutos, eran las seis, solo había que cambiarle el pañal y darle de comer.
- ¿Todos los bebés son así de agradables? - Preguntó acostándose otra vez y negué. - No, Lizzie es un sol. Aunque dame unos meses más y estoy segura me voy a retractar de esas palabras. - Dije y ella se comenzó a reír. - ¿Nos va a enloquecer verdad? - Preguntó y la miré como diciendo "¿tú qué crees?".
- ¿Sabes? Fui al baño del pasillo. - Dijo y la miré sin entender. - Dejaste marcas. - Dijo con una mirada bastante densa, no sabía el porqué eso si. ¿Molestia, deseo tal vez? - Diría que lo lamento pero no, no lo hago. - Respondí y ella se acercó por completo a mí.
- Cuando me fui de tu casa me fui por esto. - Dijo y la miré realmente sorprendida. - Creí que quizás estaba algo confundida y no quería confundirte también, quería respetar nuestra amistad pero estar lejos de ti fue una jodida tortura. - Admitió y no sabía exactamente qué decir.
- Estos meses desde que lo arreglamos me propuse no presionarte ni presionarme a descubrir qué era lo que estaba sintiendo, eres mi mejor amiga Natasha y eso hace que esto me de mucho miedo, no te quisiera perder en el proceso, pero una parte de mí sabe que me tenía que arriesgar porque sino me iba a reprochar aún más nunca haberlo hecho. - Habló mirándome fijamente a los ojos y me perdí en ellos.
- Me gustas hace ya algún tiempo Wanda. - Admití. - La única razón por la que no hacía un movimiento hacia ti, era por él. - Supe ella entendió me refería a Robbie. - Y porque no te quería presionar de ninguna manera. - Suspiré. - Yo sé que para ti esto no resulta fácil, créeme que aún cuando lo he deseado ya por algún tiempo, para mí tampoco lo es, pero quiero que si algo crece o se afianza entre nosotras sea por los motivos adecuados. - Le dije y la besé suavemente. - Yo estaré aquí, sin importar qué o cómo, siempre me vas a tener, así que si esto no funciona, ten por seguro que quizás necesite un poco de tiempo, pero volveré a ti y a la bebé, después de todo ustedes son mi lugar. - Admití y ella se abrazó fuertemente a mí.
- No, no puedes decir ese tipo de cosas e insinuar te voy a soltar, joder, eso no va a pasar. No sé cómo definir o llamar a este sentimiento pero debes tener plena seguridad de que me gustas y no es cuestión de costumbre o agradecimiento. - Habló con determinación. - Tú Natasha Romanoff has logrado se avive en mí una parte que pensé dejé ir con Robbie. - Admitió. - Y que por momentos me asusta sea aún más intenso. - La miré fijamente.
- Esta conexión mental, el cómo entiendes mis emociones y revelas ante mí las tuyas, el cómo no quiero te marches jamás y el maldito deseo que siento por avanzar contigo, son algo superior a mí. - Dijo y tomó mi rostro entre sus manos y me besó. - Y ciertamente tus besos no ayudan a calmar mi deseo y anhelo por ti. - Concluyó y me reí.
- Hagámoslo funcionar, te lo suplico, apuesta todas tus fichas por mí, yo estoy haciendo exactamente lo mismo contigo porque tengo una fe ciega en que quiero esto a tu lado. - Después de que ella dijera eso la forma en cómo latía mi corazón me asustó.
- Me encantas. - Dije sin pensar, de forma casi automática y ella me miró embelesada. - Wanda, si depende de mí, esto no se detendrá nunca. - Afirmé. - Pero es importante vayamos aún a pasos cortos ¿si? - Dije una vez nos separamos un poco y ella me miró curiosa esperando a que explicara porqué decía aquello.
- Pietro tiene razón al decir que ya éramos una pareja y no lo habíamos notado. - La vi sonreír. - Vamos a darnos tiempo de conocernos más allá de, quiero vivir cada fase de pareja contigo. - Le dije y ella asintió. - Sí bueno, quizás podamos ir saltando bases. - Respondió y asentí. - Eso definitivamente va a suceder, pero paso a paso, vamos a asegurarnos de hacerlo bien. - Le dije y ella sonrió. - Eres la madurez en esta relación ¿verdad? - Preguntó y la miré con una ceja alzada.
- ¿Ya somos una relación? - Pregunté y ella se sonrojó pero de inmediato respondió. - No lo sé, aún no te has atrevido a pedírmelo. - Dijo y me reí. - Deberías hacerlo. - Acotó y se escondió en mi cuello. - Wanda... - Susurré. - Wanda no está, Wanda se fue. - Habló contra mi piel y sonreí. - Bueno, dile que venía a pedirle si quiere ser mi novia pero como no está, tal vez se lo pida a alguien más. - Jugué y de inmediato la tenía seria en frente de mí. - Tú, Romanoff haces eso y será lo último que hagas. - Habló firme y me reí.
- Nunca se lo he pedido a nadie en realidad. - Dije y ella me miró sorprendida. - ¿Qué? No puedes estar hablando en serio. - Habló y asentí. - Es imposible, te recuerdo saliendo con algunas personas durante estos años y sé que tuviste algunos ex's. - Dijo y asentí. - Jamás se los pedí, salía con algunas personas sí, pero no había títulos o formalidades de pormedio. - Admití y vi la duda alojarse en sus ojos.
- Entonces... - Iba a comenzar a hablar y negué antes de que se hiciera cualquier idea. - Entonces nada, Wanda. Nunca se los pedí porque no me interesaba formar algo a largo plazo con ellos. Contigo sí. - Dije y la vi sonreír. - Así que es ahora o nunca, Maximoff. - La besé de forma rápida. - ¿Quieres ser mi novia? Te aseguro yo me estoy muriendo por ser la tuya. - La vi sonreír.
- Claro que quiero idiota. Además así podré tener derecho de renegar sobre la existencia de algunas de tus clientas. - Dijo y me reí. Wanda no lo parecía pero ciertamente tenía un lado bastante celoso.
- Soy toda tuya. - Le dije y dejé me besara. Sabía que aún no pasaríamos de las caricias y los besos, pero no tenía apuro por nada. La deseaba, claro que sí, pero quería disfrutar de esto tanto como me fuera posible. Estaba abrazando mi sueño en realidad.
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Real e Ideal - Scarletwidow / Wandanat
RomansaNo hay historia más grande que aquella que se cuenta en nuestro a día día. - Esta es una historia inspirada del Scarletwidow pero que en esencia es Wandanat. Algunos momentos son recuerdos, otros fantasía pero no sé qué tanto puedas diferenciar lo...